Democracia en Bolivia: Volvió recordando a sus mártires y acompañada por la Pachamama

Desde hace 24 horas se vive una fiesta en la ciudad de La Paz, sobre todo en la zona de la Plaza Murillo, donde se ubica el viejo Palacio Quemado y la actual Casa Grande del Pueblo, nueva sede de gobierno. La posesión de mando comenzó con una ceremonia de saludo y pedido por una buena gestión de ambas autoridades, similar a la Pachamama. Luego comenzaron a llegar figuras internacionales y cerca del mediodía hicieron su ingreso al palacio de gobierno el presidente electo Luis Arce Catacora y su vice David Choquehuanca. Entraron acompañados por una comitiva de senadores y diputados, algunos vestidos con sus trajes típicos andinos, del llano y de la zona de la selva boliviana.

Por Noelia Carrazana – Red Eco.

Desde este sábado varios grupos de ponchos rojos y movimientos sociales llegaron a la zona del viejo Palacio Quemado y la actual Casa Grande del Pueblo para resguardar el espacio ante la amenaza de grupos fascistas que, al mando de Luis Fernando Camacho – el cívico golpista que llegó el 10 de noviembre del año pasado con la biblia al Palacio y realizó el golpe de Estado – habían advertido que se movilizarían para evitar la posesión de mando de las nuevas autoridades electas aduciendo, igual que el año pasado, fraude.

Sin embargo, la ceremonia se realizó sin inconvenientes con la presencia de autoridades internacionales, senadores y diputados, y el presidente electo Luis Arce Catacora y su vice David Choquehuanca.

Fue la muestra de la vuelta de la Pachamama y de los pueblos indígenas al poder en el país vecino. Si bien existen críticas de algunos sectores intelectuales o de la derecha, que aducen que esta forma de vestir no es la que diariamente usa la mayoría de la población, aun hoy en varias zonas, sobre todo rurales, se siguen usando determinados trajes típicos. Además esta puesta en escena se puede ver como una acción simbólica de enaltecer a las diferentes naciones aborígenes que componen el Estado Plurinacional de Bolivia.

La fiesta y el bochinche colorido que generó la alegría del pueblo boliviano se veía reflejado tanto en las calles, como en el espacio del Senado de la Nación, donde se realizó el acto de posesión, a través de la trasmisión del recuperado canal estatal Bolivia TV, a un año del golpe de estado cívico, policial, militar que tantas pérdidas económicas y de vidas humanas dejó a los bolivianos.

En su discurso David Choquehuanca resaltó los principios de la cosmovisión andina, principios que muchos bolivianos niegan que aún hoy existan, pero que son valorados y practicados por personas que tienen estos conocimientos por pertenecer a comunidades indígenas o campesinas de los distintos pueblos aborígenes que componen nuestra América. Las palabras de Choquehuanca son leídas como un intento de despertar esta conciencia dormida.

El discurso de Arce Catacora comenzó con el recuerdo y el agradecimiento a los muertos por el golpe de Estado, no solo en las Masacres de Senkata y Sacaba, masacres que ocurrieron a la vista de todos, sino también a los muertos en zonas como el Pedregal y varias más, que quizás hasta el día de hoy no han trascendido en los medios. Se recordó además al último dirigente muerto en circunstancias extrañas y aun no develadas durante la dictadura de Jeanine Añez, el dirigente minero Orlando Gutiérrez, persona clave en las movilizaciones de agosto último, que aseguraron con su presión la realización de las elecciones. Para completar la lista de asesinatos que perpetró el régimen solo falto el nombre del periodista argentino Sebastián Moro, quien fue golpeado hasta perder la conciencia el día 10 de noviembre de 2019, mismo día que ocurrió el golpe de estado, encontrándose su caso hasta el día de hoy sin resolución.

Esta preeminencia en recordar a las víctimas que fueron asesinados por el Ejército, quizás esté mostrando el nacimiento de una nueva Bolivia, que comienza reconstruyendo su historia más dolorosa para construir un país con memoria, verdad y justicia, donde los derechos humanos sean uno de los preceptos fundamentales para que exista respeto y tolerancia, más allá de las diferencias.

Reproducimos un resumen del discurso del presidente Luis Arce Catacora:

Estoy frente a ustedes con mucha emoción, pero con un profundo sentido de responsabilidad de las promesas hechas en la campaña política y mi compromiso de cumplir cada una de ellas (…). Vamos a gobernar para todos en paz y unidad; vamos a salir adelante”, declaró, en su primera intervención como jefe de Estado.

El gobierno transitorio endeudó al país en más de 4.200 millones de dólares entre deuda interna y externa, destaca principalmente la contracción de deuda con el Banco Central de Bolivia (BCB) por 1.900 millones de dólares aproximadamente y 800 millones a través de subastas públicas de bonos del TGN; en el ámbito de la deuda externa se comprometieron créditos externos por más de 1.500 millones de dólares, para cerrar el año programaron un endeudamiento de 4.400 millones de bolivianos adicionalmente en el mercado interno.

El gobierno de facto deja una economía con cifras que no se veían ni en una de las peores crisis que sufrió Bolivia, en el gobierno de la UDP, en la década de los años 80 del siglo pasado; aumentó el desempleo, la pobreza y las desigualdades. Tenemos ante nosotros el gran desafío de volver a reconstruir nuestra economía, de generar certidumbre, de generar crecimiento con redistribución del ingreso, de reducir las desigualdades económicas y sociales, pero estamos seguros que trabajando junto al pueblo lograremos una vez más superar las adversidades.

Este 8 de noviembre del 2020 iniciamos una nueva etapa en nuestra historia, y queremos hacerlo con un gobierno que sea para todos, sin discriminación de ninguna naturaleza, nuestro gobierno buscará en todo momento reconstruir nuestra patria en unidad para vivir en paz. En este camino la democracia es un valor fundamental de los pueblos y en la que se expresa de manera inequívoca la voluntad de la población y también es un eje ordenador de nuestra institucionalidad y de nuestra sociedad.

Reproducimos un resumen del discurso del vicepresidente David Choquehuanca:

Con el permiso de nuestros dioses, de nuestros hermanos mayores y de nuestra Pachamama, e nuestros ancestros, de nuestros achachilas, con el permiso de nuestro Patujú, de nuestro arco iris, de nuestra sagrada hoja de coca Con el permiso de nuestros pueblos, con el permiso de todos los presentes y no presentes en este hemiciclo Hoy quiero compartir nuestro pensamiento en unos minutos Es obligación de comunicarnos, obligación de dialogar, es un principio del vivir bien Los pueblos de las culturas milenarias, de la cultura de la vida mantenemos nuestros orígenes desde el amanecer de los tiempos remotos.

El ayni, la minka, la tumpa, nuestra colka y otros códigos de las culturas milenarias son la esencia de nuestra vida, de nuestro ayllu Ayllu no solo es una organización de sociedad de seres humanos, ayllu es un sistema de organización de vida de todos los seres, de todo lo que existe, de todo lo que fluye en equilibrio en nuestro planeta o madre tierra Durante siglos los cánones civilizatorios del Abyayala fueron desestructurados y muchos de ellos exterminados, el pensamiento originario fue sistemática sometido al pensamiento colonial

Más no lograron apagarnos, estamos vivos, somos de Tiwanacu, somos fuertes, somos como la piedra, somos Cholke, somos sinchi, somos Rumy, somos Jenecherú, fuego que nunca se apagaba, somos de Samaipa, somos jaguar, somos Katari, somos comanches, somos mayas, somos guaraníes, somos mapuches, mojeños, somos aymaras, somos quechuas, somos jokis, y somos todos los pueblos de la cultura de la vida que despertamos larama igual, rebelde con sabiduría.

Hoy Bolivia y el mundo vivimos una transición que se repite cada 2.000 años, en el marco de la ciclidad de los tiempos, pasamos del no tiempo al tiempo, dando inicio al nuevo amanecer, a un nuevo Pachakuti en nuestra historia Un nuevo sol y una nueva expresión en el lenguaje de la vida donde la empatía por el otro o el bien colectivo sustituye al individualismo egoísta Donde los bolivianos nos miramos todos iguales y sabemos que unidos valemos más, estamos en tiempos de volver a ser Jiwasa, no soy yo, somos nosotros, Jiwasa es la muerte del egocentrismo, Jiwasa es la muerte del antropocentrismo y es la muerte del teolocentrismo.

Estamos en pleno proceso de recuperación de nuestros saberes, de los códigos de la cultura de la vida, de los cánones civilizatorios de una sociedad que vivía en íntima conexión con el cosmos, con el mundo, con la naturaleza y con la vida individual y colectiva de construir nuestro sumak kamaña, de nuestro sumajakalle que es garantizar el bien individual y el bien colectivo o comunitario.

Ya no más abuso de poder, el poder tiene que ser para ayudar, el poder tiene que circular, el poder, así como la economía se tiene que redistribuir, tiene que circular, tiene que fluir, así como la sangre fluye dentro de nuestro organismo, ya no más impunidad, justicia hermanos Pero la justicia tiene que ser verdaderamente independiente, pongámosle fin a la intolerancia a la humillación de los derechos humanos y de nuestra madre tierra El nuevo tiempo significa escuchar el mensaje de nuestros pueblos que viene del fondo de sus corazones, significa sanar heridas, mirarnos con respeto, recuperar la patria, soñar juntos, construir hermandad, armonía, integración, esperanza para garantizar la paz y la felicidad de las nuevas generaciones Solo así podremos alcanzar el vivir bien y gobernarnos nosotros mismos.

¡Jallalla Bolivia!


Fuente: http://redeco.com.ar/internacional/bolivia/31165-democracia-en

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