Eltun no es morir

ELTUWE es el lugar donde nuestro cuerpo reposa en su viaje a su origen mapuce. ELUWVN es la ceremonia de regreso del Ce/persona a la Mapu.

(Imagen: Leo Petricio)

09/11/2020

Toda persona tuvo en vida, la posibilidad de encontrarse consigo mismo para brindar su energía a la comunidad. Cuando una persona muere, la comunidad se reúne y una de las autoridades de la comunidad (Logko, Pijan Kuse, Maci, Werken o Weupife) invocan a sus cuatros orígenes (Kajfv Wenu Kuse – Kajfv Wenu Fvca – Kajfv Wece Wenxu – Kajfv Vlca Zomo), relatando lo que ha sido esa persona para su Lof/comunidad, lo valioso que ha sido para sus seres queridos y comunitarios y pidiendo a esas fuerzas que lo reciban en su viaje de regreso.

ELTUN es e termino que define el camino de la vida en la Xufken Mapu (tierra que se pisa), al Wajmapu (universo mapuce). Lo que la cultura occidental define como MUERTE. El Ce vuelve al Pvjv Mapu (tierra espiritual) y desde allí sigue entregando su conocimiento a los suyos a través del PEWMA (sueños) y de la enseñanza que dejo en vida a los suyos. Se lleva los elementos que lo identifican mientras vivió, para enriquecer a la Mapu con esa nueva armonía.

Su Newen, es la energía de la naturaleza de la cual surgió, y regresa a ese origen para enriquecerla. De ese elemento de la naturaleza, él recibió sus cualidades y características personales que lo identifican en vida y hasta definieron su nombre. A esa energía o poder regresa para alimentar nuevas vidas.

Esta ceremonia cargada de espiritualidad mapuce y necesaria para el transito del Ce a su origen en la Mapu, es interferida permanentemente desde pensamientos colonizadores tanto de la iglesia católica, como de las sectas evangélicas. Se imponen liturgias, simbologías y elementos ajenos a este concepto como candelabros, crucifijos, misas, vigilias u oraciones que contradicen esta concepción. La autoridad ya no es la pijan kuse, el gempiñ o una maci, sino que es el pastor evangélico o el cura del lugar quien ocupa ese lugar.

De allí que uno de los campos a defender, cuando hablamos del derecho a la identidad, es la relación profunda del mapuce con lo que le dio origen, que no debe ser interrumpido en ese momento clave. En comunidades o territorios comunitarios donde la defensa de la identidad es parte de la responsabilidad cultural de sus autoridades, esto es controlado. Sin embargo, la evangelización desde diversas corrientes, se impone en muchos de estos espacios comunitarios. En las grandes ciudades del territorio mapuche ancestral, la situación es más grave porque se rompe directamente este proceso espiritual y sagrado.

El Cementerio público establece que cada sepultura permanece solo 15 años en el lugar establecido. Posterior ese lapso hay dos opciones: 1. Retíralo y trasladarlo a una bóveda y 2. Retirarlo y cremarlo. El acto de retirar al mapuce del lugar (eltuwe) donde realiza esa comunicación con su raíz u origen, se convierte en un acto de violencia cultural y filosófica contra su cosmovisión y comprensión del universo, sobre las vidas que la componen y de la relación mapuche/naturaleza.

De allí que ese debate pendiente con las autoridades municipales para la instalación de Cementerios comunitarios propios. Alli todos los mapuce concientes de la relación inseparable del mapuche con su Mapu lograran que esa comunicación no se interrumpa.

Realizaremos la ceremonia posterior a la muerte física respondiendo a la lógica filosófica mapuce y defenderemos nuestra identidad, mas alla de ese viaje de regreso del Ce a su origen.

Fuente: https://www.facebook.com/XAWVNKO/posts/3501898613224191

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