“Argentina terminó en un desastre todos los acuerdos con el FMI”

Entrevista a Christian Castillo, dirigente nacional del PTS en el FIT-U

Argentina terminó en un desastre todos los acuerdos con el FMI

Mario Hernandez

M.H.: Fuiste el coordinador nacional de la campaña del FIT-U, en diciembre asumieron los diputados, legisladores y concejales. Brevemente me gustaría tu visión. Hemos tratado mucho el tema en nuestros programas pero me interesa tu visión.

C.C.: Creo que obtuvimos un resultado muy bueno, en relación a la campaña y los objetivos que nos habíamos puesto, que eran mantener y ampliar la representación en el Congreso Nacional, los logramos, con algunos resultados extraordinarios como el de Ale Vilca en Jujuy con el 25%, Myriam entrando en CABA, volviendo a tener una diputación nacional por el distrito después de 20 años en la izquierda y una gran elección en la Provincia de Buenos Aires, sobre todo en el Conurbano, donde por primera vez llegamos a penetrar los Consejos Deliberantes de cuatro grandes municipios como son La Matanza, Merlo, Moreno y José C. Paz con dos concejales en cada uno de estos distritos y en el interior de la provincia, en Coronel Pringles. Que es un hecho muy destacado porque demuestra que el crecimiento del voto del FIT-U se dio fundamentalmente en los sectores populares desencantados con el gobierno peronista.

Creo que ese es el fenómeno que se expresó y que explica nuestro crecimiento para transformarnos en tercera fuerza nacional y que nos plantea el desafío que esas bancas que hemos conquistado estén al servicio de organizar la lucha de la clase trabajadora. Son también dos bancas en la Legislatura de CABA y dos en la Legislatura bonaerense que asumieron el 9 de diciembre.

M.H.: Un nuevo desafío para el FIT-U como lo es la lucha contra el pago de la deuda externa con la convocatoria del 11 de diciembre. Y una vez conocido el anuncio de Alberto Fernández de un acuerdo con el FMI el próximo 8 de febrero.

C.C.: Estamos cumpliendo con el mandato que recibimos, porque si hay algo que no se puede negar es que el FIT-U presentó sus planteos, quien nos votó sabe que nos da un mandato para enfrentar el acuerdo con el FMI, el pago de la deuda y el ajuste que fue uno de los ejes de nuestra campaña. Y en ese sentido, una medida que impulsamos es realizar una convocatoria abierta a toda la izquierda, los movimientos sociales, de Derechos Humanos, ambientalistas, para preparar una segunda gran movilización contra el acuerdo con el FMI, porque esto, independientemente de cuándo firmen el acuerdo, son consecuencias que vamos a arrastrar por lo menos por una década y que van a implicar la continuidad de la decadencia nacional, porque la sujeción al FMI implica no solo una cuestión de restricción económica sino también de orientación de la política económica y de orientación de la política exterior. Como se vio en el hecho de la participación de Alberto Fernández en esa supuesta Cumbre por la democracia que hizo Biden, donde fue nada menos que Juan Guaidó, invitan a Taiwán y no invitan al gobierno de Bolivia. Y el gobierno argentino convalida estando ahí.

Esto tiene una relación directa con lo del FMI, porque EE UU tiene el principal porcentaje de votos en el FMI, un 16%, y ninguna decisión trascendental que necesita el 85% de los votos del directorio puede hacerse sin el apoyo norteamericano. Ese es el condicionamiento que vamos a tener por una década.

Y creo que hay una lectura, Argentina terminó en un desastre todos los acuerdos con el FMI, es responsabilidad directa de la situación de decadencia, en la que pasamos del 4 al 40% de pobres y que el salario promedio cayó a la mitad, respecto de lo que era en 1974. Y, del otro lado, mientras crecía la pobreza, la precarización del empleo, se pulverizaba el poder de compra de los salarios y las jubilaciones, el crecimiento sideral de la fuga de capitales al punto que tienen 400.000 millones de dólares en el exterior, los más ricos de este país.

Esas dos caras están muy ligadas a las políticas que ordena el FMI. Por eso es que el acuerdo no es lo menos malo, sino resignarse a una década de estancamiento en lo que hace a los indicadores sociales. El FMI no te permite ninguna medida más o menos progresista, la expropiación de ningún capital o a los que más tienen, o atacar los Bancos. Es la subordinación por completo al poder del capital financiero internacional. De ahí la necesidad de hacer este rechazo, que independientemente que te den unos años de gracia al principio, orienta toda la política económica a juntar los dólares para pagarle a los acreedores.

M.H.: Ya hemos pagado la friolera de U$S 7.000 millones y marchamos hacia un nuevo pago en marzo. Tengo la sensación, corregime si no es así, que todos los planteos que ha querido llevar adelante el gobierno de Alberto Fernández y CFK respecto del FMI, han fracasado. Por ejemplo, el tema de la reducción de las sobre tasas, no ha habido definición al respecto, esta payasada de que el FMI se autoevaluó por el préstamo cedido a Mauricio Macri. Me da toda la impresión de que a pesar de haber cumplido con los pagos religiosamente hasta el momento, no ha logrado ninguna concesión de importancia el gobierno nacional.

C.C.: Al menos no lo que ellos planteaban como concesiones centrales, que era pasar de 10 a 20 años el programa de pagos y la sobre tasa. Ninguna de esas dos cosas van a estar presentes. Lo de la autoevaluación es un chiste, es una rutina que hace el FMI, presentarlo como que lo hicieron por ellos es un poco gracioso. Pero la realidad es que el esquema del crédito que le van a dar son 3 o 4 años de gracia, pero eso significa que en esos años hay que ir cumpliendo metas de política económica, no que te dejan hacer lo que vos querés. Solamente no empiezan los pagos. En esos años te hacen juntar reservas para tener los dólares para pagarles a ellos, entonces van monitoreando la economía para que todo esté relacionado con pagarles a ellos.

Eso es lo que ya está sucediendo. Inclusive el ajuste del 2021 de Guzmán está en función del acuerdo con el FMI, de reducir el déficit más aun de lo que habían previsto, ellos previeron un 3,5 % y va a ser de 3,3 %. Ahora a lo sumo se pelearán por un punto más o un punto menos.

Lo que es cierto es que estar bajo el régimen del FMI inhibe de cualquier medida de transformación de la economía que se pueda hacer. El gobierno está construyendo dos ejes discursivos, por un lado el “No hay alternativa” con el que siempre nos han llevado hasta acá Alfonsín, Menem, De La Rúa, ahora el gobierno de Alberto Fernández.

Había alternativa en 1983 cuando se reconoció la deuda de la dictadura y hay alternativa ahora, que es denunciar fuertemente la deuda, como deuda odiosa, donde ellos sean los que expliquen por qué nos han estafado. Estas estafas las convalidan los gobiernos y el pueblo trabajador las termina pagando. Esto es lo que hay que detener. Pero no somos ingenuos, esto hay que detenerlo con una fuerte movilización popular, por eso convocamos esa gran primera acción el 11 de diciembre, que fue multitudinaria. Y ahora, esta nueva convocatoria el 8 donde todo el que no esté dispuesto a someterse al FMI, quienes quieran defender su salario, su jubilación, su empleo, tiene que estar presente. O enfrentar la catástrofe socio ambiental que vivimos porque el modelo para juntar los dólares en Argentina es la profundización del extractivismo. Eso lo tenemos que tener muy claro y que hay otro camino, no es de rosas, pero el que propone el gobierno es infernal.

Ellos dicen que el acuerdo es lo menos malo, pero no es lo único que se puede hacer. Ese es un gran eje discursivo del gobierno, que no hay opción más que acordar con el FMI, eso nos quieren hacer creer. Y el otro elemento es que no da la relación de fuerzas para cambiar nada. Es falso. Están construyendo una filosofía de la resignación, de que no se puede hacer otra cosa. Y el pueblo trabajador no lo ve así.

Justamente el gobierno perdió las legislativas por haber ajustado, por haber empezado a seguir el camino del FMI y los caras dura de la derecha hacen de cuenta que no ha pasado nada, mientras son ellos los responsables del endeudamiento de todo este tiempo. Ese es el camino del FMI. Y nosotros creemos que hay que llevar adelante un plan económico alternativo, desconocer la deuda odiosa, nacionalizar la banca, el comercio exterior para evitar la fuga de capitales, para proteger los ahorros, porque no olvidemos que el FMI fue el que llevó al corralito, no fue el default, el corralito fue anterior al default, el estallido de la economía fue producto de estar atados al FMI, a otras estafas como el “megacanje” y el “blindaje” que había hecho el gobierno de De La Rúa.

M.H.: Se llevaban los dólares en los camiones de seguridad y los sacaban por Ezeiza en diciembre de 2001.

C.C.: Claro. Mientras después incautan los ahorros de los pequeños ahorristas. Eso es lo que han hecho los supuestos liberales. Estatizaron la deuda cumpliendo con ese principio del capitalismo en el que socializan las pérdidas y privatizan las ganancias y luego la incautación de los ahorros de los pequeños ahorristas.

M.H.: Más allá del déficit, yo tengo la sensación de que ya hay medidas que apuntan hacia lo que pretende el FMI como cuando se habla de segmentación de tarifas, de levantar la prohibición de despidos, esta idea de suspender la Ley de alquileres. Me parece que son todas medidas que apuntan a reclamos del FMI.

C.C.: Desde ya. Son nuevas variantes de la teoría del derrame, que es el otro punto discursivo. La idea de que crezca, con la ilusión de que si vos hacés lo que los capitalistas quieren, la economía va a crecer. Y eso ya vimos que no funcionó con Macri. ‘Soy amigo de los mercados entonces las inversiones lloverán’, decía, y eso no pasó. Y ahora este gobierno está en el mismo credo, ‘si hago todo lo que los grandes empresarios me piden entonces me va a ir bien’, eso no es así. El año pasado, por ejemplo, disminuyó la participación de los trabajadores en la renta nacional, cayó 10 puntos, del 50 al 40%. En un año. Es brutal esa caída, dice mucho de lo que es la orientación. Y como vos decís, segmentación de tarifas, es uno de los pedidos del FMI, devaluación es otro. Se verá en qué grado la aplican pero, sin dudas, un grado mayor de devaluación del peso va a estar en el acuerdo.

M.H.: ¿Fracasó el control de precios?

C.C.: Creo que es evidente, se mantiene la inflación arriba del 3% mensual y en algunos casos los precios se han ido sideralmente para arriba, como es el caso de la carne donde en el mismo sentido el gobierno se niega a cualquier tipo de aumento de las retenciones, más allá de que algún funcionario diga ‘habría qué…’, no lo van a hacer porque tienen un acuerdo con el llamado “complejo agro industrial” que es el que va a dictar una de las leyes del Plan plurianual que son leyes negociadas con el FMI. Leyes pro patronales. Es el lugar hacia el que van, el cuidado del bolsillo popular ha quedado como una retórica de las últimas semanas de campaña para recuperar algunos votos y listo. Esto lo sufre el pueblo trabajador cada vez que va al supermercado o al almacén.

M.H.: ¿Cómo se está preparando la gran movilización del 8 de febrero?

C.C.: Es una movilización muy importante porque es una coalición de organizaciones, con una unidad que no se veía hace mucho tiempo, en la preparación de la movilización, por lo tanto, creo que va a ser muy importante. Estamos todas las fuerzas de izquierda que no pertenecemos al kirchnerismo, no solo el FIT y sus cuatro partidos, el PTS, el PO, Izquierda Socialista y el MST, sino compañeros y compañeras de Auto convocatoria no a la deuda, organizaciones piqueteras como Barrios de pie, que también va a estar presente, el Nuevo Mas, Política Obrera, el Frente Popular Darío Santillán, Organizaciones en lucha, Organizaciones ambientalistas, centros de estudiantes, sindicatos combativos. Una multitud de organizaciones para tomar la calle y decirle que no al pacto con el FMI.

M.H.: ¿Dónde es la cita?

C.C.: A las 17:00 en Av. de Mayo y 9 de Julio para marchar a las 18:00 a Plaza de Mayo y lo mismo se estará replicando en todo el país. Donde se va a leer un documento consensuado por todas las organizaciones. Yo creo que va a ser una jornada multitudinaria, muy importante, de parte de todos los sectores que nos hemos manifestado en contra de este acuerdo con el FMI.

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