El Gobierno de Brasil declinó autorizar a la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) para que asista y detecte casos sospechosos de la Covid-19 en pueblos indígenas en el sur del país.
20/08/2020
En un comunicado, MFS revela que la Secretaría Especial de Salud Indígena (Sesai) rebatió un ofrecimiento para actuar en siete comunidades de la región de Aquidauna, en el estado Mato Grosso do Sul (suroeste), con lo que se podría haber alcanzado potencialmente a una población de cinco mil personas.
Ante el proyecto, la agencia de salud de la administración de Jair Bolsonaro autorizó trabajos solo en la comunidad Aldeinha, en el municipio de Anastácio, con una población de cerca de 500 personas.
‘Esperamos que las autoridades escuchen las peticiones de las comunidades afectadas y autoricen inmediatamente el ingreso de nuestros equipos en los territorios’, indicó la organización.
Ponderó que su personal tiene rigurosos protocolos de prevención y control de infecciones que se aplican con éxito durante su trabajo de combate a la Covid-19 en todo el mundo.
Un total de 690 miembros de aldeas originarias se registran muertos por el virus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, según el más reciente reporte de la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB).
En su actualización, la APIB revela además que 26 mil 443 nativos se confirmaron con la enfermedad y 155 pueblos aborígenes están afectados por el patógeno.
La asociación también refiere que el Amazonas (norte) fue el primer estado en el que se confirmó la existencia de indígenas contaminados y ahora concentra el mayor número de decesos entre los nativos.
Llamamos la atención, añade, ‘sobre el hecho de que la Sesai es uno de los principales vectores de expansión de la enfermedad dentro de los territorios indígenas, llegando a la región con el mayor número de pueblos aislados del mundo: el Valle de Javari’.
Argumenta que la falta de transparencia de los datos de esa secretaría gubernamental impide la identificación de muchas ciudades en las que ocurrieron las pérdidas humanas.
Una vez más denunciamos la falta de transparencia y el racismo institucional de la Sesai y exigimos el respeto de nuestros derechos, demanda.
Para la APIB, además del virus, las amenazas a los pueblos indígenas son muchas y se intensifican con la negligencia y ataques del Ejecutivo de Bolsonaro.