Misiones: la pena de los mbya llegó a Casa de Gobierno

Entregaron un petitorio dirigido al gobernador. Piden por sus derechos. El atropello con sus muertos y el desmonte, como dramas que preocupan a sus líderes.

Fotos: Federico Gross

Minutos antes de la entrega del petitorio en Casa de Gobierno y Francisco Medina, de la aldea de Ruiz de Montoya.

16/12/2020

Representantes de la Nación Mbya Guaraní de Misiones entregaron esta mañana de miércoles un petitorio en Casa de Gobierno reclamando que se respeten sus derechos a la religiosiodad y cosmovisión como pueblo originario.

La nota está firmada por 70 líderes de casi 60 comunidades de la provincia en donde se advierte la máxima preocupación por varios motivos, pero en particular, por el atropello del mundo blanco para con la cultura y creencias con sus muertos y el desmonte de sus territorios.

Uno de los caciques presentes en la mañana de este miércoles en la plaza 9 de Julio de la capital provincial, fue Francisco Medina de la comunidad de Ruiz de Montoya, quien en diálogo con El Territorio aseveró que el documento presentado “es sobre nuestros derechos que siempre exigimos que se cumplan para nuestro pueblo originario y esperamos que nos escuchen y nos den participación, porque presentamos varios hechos dramáticos que se están dando en las comunidades… hoy día estamos sufriendo de muchos atropellos y amenazas”.

“Sufrimos desmonte, hay muchas cosas, falta el cumplimiento de lo que se menciona en la Constitución Nacional Argentina en su artículo 75, inciso 17 donde se reconoce la preexistencia y la cultura, donde se habla de respeto pero nunca se ha cumplido por parte del Estado. También vemos muchas leyes que hay y nunca se cumplieron”, afirmó Medina.

El cacique dijo que según la Constitución el “pueblo indígena no pueden desalojar a los indígenas de su lugar en donde habitan con sus familias”.

Mencionó también sobre el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y de otras leyes que amparan al pueblo originario, pero que no se aplican.

“Por eso venimos aquí, a exigir que nos escuchen y que nos aseguren nuestra participación y respeto de los derechos nuestros. Espero que sea favorable para nosotros y nuestros hermanos”, confió.

Un pueblo golpeado

Según Francisco Medina actualmente la población mbya guaraní se compone por poco más de 15 mil habitantes. “Mi preocupación mayor es que nos escuchen a todos los pueblos originarios, no sólo de Misiones o de Argentina, sino también de Paraguay, Brasil, Uruguay y Bolivia”, dijo.

Uno de los problemas que plantean en el documento presentado en Casa de Gobierno es sobre sus territorios. “Las tierras en donde nosotros habitamos y las consecuencias se ven en muchas cosas y también es nuestro reclamo es cuando una familia, una persona fallece y nos dicen que no se sabe… y se pasa a la sociedad blanca y hacen desastres (se refiere a las autopsias decididas por la Justicia) y eso ya no queremos que se haga. Nosotros no es que no sepamos qué pasó, nosotros sabemos bien porque llegan al fallecimiento y esto es también un reclamo importante para nosotros. Nosotros siempre reclamamos eso, pero nunca nos escucharon”, insistió Medina.

El representante de la comunidad de Ruiz de Montoya dijo inclusive que “nosotros no somos un juguete para que el Estado haga lo que quiera y por eso es que ya es tiempo de salir a mostrar lo que nos pasa”.

Respecto a los muertos en las comunidades, Francisco admitió que hay muchos casos de suicidio y que es motivo de preocupación y que “sabemos porqué pasa… nosotros ya no estamos viviendo en nuestro territorio… nosotros sentimos que estamos en un lugar ajeno y por eso muchos jóvenes ven que no tienen futuro porque no tienen cómo desarrollarse y cada vez les queda más pequeño el lugar y por eso se sienten incómodos, es por eso seguramente que tenemos ampliar muchas cosas pero el Estado tampoco cree lo que decimos nosotros”.

Y sobre sus territorios, Medina no dudó en afirmar que el demonte tiene mucho que ver en todo el drama que sufre su pueblo: “Sin monte, sin tierra, sin espacio, no hay desarrollo y el pueblo indígena se siente aplacado, solitario”.
El hombre, bajo una tenue lluvia, esperaba además que esa lluvia fuera mucho más en su comunidad ante la sequía generalizada que también lastima a su gente. Y afirmó que sin lugar para crecer ya no son felices.

Fuente: https://www.elterritorio.com.ar/noticias/2020/12/16/686188-la-pena-de-los-mbya-llego-a-casa-de-gobierno

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