Tehuel en la intimidad: “Somos lo que queramos”

Se está cumpliendo un año de la desaparición de Tehuel de la Torre, joven trans que salió de su casa a trabajar el 11 de marzo de 2021 y nunca más volvió. La causa judicial no tuvo más movimientos desde diciembre, cuando se informó el cambio de carátula a homicidio agravado por mediar violencia de género. La familia de Tehuel sigue pidiendo que se continúe la búsqueda. Se ofrecen 5.000.000 de pesos como recompensa a quien pueda aportar algún dato. A un año, les dejamos la crónica de un encuentro con Andrés, su papá; Ailén, su hermana melliza y Nahuel, su hermano.

Por Medios Populares*.

Redacción: Ailín Colombo (Revista Resistencias) – Micaela Pereira (La Colectiva) – Chechu Rodríguez (La Retaguardia) – Antonella Álvarez (Revoluciones). Fotos: Micaela Pereira/Chechu Rodríguez

Familiero, protector, peleador, fiel, compañero y apasionado son algunos de los adjetivos con los que su familia lo describe. Llaman poderosamente la atención la fuerza, entereza y alegría con la que rememoran su vida antes del 11 de marzo de 2021, fecha desde que falta en su hogar Tehuel de la Torre, joven trans de 22 años. No parece haber lugar para la tristeza. Sí para la bronca, mucha bronca y dolor. A días del aniversario de la desaparición de Tehuel, nos reunimos con sus hermanos Ailén y Nahuel, y su papá Andrés.

El encuentro se da en el parque ubicado al lado de la estación Tristán Suárez. Son las 16 y no hay nadie en la calle. “A esta plaza veníamos con Tehuel, acá nos juntábamos. Después salía más a bailar por Capital”, comenzó Ailén de la Torre, hermana melliza de Tehuel. “Marzo no es mi mes, quiero que pase rápido”, lamentó. Empezamos la conversación  en la plaza. Tehuel se crió muy cerca de allí, junto con su padre y sus hermanos. Luego se sumó a la charla Nahuel, hermano mayor, que es la primera vez que da una entrevista.

Llegamos a la casa de Andrés. Lo encontramos acomodando cosas de pesca, “un cable a tierra” nos dijo.  Preparó el mate y salimos a sentarnos en el patio para charlar. Los tres integrantes de la familia tienen un espíritu muy alegre, ríen mucho al recordarlo. Ailén es quién dirigió la charla. Cuenta con una complicidad especial con su mellizo, pero ambos hermanos dejan en evidencia que la personalidad de Tehuel causaba admiración en todo su entorno. “Ella siempre estaba para nosotros”, resaltó Nahuel.

“¿Anécdotas con Tehuel? Un montón, una de las mejores es la primera vez que conocimos el mar. A ese viaje fuimos nosotros nomás, con papá. Fuimos a Mar del Tuyú, después a más lugares pero en principio ahí. Fue a los 14 años. No me lo olvido nunca. Me acuerdo de que era invierno. Hacía frío, pero nosotras estábamos chochas, nos metimos al agua igual. Después no nos metimos más, fue una sola vez para probar nomás. Después otra fue cuando fuimos a pescar. A mí me encantaba ver cómo Tehuel tiraba la caña. Ustedes tienen que ver”, relató su melliza.

Según Ailén, “muchas cosas la apasionaban” y Nahuel detalló que “los autos, las motos, el fútbol. Era una de las mejores, jugaba muy bien a la pelota”. Tehuel jugaba de 8 pero tuvo que dejar el fútbol cuando se sacó de lugar la rótula. También “le gustaban los videojuegos. A veces me hacía descargarlos en el celular para que juegue con ella a la noche, mientras mi papá dormía”, contó entre risas Nahuel. Andrés tenía que desconectar el módem de internet para que se fueran a dormir. Sobre las pasiones de Tehuel, su papá agregó que se inclinaba por los oficios: “Por ahí no le llamaba tanto la atención meterse en la cocina, como llenarse de grasa dentro de un motor de auto”.

“Para Tehuel los colores del Orgullo eran sagrados”

Ailén siempre repite que los colores del orgullo eran “sagrados” para Tehuel. Contaron que iba a las marchas relacionadas a la comunidad LGBT+ y que también asistió al 8M del 2021, días antes de su desaparición. Estuvo en el Obelisco. Incluso le pidió a Nahuel que lo acompañe pero a último momento no pudo. “Tehuel conmigo era muy compañera. Me decía: ‘necesito ir para allá’ y vamos, o yo le decía de acompañarme, y ya nos íbamos”, afirmó su hermano.

En cuanto a la identidad de Tehuel, se sabe que es un chico trans porque así se lo transmitió a su pareja pero todavía no lo habían charlado en profundidad con su familia. Por esa razón lo tratan en femenino, ya que lo identifican como lesbiana. “Todavía no me acostumbro, a veces digo él, a veces ella. El día que mi hermana venga y me diga que le estoy faltando el respeto yo le voy a decir como quiera, a partir de ahí es un chico. Tehuel me dijo ´mientras vos me respetes delante de los demás, en la privacidad somos lo que queramos´. Delante de los demás le decía Teu o flaca, pero no le decía hermana. O enanito. No la trataba como mujer delante de los demás, porque sabía  que se sentía mal. Y en ese sentido la respetaba” explicó Ailén.

“No me contó específicamente que se sentía hombre, pero sí que le gustaba la ropa de hombre. Nunca me hizo entender que ella se sentía hombre; por ahí será así”. También contó cómo fue que Tehuel le dijo sobre su gusto por las mujeres: “no me lo veía venir. Me dijo: ‘Me gusta tu amiga, no le digas a papá que le quiero decir yo’. Nahuel, en cambio, sospechaba su orientación: “Cuando me dijo ‘ando con una piba’  le dije: ‘ah, ya lo sabía’. O sea, cuando éramos chicos me sacaba los autitos, jugaba a la pelota con nosotros. Entonces yo veía algo. Éramos muy compañeros, muy familiar, muy pegada a la familia”.

Andrés de la Torre, padre de Tehuel.

“Nos faltaron el respeto”

“Por más chiquitito que sea un granito de arena, es positivo. De hecho, agradecido, de que estuvieron durante un año manteniéndote en la ola”, reconoció Andrés a quienes hicieron suya la causa. También comunicó con bronca cómo los medios Crónica TV y Telefé, con su periodista Mauro Szeta, trataron la causa. “Nos faltaron el respeto” se quejó. “El día del rastrillaje en la Laguna de San Vicente, Crónica publicó que encontraron una bolsa negra con restos humanos”. Andrés lo tuvo que desmentir: no habían encontrado nada y publicaban información falsa en el mismo momento que Andrés y Ailén esperaban al lado de una laguna alguna pista que permita saber qué pasó.   Además, a través de los mismos medios se filtró la foto en donde se encuentra Tehuel con los principales acusados de su desaparición.

La causa judicial

Hace un año que la fiscal Karina Guyot, de la Unidad Fiscal de San Vicente, tiene a su cargo la investigación para saber qué pasó con Tehuel. Al inicio se detuvo a Luis Alberto Ramos y a Oscar Alfredo Montes, las dos últimas personas con las que estuvo, y se los acusó de falso testimonio y entorpecimiento de la investigación. En diciembre del año pasado, la fiscalía pidió al juez el cambio de imputación a homicidio agravado por mediar violencia de género. De este modo, Guyot dio por concluido el período de investigación y elevó la causa a juicio por un homicidio sin haber encontrado el cuerpo. La defensa de Montes apeló y eso mantiene trabada la causa.

“De lo único que después me enteré es que habían prorrogado 6 meses más la elevación a juicio pero no sé por qué. En febrero se tomó vacaciones la fiscal, no nos atendió el teléfono. Y la llamé hoy y le dije: ´No hablemos, yo lo que quiero es encontrarme con vos’. Y el viernes nos vemos. Yo no me puedo hacer mucho problema, hoy me dolía la cabeza; tuve un ACV y me tengo que andar cuidando”, explicó Andrés cuando le consultamos sobre las últimas novedades. Además, insiste en que no se continuó con la búsqueda. Este viernes 11 la fiscal se reunirá con Andrés.

Antes del cambio de carátula la fiscal Guyot determinó que el teléfono de Tehuel estuvo en el domicilio de Ramos entre las 19:00 hs. del 11 de marzo hasta las 15:00 hs. del día siguiente. Después de probar que Ramos mintió al decir que acompañó a Tehuel hasta la estación, procedió a allanar la casa y a detenerlo. En el allanamiento encontraron prendas quemadas, una campera que la familia reconoció, el teléfono de Tehuel roto y su carcasa, que se pudo identificar por el IMEI. También confirmó que la casa fue intervenida y limpiada. Luego detuvieron a Montes, un amigo de Ramos. Se probó que estuvo con ellos esa noche mediante una foto que se pudo recuperar. Ni Ramos ni Montes hablaron en todo este año de lo que pasó con Tehuel ese 11 de marzo.

En la foto, que fue una prueba clave, se puede ver a Tehuel tocándose la nariz. Ese gesto hacía cuando estaba nervioso según nos cuenta Ailén: “porque se pone nerviosa, algo le molestaba ya, algo ya le estaba incomodando ahí. ¿Qué?, no sé”. Y ese “no sé” parece una pregunta que se le presenta todos los días que piensa una y mil veces qué podría haber hecho ella para que Tehuel no desapareciera.

Hace dos semanas Andrés se reunió con Elizabeth Gómez Alcorta, ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad. “Lo primero que le pedí lo aceptó: que el Ministerio de Seguridad de la Nación aumente la recompensa. Lo segundo es un subsidio para moverme y buscarla yo por cuenta mía en la parte que el Poder Judicial no hizo, qué es la parte de trata. Si me informan algo tengo que estar quince días allá, y con 28.000 pesos por mes que cobro de jubilación no estoy ni dos días, eso todavía está pendiente”. Para la familia de Tehuel la justicia nunca lo buscó con vida ni avanzó en investigar otras hipótesis que expliquen la desaparición, como que Tehuel pueda haber sido víctima de una red de trata.

Ailén y Nahuel de la Torre.

No es un caso aislado

Era marzo, Tehuel no tenía trabajo, el hijo de su pareja empezaba el jardín y necesitaban un lugar donde poder vivir cómodos. Para su familia estaba desesperado. “Ramos se aprovechó de la desesperación de mi hermana” por conseguir un trabajo, conjeturó Ailén. “Al ser tan sociable mi hermana no notó el peligro que había en esa persona”.  Es que según fuentes judiciales, varios testigos caracterizan a Ramos como un misógino.

Cabe recordar que la comunidad trans es excluida del acceso a la educación, la salud, cuenta con una expectativa de vida menor a los 40 años y, según un estudio realizado por la agencia Presentes y el colectivo Economía Femini(s)ta, sólo el 18% logró acceder a un trabajo formal , es decir, que Tehuel no es un caso aislado. En este sentido, Ailén agregó que “el problema lo tiene la sociedad, no mi hermana, porque a ella no la aceptaba por ser trans”.

*La Retaguardia/ Revoluciones / La Colectiva Radio / Revista Resistencias / Revista Cítrica / Familiares y Amigues de Luciano Arruga/ Circulo Ecuador.


Fuente: https://radiolaretaguardia.blogspot.com/2022/03/Tehuel-en-la-intimidad-somos-lo-que-queremos.html

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