Tercer día de la huelga que paraliza el complejo agroexportador argentino

Este viernes se cumple el tercer día consecutivo de la medida de fuerza impulsada por la Federación nacional de aceiteros, la FTCIODyARA, junto a los recibidores de granos de URGARA, a la que se sumó el paro iniciado también el miércoles por el Sindicato aceitero de San Lorenzo, el SOEA, que no integra la Federación nacional. Entre las tres organizaciones gremiales paralizaron puertos y plantas del complejo agroexportador argentino por toda la línea costera que va desde Bahía Blanca a la santafesina Timbúes, más establecimientos de todo el interior del país.

La huelga hoy en distintos establecimientos aceiteros. Fotos: Prensa FTCIODyARA.

El paro que hoy cumplirá 72 horas es parte de un conflicto más largo, que ya contó con una huelga de 24 horas la semana pasada, entre otras medidas, y viene desde octubre pasado. Fue en ese momento cuando, ante el freno en el que se encontraban sus respectivas negociaciones salariales, aceiteros y recibidores de granos decidieron suscribir un acuerdo de unidad en la acción.

Las patronales agroexportadoras aseguran que la medida ya les generó pérdidas por u$s200 millones, lo cual da cuenta de las gigantescas sumas que mueve el sector.

Una suma que también es mucho mayor que lo que les insumiría afrontar el aumento salarial reclamado por los obreros, lo cual le da peso al señalamiento sindical que indica que el conflicto fue fogoneado por las empresas para crear las condiciones que como “cortina de humo” les permitan “justificar la baja liquidación de divisas con las que aportan a la embestida devaluatoria contra el peso argentino y contra el gobierno nacional”.

Además, las cámaras patronales “buscan continuar presionando por nuevas medidas en beneficio de los intereses empresarios”, indicaron desde la FTCIODyARA y la URGARA.

Fotos: Prensa URGARA.

Desde los sindicatos apuntan específicamente contra las cámaras patronales CIARA (Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina), CEC (Centro Exportador de Cereales), Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO), Cámara Industrial de Aceites Vegetales de Córdoba (CIAVEC), Cámara de Puertos Privados Comerciales (CPPC) y las empresas que representan.

En este marco, el miércoles tuvo lugar una reunión entre parte del gabinete del Ejecutivo Nacional y el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), nueva entidad impulsada por la CIARA para desplegar un lobby furioso por los intereses empresarios del sector.

Allí, Gustavo Idígoras, presidente de la CIARA, un ilustre desconocido para el público en general hasta que con la conformación de la CAA levantó vertiginosamente su exposición mediática, le reclamó a los ministros de Economía y Desarrollo Productivo, Martín Guzmán y Matías Kulfas, que intervinieran en el conflicto forzando a los sindicatos a aceptar la propuesta patronal.

Según relata el periodista Alejandro Bercovich, Idígoras esperaba una indicación de “mesura” como las que recibía de Carlos Tomada a fines del último kirchnerismo o de Jorge Triaca durante el macrismo.

—Nuestra pauta para la paritaria es la inflación. ¿Ustedes tienen una pauta? ¿Cuál es? -inquirió.
—No, no tenemos pero parece razonable que sea la inflación.
—Bueno, transmítanselo por favor a los sindicatos, reclamó Idígoras.

Uno de los puntos que denuncian los sindicatos, además de enumerar una larga serie de actitudes provocadoras como dilaciones, negativas al diálogo y retrocesos en los propios compromisos asumidos, es una campaña sistemática de desinformación lanzada en las últimas semanas. Como ejemplo, la propuesta de ajuste “por inflación” a la que se refiere Idígoras requiere como condición previa que los aceiteros resignen un semestre y los recibidores de granos más de un año de aumentos. Es decir: una rebaja salarial.

Fotos: Prensa FTCIODyARA.

Ese mismo miércoles, había comenzado a las 6 de la mañana la huelga conjunta de la FTCIODyARA y la URGARA, y por la tarde el paro que lanzó por su cuenta el SOEA de San Lorenzo. Todas las organizaciones decidieron darle continuidad a las medidas, que continúan sin plazos.

“De Bahía a Timbúes no se mueve nada. Exportación de aceite, harina, agroindustria y molienda también. Barcos, barcazas y camiones, todo paralizado”, declaró Pablo Reguera, secretario general del SOEA, al periodista Mariano Martín. El dirigente reclamó la concurrencia directa de los representantes de las grandes exportadoras (Dreyfus, Cargill, Bunge, Cofco, Renova, AGD, entre otras) a las negociaciones: “Tuvimos 14 reuniones con los directivos de las cámaras y son simples empleados sin poder de decisión”, explicó mientras participaba en una protesta en la puerta de una planta de Cofco en Timbúes.

Por su parte, desde la Federación que lidera Daniel Yofra, el asesor legal Carlos Zamboni precisó: “Los aceiteros no están dispuestos a perder lo que han conseguido en 15 años, que no es otra cosa que el derecho a tener una vida digna, con las necesidades básicas cubiertas, y poder pensar en un futuro para sus hijos e hijas. Es una generación de obreros que vio a sus padres rebajar sus salarios, perder sus trabajos, que sufrió en carne propia la flexibilización laboral de los 90 en los cordones industriales y que no está dispuesta a sufrirlo nuevamente”.

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