Después de unos cien años, volvió a celebrarse un enterratorio a la manera ancestral en La Pampa. Se trató de una ceremonia por Nazareno Serraino, lonko de la comunidad Rosa Moreno Mariqueo en Victorica, quien falleció hace unos días víctima del coronavirus.
09/06/2021
Nazareno fue enterrado en su espacio comunitario, en una loma, como lo hacían los ancestros. Fue cerca de un caldén, el huitrú, una figura emblemática para los ranqueles.
Por cuestiones de protocolo, fue una ceremonia muy reducida pero con la participación de los lonkos de las comunidades que pudieron llegar al lugar.
Fue a la vieja usanza: con sus prendas más preciadas, el agua, la comida y su orientación de la cabeza hacia el este, es decir, hacia la salida del sol. “Hemos recuperado, a pesar de la desgracia de haber perdido a nuestro lonko, nuestras ceremonias con la alegría de que nos sigue guiando y que lo seguirá haciendo por la recuperación de
cultura y la Nación Rankulche”, dijo Pedro Coria, lonko de la comunidad Nahuel Auca de Parera, en representación del Consejo de Lonkos de la Nación Rankulche.
El enterratorio se realizó días pasados en Victorica, La Pampa. Entre otros, estuvieron Víctor Vincen, lonko de la comunidad Rankül de Rancul; Mercedes Soria, lonko de la comunidad Rali-có de Realicó; Juan Pérez, lonko de la comunidad Baigorrita de Santa Rosa; Luis Dentoni Yancamil, lonko de la comunidad Yancamil de Victorica; la familia de Nazareno Luciana, su compañera; y autoridades del Consejo Provincial Aborigen (CPA).
“Deseo recalcarlo como un hecho histórico, porque destaca el camino que sigue marcando el lonko Nazareno, no solamente en lo que tiene que ver con la difusión de la lengua y todo lo que ha dejado plasmado respecto de ello, como los manuales y diccionarios, por supuesto en colaboración con otros hermanos como Daniel Cabral o Dentoni Yancamil, lonko de Victorica; sino también por haber marcado este volver a los enterratorios ranqueles como
corresponde, con la ceremonia de los lonkos, de las jefas espirituales, de la familia; a la
manera ancestral”, dijo Coria.
“A pesar de la tristeza fue un momento muy hermoso para la Nación Ranquel y para la comunidad Rosa Moreno Mariqueo, porque es volver a nuestras raíces, volver a vivir lo que sintieron nuestros ancestros; esa espiritualidad que nos marca lo que somos. Somos parte de la tierra y nos elevamos en espíritu al ‘Cume Malal’, al corral de los buenos, acompañado por las comunidades y por la familia”, sostuvo.
“Después de más de cien años, vuelve a celebrarse un enterratorio a la manera ancestral restituir a la tierra nuestro cuerpo. La Ñuque Mapu, la Madre Tierra, abrazó los restos de nuestro lonko, lo vuelve a cobijar como buena madre, para que su cuerpo descanse ahí”, manifestó.
“Es muy importante visibilizar la lucha del pueblo ranquel, el avance de esa lucha y todo lo que hizo nuestro lonko y hermano peñi Nazareno Serraino, como lonko de la comunidad Rosa Moreno Mariqueo en Victorica”, expresó.
“Ese momento, donde devolvimos el hijo de la tierra a la tierra, en una lomita, cerca de un caldén fue muy emotivo y muy importante para el pueblo ranquel, porque fijó un precedente que tiene que ver con el avance de la lucha y por todo lo que ha hecho Nazareno que fue sigue siendo un maestro, nada más que hoy nuestro maestro ha ascendido al Cume Malal ya es una ancestro del pueblo ranquel que nos va a guiar desde allí para seguir adelante en la lucha”, dijo Coria.