Argentina: “otra vez viejo perdedor”, ¿hasta cuándo?

Empresas fundidas con dueños multimillonarios. Un país fundido y sus dirigentes políticos y empresarios inmensamente enriquecidos. Es la historia de Argentina: un país con abundancia de todo pero mil veces vaciado por corporaciones extranjeras y sus socios locales. Endeudada por el gobierno anterior y por todos los anteriores.

Por Carlos Vasco Orzaocoa

Argentina: “Qué te puedo contar, que te puedo decir que tú no hayas vivido.” “Otra vez viejo perdedor.” ¿Hasta cuándo?

En mis tiempos de joven veinteañero el porciento de pobreza en este país no llegaba al 5%. Hoy, 50 años después, son pobres la mitad de los argentinos, el 60% de los niños.

Vicentín es una historia reiterada. Se ha convertido en un tema político porque es la 4ta. exportadora de poroto de soja, harina y aceite de soja. Y porque debe al Estado Argentino, o sea a todos nosotros, unos 500 millones de dólares.

Ha tenido que quebrar y entrar en concurso de acreedores para que recién sepamos que toda su actividad se organizaba desde hace varios años en un circuito de ocultamiento de activos y de ganancias en perjuicio del Banco Nación, otros bancos estatales, de productores, cooperativas y de sus trabajadores. Que el Estado Argentino estuvo durante décadas salvando sus rojos y haciéndose el que no veía sus triangulaciones para no pagar retenciones, dibujando las cantidades y los precios y fugando millones y millones.

Y todas esas conductas están tipificadas en el Código Penal. Pero en Argentina si robas un millón de dólares, salvo contadas excepciones, sos un Señor y no vas a la cárcel. Muy distinto es si robas una gallina.

En diciembre de 2019 Vicentín le vendió a la multinacional suiza Glencore el 16,67% de las acciones de Renova, una de las primeras productoras en el mundo de biocombustibles. Glencore y Vicentín tenían así mitad y mitad. Pero los muchos millones de dólares que le pagó Glencore no aparecen por ningún lado. Fueron directo a las cuentas particulares de sus dueños.

Los dueños de Vicentín y también los dueños de todas las grandes empresas no tienen ningún compromiso con el mejoramiento del país y de su gente. Su único interés es ganar más y más dinero.

En 1982 Vicentín debía dos millones de dólares. Pero Cavallo era presidente del Banco Central y gobernaban los militares. La deuda la asumió el Estado, es decir, todos nosotros. Esta “burguesía nacional” es absolutamente irrecuperable: son los Rocca, Macri, Ratazzi, Magneto, Pagani, Roggio, Blaquier, Madanes, Urquía, Braun etc.

Sin embargo para el gobierno, en las palabras de su Ministro de Producción Matías Kulfas “Se trata de una intervención puntual, de rescate y pragmática”. “….el objetivo sigue siendo apuntalar la actividad privada”.

En 1946 se formó el Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI) que durante unos cuatro años hizo que el Estado monopolizara todo el comercio exterior. Toda la producción de granos y de carne que excedía el abastecimiento interno la compraba el Estado a precio sostén y la vendía al exterior a un 50% de precio mayor que se retenía y con eso se invirtió en IAME de Córdoba, en YPF, en siderurgia. Pero a partir del 50 los grandes propietarios terratenientes empezaron a sabotear el IAPI. Querían ellos mismos exportar. Y Perón no quiso expropiar a la oligarquía terrateniente. Esta situación, más ineficacia y corrupción de los funcionarios estatales liquidó el IAPI.

Si Vicentín fuera expropiada, ella sola no sirve como “testigo” para controlar el resto. Y es que todas ellas utilizan el mismo sistema de ocultamientos y triangulación. Más sofisticados aún porque sus casas centrales están en el exterior, en paraísos fiscales, donde no pagan retenciones ni impuestos. Todo este entramado delictivo desde hace décadas habilita que sean expropiadas sin indemnización.

La gran dificultad es que nuestro Estado está destartalado y en quiebra y sus gobiernos capitalistas nunca se enfrentarán a estos intereses. Por eso estas soluciones la tienen que tomar los trabajadores aceiteros, portuarios, aduaneros, del campo, las cooperativas de pequeños y medianos productores y también los obreros de Aluar, Techint, Arcor, junto a todos los argentinos que queremos un país distinto.

Desde Córdoba. 16 de junio. Carlos “Vasco” Orzaocoa.


Fuente: http://venceremos-arg.org/2020/06/23/argentina-otra-vez-viejo-perdedor-hasta-cuando/

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