“La agenda de trabajo es amplia y amerita un trabajo de carácter intercultural, interinstitucional, e interdisciplinario a nivel de todas las jurisdicciones intervinientes: los territorios comunitarios, municipios, provincias y organismos nacionales”, sostuvo la coordinadora de Abordaje de la Violencia por Razones de Género contra Integrantes de Pueblos Indígenas.
La violencia contra las mujeres indígenas, un asunto histórico, estructural y normalizado en la Argentina es, además, completamente invisible y por eso el gobierno designó a Verónica Huilipán al frente de una oficina en el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad con la que busca quebrar esa tendencia.
Solo la convocatoria a una dirigente del calibre de Huilipán, referente de la Confederación Mapuche de Neuquén (CMN), que protagonizó conquistas en varios planos, territorial, institucional, ambiental en esa provincia patagónica, habla de la voluntad por terminar con los crímenes contra mujeres y el colectivo LGTBI+ de originarios.
“La agenda de trabajo es amplia y amerita un trabajo de carácter intercultural, interinstitucional, e interdisciplinario a nivel de todas las jurisdicciones intervinientes: los territorios comunitarios, municipios, provincias y organismos nacionales”, sostuvo la flamante coordinadora de Abordaje de la Violencia por Razones de Género contra Integrantes de Pueblos Indígenas (PPII) en una entrevista con esta agencia de noticias.
Télam: ¿En qué consiste su tarea y cuáles son los objetivos que se han fijado?
Verónica Huilipán: Como primera tarea, vamos a crear una lista de contacto diversa y amplia de mujeres indígenas que trabajan o lideran distintos espacios de participación de mujeres. Es decir, autoridades tradicionales de comunidades y organizaciones políticas territoriales de las más de 30 naciones originarias en la Argentina. Convocaremos a reuniones regionales para elaborar un diagnóstico de la situación de las mujeres indígenas en el país, respecto de las distintas situaciones de violencias que vivimos, incluyendo al colectivo LGTBI+.
T: ¿Cómo surgió la propuesta y quién la convocó?
VH: Fue a partir de una llamada telefónica de Carolina Varsky, la subsecretaria de Programas Especiales Contra las Violencias por Razones de Género, quien dijo que me llamaba en nombre de la ministra Elizabeth Gómez Alcorta para conversar sobre la coordinación de un área de abordaje de la violencia por razones de género contra integrantes de PPII.
T: En un listado ¿qué crímenes contra los PPII pondría?
VH: Asumo que los crímenes contra personas indígenas de distintos pueblos en la Argentina han sido producto de la respuesta represiva y criminal por parte del Estado ante la demanda de respeto a nuestros derechos colectivos, especialmente el derecho al territorio. En la gestión anterior, al Pueblo Mapuche nos declararon enemigo interno y nos acusaron de terroristas para justificar la represión y asesinatos de Rafael Nahuel y Santiago Maldonado como respuesta a la demanda de tierras en territorio mapuche.
T: ¿Su trabajo enfocará solo la cuestión de género o está abierto a otros problemas?
VH: Las distintas formas de violencias contra las mujeres indígenas son temas estructurales y están atravesados por: despojo territorial, criminalización, empobrecimiento material, colonización y discriminación. Por eso, la agenda de trabajo es amplia y amerita un trabajo de carácter intercultural, interinstitucional, e interdisciplinar con todas las jurisdicciones intervinientes; territorios comunitarios, municipios, provincias y organismos nacionales.
T: Hablando del Movimiento Indígena ¿qué evolución puede mencionar desde el 2000 para acá?
VH: Lo principal es el fortalecimiento de la identidad y el ejercicio de la autoidentificación. A inicios del segundo milenio, nos contabilizábamos 24 naciones, en la actualidad somos cerca de 40 y con eso, el proceso de organización y movilización en defensa de nuestros territorios, cultura e identidad y la creación de normas, como la ley nacional 26.160 (prohíbe desalojos y ordena relevamiento territorial) del año 2006 prorrogada hasta la fecha.
También el Programa de Educación Intercultural Bilingüe de la Ley Nacional de Educación N°26.206, en estos días con acciones de resguardo; la Ley Nacional 26.331 de protección de los Bosques Nativos; la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas; la creación del Consejo de Participación Indígena, (CPI) en el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) y la creación de Comisión Unicameral Especial de los PPII en el Senado Nacional.
Los logros del diverso movimiento indígena que en la Argentina se extiende desde La Quiaca a Tierra del Fuego y desde Cuyo a la populosa Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) donde se encuentra la mayoría de la población originaria por las sucesivas migraciones -por las buenas y por las malas-, no oculta el racismo y la violencia particularmente contra las mujeres.
Desde el Impenetrable, la legisladora provincial qom, Andrea Charole, puso como ejemplo que a la hora de denunciar agresiones “hacen falta traductores” según consignó el sitio chacodiapordia.com en su edición del pasado 3 de junio día del #NiUnaMenos.
Y denunció los “aberrantes asesinatos contra las mujeres de la comunidad, la muerte de Juana Gómez en Quitilipi, el niño abusado y asesinado en Bermejito, la niña de 10 años embarazada en Miraflores”.
“Todos sucesos que marcaron a nuestra comunidad. Nuestras comunidades tienen su propia cultura, costumbres, pero es necesario trabajarlo y muchas veces, el grave problema, es que el agresor convive con ella. Desde abril han fallecido 82 mujeres, hay muchos casos de suicidios y, lamentablemente esta otra pandemia para nuestras mujeres que son asesinadas, violadas”, dijo Charole.