Ayer leí en prensa que aunque aún quedan unas semanas, ya se están concretando las fechas para la reapertura de vuelos internacionales. Es una gran noticia, pero mucho más que a todo el que vuele se le va a exigir una prueba negativa de Covid 19 para volar.
Eso sí, la alegría no es completa, ya que solo exigirán la prueba negativa si se va a volar a un país que la exija, y cada país es libre de decidir si exige prueba o no. De hecho, EEUU y México, de momento parece que no exigen prueba ni ponen restricciones.
De hecho la alegría es menor cada vez que pensamos en ello ¿Como puede ser que si por fin voy a poder viajar en Avión, Tren o Autobús, a otro país o a otra ciudad de mi país, no pueda tener la certeza de que no voy a estar a dos metros de una persona contagiada? Y vaya a llegar a mi destino tan sano como cuando embarqué.
Deberían exigir la prueba negativa a todo aquel que se suba a un avión, un tren o un autobús, vaya a donde vaya. No podemos querer volver a la normalidad reabriendo ciertos sectores si no lo vamos a hacer en condiciones de seguridad, que venimos de estar más de 5 meses encerrados.
Es más, con la prueba negativa, se podrían retomar muchas otras actividades cotidianas que hasta ahora se encuentran suspendidas. Pero si el pensamiento es reabrir con los protocolos mínimos (mascarilla) para no sembrar el pánico, no vamos a ningún sitio.
Bien es cierto según dijo la ministra de Transporte de Colombia, los protocolos para vuelos internacionales aún se están definiendo, pero se estima, que además de la prueba negativa se va a pedir un seguro médico, por si la prueba sale positiva y debemos cubrir la cuarentena y el tratamiento. Pero que menos, después del año que llevamos. La prioridad debería ser evitar el contagio, y para ello es necesario tener información de quien puede contagiar, no ponerle una mascarilla.
E insistimos en que esto mismo debería aplicar a cualquier medio de transporte colectivo, independientemente del destino. Recientemente conocimos que un familiar dio positivo en Covid, cuando rastrearon la fuente, fue un trayecto de 90 minutos en tren. Así que es ridículo querer volver a la normalidad y no hacerlo en condiciones de seguridad.