Una mirada campesina, indígena y feminista en el Ministerio de Agricultura

Elsa Yanaje es productora del cinturón frutihortícola de La Plata y directora de Comercialización de la Secretaría de Agricultura Familiar. En este capítulo de “Estado En Construcción” cuenta las problemáticas e iniciativas del campesinado, y cómo logró enfrentar los prejuicios de un sector tradicionalmente clasista y machista.

1 diciembre, 2020

Redacción Canal Abierto | Elsa Yanaje nació en Jujuy, pero vivió en distintos lugares de la Argentina, trabajando la tierra junto a sus hermanos y padres. Desde hace algunos años arrienda una pequeña finca en una zona rural a las afueras de La Plata, donde produce frutas y hortalizas.

Yanaje sufrió en carne propia las dificultades que suele atravesar el pequeño campesinado en Argentina: años atrás, un comercializador estafó a su familia -en aquel entonces, productores de frutillas- con una serie de cheques sin fondo. Al poco tiempo, y siguiendo el legado de su padre, decidió organizarse en el Movimiento de los Trabajadores Excluidos (MTE) Rural.

Desde entonces, la joven campesina de raíces indígena se convirtió en referente de un sector al que en 2017 intentó representar como concejal platense. A partir de diciembre de 219, con la llegada del Frente de Todos al Ejecutivo, se convirtió en directora de Comercialización de la Secretaría de Agricultura Familiar.

“Porque conocemos la realidad precaria que tienen que enfrentar quienes producimos los alimentos que consumen los argentinos, nuestro mandato es trabajar con los de abajo, fortaleciendo a pequeños campesinos e indígenas”, asegura.

En este capítulo del ciclo Estado En Construcción, Elsa Yanaje plantea las principales problemáticas del sector, la regulación de los precios como objetivo central y cuáles son las iniciativas para articular producción familiar y consumo saludable. Además, cómo logró enfrentar las resistencias y prejuicios en un Ministerio donde ser mujer, campesina e indígena parecía ser una rareza: “fue importante el hecho de venir de una organización, sentirse acompañada y reconocida, de romper esa primera tendencia a preguntarse `¿mejor me quedo callada?´, e inmediatamente responderse a sí misma: `No, ya no´”.

Del productor al consumidor

“Una de las iniciativas que logramos impulsar tiene que ver con la inclusión de productos agroecológicos en los ítems de la Tarjeta Alimentar, habilitando directamente los posnet para los pequeños productores. La idea es que los beneficiarios de la tarjeta puedan acceder de forma fácil y económica a alimentos básicos, necesarios y nutritivos, y no tantos hidratos de carbono (fideos, pan, galletitas, etc.)”.

“El primer ensayo fue en Concordia, Entre Ríos, y el resultado fue muy bueno porque también permitió que los productores coloquen directamente sus productos frescos. El objetivo era llevar el proyecto a todo el país, pero la pandemia impidió la apertura de las ferias. Ahora estamos estudiando los protocolos a implementar”-

Mujer, campesina, indígena

“Ser reconocida en el Estado fue difícil. Al principio me pasaba que gente del Ministerio se sorprendía y me decía que creía que era una trabajadora de limpieza, situaciones en que intentaban avasallar mis ideas con su voz y no dando lugar a lo que tenía para decir”.

“Creo que muchos trabajadores del Ministerio están acostumbrado a tratar con gente licenciada o con títulos. Es cierto que fue una batalla hacia adentro y afuera, pero ese primer momento excluyente ya pasó. Entendí que esos espacios se van ganando”.

“Gracias a Dios, somos muchas las mujeres que vienen de abajo y logramos ser protagonistas. Más allá de mi rol como funcionaria, sigo siendo una trabajadora del campo, hermana, amiga y compañera de las campesinas del sector que sufren la misma que yo”.

Los dueños de la tierra

“Nuestras viviendas son precarias porque no tenemos la tenencia de la tierra. Es central que le demos una vuelta de rosca a esta problemática que incide no sólo en las condiciones de vida del campesinado, sino también en las características de su producción y en lo que llega a la mesa de los argentinos”.

“La única manera de cambiar el modo de producción, hacia uno más sustentable, es de la mano de políticas públicas”.

Estado en construcción

“Creo que estamos en un proceso de construcción y reconstrucción de un Estado en el que -hasta hacer algunos meses- una persona valía mas que otra por el sólo hecho de tener un título”.

“Hay políticas públicas que se tienen que pensar y hacer con el pueblo -en este caso, los pequeños productores-, llegar verdaderamente al territorio. Para eso se creó el Consejo Nacional de la Agricultura Familiar, con la visión de las organizaciones que agrupan a los agricultores e indígenas, a las mujeres y la juventud campesina”.

“En definitiva, el Estado como institución tiene valor si logra dialogar, hacer autocrítica, que vengan grupos de campesinos y te digan esto está bien y esto no”.

“En los últimos años, sobre todo durante el último gobierno, hubo muchas políticas que se implementaron pero terminaron siendo `elefantes blancos´, sin ningún tipo de llegada, difusión ni acompañamiento a productores”.

Producción periodística y entrevista: Diego Leonoff

Realización audiovisual: Juan Alaimes, Pablo Martínez Levy y Ramiro Lorenzo

Fuente: https://canalabierto.com.ar/2020/12/01/una-mirada-campesina-indigena-y-feminista-en-el-ministerio-de-agricultura/

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