Los Ferroviarios ¿En vías de extinción?

El ferrocarril una vez más, tiene un papel muy relevante para el modelo extractivista y exportador de bienes primarios y servicios, que es preponderante en la Argentina. Por ello puede verse el especial interés que la dirigencia política pone en el transporte Ferroviario de cargas. Es el único sector al que se le otorga relevancia fuera del ámbito del AMBA -en lo que a transporte Ferroviario se refiere-; aunque claramente se privilegian los sectores que convergen en los puertos de Santa Fé y Buenos Aires. Inclusive se propone la posibilidad de extender las concesiones de las 3 empresas privadas del sector, prontas a vencerse, que no han hecho más que devastar la infraestructura Ferroviaria en detrimento del patrimonio nacional, pero priorizando siempre sus márgenes de ganancias.

Claro que esto no sería posible sin el silencio cómplice – a veces socio- de la dirigencia Sindical burocrática y traidora, de los gremios ferroviarios. Llevan más de 20 años en la cúspide de los sindicatos, mediante persecuciones, reformas estatutarias, Patotas, etc. Y acompañado esto claramente por una incapacidad propia de los sectores opositores, para modificar esa realidad.

El Estado por su parte, hace la vista gorda una y otra vez a estos vínculos de corrupción y desguace, que llevan décadas. Las direcciones de las empresas del Estado de caracterizan por estar plagadas de paracaidistas que llegan por vínculos políticos en lugar de ser por su capacitación para el puesto. Por ello es también que los sindicalistas, devenidos en gerentes (gracias a la ley Randazzo) hacen y deshacen, en un juego solitario de intereses sectarios. Muy lejos quedaron las luchas de los trabajadores con sus organizaciones, por la defensa del Patrimonio Nacional y la gestión eficiente de Nuestros Ferrocarriles. Siguen multiplicandose las empresas precarizadoras (tercerizadas) que contratan personal para realizar tareas inherentes al ferrocarril, pero por fuera de los Convenios Colectivos de los gremios del sector. Y más grave aún es que no tienen la capacitación específica, lo cual los pone en riesgo permanente de lesiones o muerte. Nada de esto sería posible sin la complicidad de los sindicalistas.

Los trabajadores sobrevivientes a las gestas de los ’90, están jubilandose o están sometidos y quebrados anímicamente ante tanta mala experiencia y tanta traición de las direcciones. Los nuevos trabajadores, carentes de una experiencia semejante, van adaptándose a la gestión gremial y burocrática en la que se insertan. Carentes de anhelos y aspiraciones, más allá del ingreso salarial de uno de los sectores beneficiados económicamente en este momento histórico; no escuchan más que “esto siempre fue así”, “no se puede hacer nada”, “esto no se puede cambiar”, etc. Así es como muchos de ellos devienen en “empleados” o “colaboradores” de la empresa, en lugar de ser “trabajadores  ferroviarios”; perdieron la mística y fue reemplazada por el posibilismo y realismo apolítico, carente de aspiraciones.

En medio de unos y otros, hay ferroviarios que se cuestionan el rol que esta industria tiene en el devenir del país, cuál es su rol histórico y cómo incidir en la situación del sector, que carece de protección y posee condiciones de vida y laborales que van en desmadró de los propios trabajadores. Para confrontar con semejante triángulo empresarial-estatal-sindical, algunos ferroviarios llevamos varios años tratando de apropiarnos de las experiencias de lucha que nos anteceden y de unir un espacio sumamente fragmentado por 4 gremios y varias líneas ferroviarias. No es tarea fácil, Dada la dispersión de la oposición a la burocracia de los sindicatos. Son numerosas agrupaciones que algunas veces responden más a internas de partidos políticos que a los intereses de los trabajadores a los que pretenden disuadir de la necesidad de la lucha. La confrontación fácilmente pasa de la crítica a la burocracia, a rencillas internas y denuncias cruzadas, que en nada ayudan a los ferroviarios -de hecho, ni siquiera les interesan- que pretenden mejorar su modo de vida y trabajo nada más y nada menos.

Los ferroviarios necesitamos con urgencia profesionalizarnos para defender nuestra profesión; necesitamos unirnos desde las bases, recuperando la historia y tradición de las “intersindicales” y por sobre todas las cosas; tomar conciencia de nuestra fuerza y capacidad de lucha solamente en unidad práctica y no discursiva. No se impulsará la revolución, pero se recuperarán las organizaciones obreras para sus trabajadores y los ferrocarriles nacionales para todo el pueblo.

Corresponsal para El Roble.


Fuente: https://periodicoelroble.wordpress.com/2020/11/26/los-ferroviarios-en-vias-de-extincion/

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