Que parezca un accidente (crónica de una persecución policial)

El 18 de septiembre pasado, el adolescente Esteban Vella Bosarelli murió en la ciudad de Chivilcoy, al norte de la Provincia de Buenos Aires. Rápidamente, la Policía y el Intendente salieron a plantear un robo, una fuga y, finalmente, un accidente mientras lo perseguían. Pero, ¿fue eso lo que pasó?

Redacción e investigación: Rodrigo Ferreiro. Edición: Fernando Tebele. Fotos: Capturas de La Gaceta del Oeste y La Razón de Chivilcoy.

La madrugada del sábado 18 de septiembre no fue una más en Chivilcoy. Alrededor de las doce y media de la noche, y cerca del centro de la ciudad, comenzó una persecución de dos patrulleros a una moto. Los vehículos se dirigieron hacia el sur, y al llegar al Puente de las Tres Bocas todo terminó de la peor manera: la moto cayó al arroyo junto a un patrullero. Con rapidez, otros vehículos policiales, los bomberos y el SAME bonaerense aparecieron en el lugar. Era tarde. Esteban Vella Bosarelli, el motociclista de 15 años, ya estaba muerto. También con premura, la versión policial se convirtió en oficial: el pibe robó la moto, fue interceptado, huyó, y tras una mala maniobra se precipitó al costado del puente. Las cámaras y el Facebook Live del medio La Gaceta del Oeste Chivilcoy llegaron en instantes. Fue ahí cuando algunos comentarios de usuarios que seguían la transmisión en vivo comenzaron a poner en duda la hipótesis del accidente.

Un tipo duro

El Intendente de Chivilcoy es Guillermo Alejandro Britos, y fue policía. Conoce la Provincia de Buenos Aires, ya que pululó con la gorra y el bastón por Lanús, Mar del Plata, Necochea y San Pedro. Se retiró de la fuerza siendo Comisario general y nos cuenta en Wikipedia que fue aplaudido masivamente por los vecinos de San Pedro tras los saqueos de 2001. Un héroe.

En 2011 Britos cambió palo por banca y fue elegido diputado nacional de la mano de Francisco de Narváez, cuando el ex dueño de Casa Tía ya estaba obsesionado por los mapas de inseguridad. Cuatro años después, don Guillermo llegó a Intendente, reelegido en 2019. Es un tipo diverso: coqueteó con Massa, con Lavagna, con el Movimiento Evita y con la JP. No le hace asco a nada. En 2016, segundo año de su mandato, el juez Marcelo Giacoia, del Juzgado de Garantías del Joven del Departamento Judicial de Mercedes, decidió otorgar un Hábeas Corpus preventivo para niñas, niños y jóvenes de la ciudad de Luján, Marcos Paz y Chivilcoy, por las numerosas detenciones de menores llevadas a cabo en los meses de enero y febrero de ese mismo año. Cuatro años después, y en plena pandemia, Britos se puso el traje de justiciero y declaró, sin ponerse colorado, que “la Policía tiene orden de cazar al que viola la cuarentena y no me importa que me digan dictador o que violo los Derechos Humanos”. Por supuesto, lo prometido no fue deuda: hubo numerosas denuncias de organizaciones de Derechos Humanos locales y de la Correpi alrededor de detenciones de menores en comisarías a lo largo de toda la cuarentena, e incluso circularon imágenes en medios nacionales.

Dos días después de la muerte de Esteban Vella Bosarelli, el Intendente declaró ante los medios su versión de los hechos, que no se alejan del robo, la persecución policial y el accidente. Aclaró que el cuerpo estaba en la morgue de Lomas de Zamora (lo que es positivo para la investigación, porque se trata de una morgue que no es policial) y que no sabía mucho más. Días más tarde amplió su declaración, explicando por qué el oficialismo, junto con el Movimiento Evita y el PJ, se había negado a tratar un pedido de informe sobre la muerte de Vella Bosarelli presentado por otro sector del Frente de Todos.

También pretendió llevar tranquilidad a la ciudadanía pateando la pelota de la información al Ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, y a la investigación a la justicia. No es necesaria mucha sagacidad para caer en la cuenta que no logró  explicar qué sucedió ni llevar tranquilidad a nadie, mucho menos a la familia del pibe muerto.

Tiros

“Se escuchaban disparos”. “Sí, le iban sacudiendo a tiros”. “Se escucharon tiros”. Esos son algunos de los mensajes que se pueden leer durante la transmisión en vivo de La Gaceta del Oeste Chivilcoy desde el lugar de los hechos. Es decir, no está tan claro lo que sucedió, y ya aparecen voces que contradicen la palabra oficial.

Mientras tanto, los colectivos de Chivilcoy: No detengan Nuestros Derechos, Colectivo La Confianza, Colectivo por La Memoria Chivilcoy, La Ronda Centro Cultural y la Murga Colgados de La Rama, sacaron un comunicado en redes sociales pidiendo explicaciones y ya están acercándose a la familia del joven y metiendo presión a orgas nacionales de Derechos Humanos para que acompañen; mientras tanto, aún se esperan los resultados de la autopsia.

La versión policial no cierra, la cantidad de días que se tardó en identificar el cuerpo de Esteban es sospechoso y la teoría del accidente, que ya apareció en otros casos como el de Luciano Arruga cruzando lo más campante la General Paz por la mano rápida, o el de Ezequiel Demonty arrojándose a nadar al Riachuelo de puras ganas, comenzó rápidamente a resquebrajarse.


Fuente: http://www.laretaguardia.com.ar/2021/09/que-parezca-un-accidente.html

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