La realidad que viven las comunidades de nuestra Argentina Profunda en un contexto de aislamiento, y abandono.
19/07/2020
Llegaba la última mañana de junio y la pantalla de mi computadora volvía a reflejar la Wiphala que se encontraba desplegada a kilómetros de aquí, en una de las paredes del salón donde los referentes de algunas comunidades de Embarcación, en Salta, esperaban el comienzo de nuestra clase de informática.
En esta oportunidad, la necesidad de capacitación se había profundizado con el protocolo sanitario de aislamiento, lo cual nos puso en alerta debido a la gran cantidad de familias que se encontraban alejadas e incomunicadas. En ese contexto, saber manejar las aplicaciones de un celular podía ser útil hasta para pedir ayuda. Y no sólo por la enfermedad, sino también por la dificultad de acceso al agua y la comida, sin dejar de lado los hechos de violencia que se veían reflejados en la brutal represión policial que había sufrido una familia Qom en la provincia del Chaco (1). Entraron a la vivienda sin una orden judicial, a las patadas delante de mujeres y niños, y rociaron a una joven con alcohol bajo amenazas de prenderla fuego. En estas condiciones de aislamiento, si no se hubiesen grabado y difundido las imágenes con un celular, este terrible accionar violento e inhumano hubiese pasado desapercibido. Semanas atrás, la comunidad del weichafe mapuche Rafael Nahuel, ubicada a 30 kilómetros de Bariloche y que todavía reclama justicia por su asesinato, denunciaba los ataques sufridos por la policía local, quienes los amenazaron con disparos al aire y bidones de nafta (2).
En la provincia de Salta, la realidad de nuestros pueblos no es diferente a la vivida en el resto del país. En invierno de 2018, junto a un grupo de dirigentes del pueblo Wichí de Tartagal acampamos durante un par de semanas en la plaza ubicada frente al Congreso de la Nación alertados sobre la situación. En seis meses, la desnutrición se había llevado a cinco niños (3). Además del hambre, de la falta de agua, de los problemas de salud, de la falta de educación, a viviendas dignas, al trabajo digno y fundamentalmente, del eterno reclamo por el reconocimiento de nuestros territorios, en el documento firmado por quienes representábamos a 18 comunidades de esa provincia pedíamos que tanto funcionarios nacionales como provinciales viajaran hasta Tartagal y acercaran soluciones ante tal grado de abandono. La respuesta nunca llegó, y las muertes por desnutrición continuaron.
Este año, desde la comunidad guaraní El Tabacal de Hipólito Yrigoyen colaboramos en la realización de un relevamiento de cientos de familias guaraníes de ese municipio de Salta, respondiendo a una serie de preguntas sobre la situación que atravesaba nuestro pueblo en estos tiempos de aislamiento debido a la pandemia. Esos datos formaron parte del informe “El Covid19 y los Pueblos Indígenas”(4) que se presentó hace unas semanas y en el cual participaron más de cien investigadores de 12 universidades públicas y del CONICET. Sus más de 500 páginas arrojan datos que confirman que la situación que veníamos alertando se agravó.
Hace unos días el diario Página 12 publicó una nota sobre este informe, la cual fue escrita por el periodista Darío Aranda (5). Su título deja en claro la situación “Coronavirus, pueblos originarios y un genocidio sin reparación”, como también lo dejó el título de la nota que publicó ANCAP hace un par de años sobre el acampe que realizamos en Congreso: “La gente en Salta se está muriendo” (6).
El aislamiento preventivo y obligatorio profundizó las dificultades que históricamente atraviesan nuestros pueblos, principalmente en aquellos sectores donde ni siquiera se tiene acceso al agua, factor fundamental que deja a miles de familias expuestas al abandono.
Esta mañana nuestra capacitación en informática comenzaba con demora, ya que el micro que traía a los referentes de las comunidades que se encontraban a unos kilómetros de Embarcación fue detenido en la entrada de la ciudad. Debido al protocolo, y por el aumento de casos de coronavirus en la provincia, se había cerrado la circulación en ciertos horarios, por lo que decidimos esperarlos. Una hora después, con todos presentes y luego de probar el Zoom y la conexión de internet con la netbook que se tenía a mano -y con la Wiphala de fondo- comenzamos la clase.
Por Rubén Ifrán – Comunidad Guaraní El Tabacal, La Loma
Notas al pie
2. https://www.pagina12.com.ar/267435-denuncian-represion-policial-a-la-comunidad-de-rafael-nahuel
5. https://www.pagina12.com.ar/278153-coronavirus-pueblos-originarios-y-un-genocidio-sin-reparacio
6. https://noticiasancap.org/2018/08/18/la-gente-en-salta-se-esta-muriendo/
Fuente: http://enloprofundo.com/2020/07/los-pueblos-indigenas-en-tiempos-de-pandemia/