Casación continúa otorgando beneficios a condenados de lesa

En dos días, la Sala II de Casación Penal concedió al menos tres domiciliarias para genocidas. La más resonante es la de Miguel Osvaldo Etchecolatz, que no se efectivizará por sus múltiples condenas. En el caso Mario Guillermo Ocampo y Luis Ángel Firpo, condenados en los juicios por la represión a la Contraofensiva de Montoneros, regresarán a sus casas de inmediato. Ocampo no llegó a estar un mes preso luego de 6 años prófugo. Firpo fue a la cárcel por violar la domiciliaria, que ahora se la conceden nuevamente como si nada hubiera sucedido. La misma sala dejó la semana pasada a Jorge Acosta, genocida de la ESMA, a las puertas de la libertad condicional.

La Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por Carlos Mahiques, Guillermo Yacobucci y Ángela Ledesma, otorgó la prisión domiciliaria a Miguel Osvaldo Etchecolatz, ex comisario de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y múltiple condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad. El mismo beneficio fue otorgado a Luis Ángel Firpo y Mario Guillermo Ocampo, dos condenados a prisión perpetua por los crímenes que cometieron durante la represión del Ejército Argentino a la Contraofensiva de Montoneros. Todo ocurrió en menos de 48 horas, con argumentos calcados en sus fallos.

En el caso de los condenados por la Contraofensiva se trata de Luis Ángel Firpo, ex Jefe de la Central Contrainteligencia y Jefe de la División Seguridad del Batallón de Inteligencia 601 desde el 3 de diciembre de 1974 hasta el 31 de agosto de 1980; y de Mario Guillermo Ocampo, ex integrante del Destacamento de Inteligencia 201 del Ejército en Campo de Mayo. Para Ocampo, el beneficio fue otorgado solo por Mahiques y Yacobucci. Pero para beneficiar a Firpo se sumó Ledesma y la resolución fue unánime. Con el genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz estuvieron en la misma sintonía de unidad.

Un supuesto cóctel de enfermedades, que para jueces, juezas y partes acusatorias pueden ser tratadas en la Unidad Penal donde fueron alojados, más los riesgos de contraer Covid y la avanzada edad, (Firpo 90 , Ocampo 74, Etchecolatz 93), fueron determinantes para la Cámara.

Ahora podrían los tres volver a sus casas “bajo la modalidad que el órgano jurisdiccional competente estime corresponder”. Podría ser tobillera electrónica u otro tipo de control. Firpo y Ocampo no tendrán demoras. Etchecolatz, por sus múltiples condenas, deberá esperar.

Luis Angel Firpo, probablemente, vaya a Mar del Plata. El mismo domicilio que tuvo mientras se realizaba el debate que lo condenó y del que supo salir a pasear, pese a no estar autorizado para hacerlo, ya que tenía prisión domiciliaria. Como ahora.

El caso de Mario Guillermo Ocampo es distinto, seguramente regresará al country Bermudas, ubicado en el Partido de Pilar, Provincia de Buenos Aires, lugar en el que se supone estuvo viviendo más de seis años mientras se encontraba prófugo de la justicia. A decir verdad, no se sabe dónde estuvo todo ese tiempo, hay que creerle a él, que eso afirma. Ocampo está imputado en otro juicio por crímenes de lesa humanidad en Mendoza, donde también fue parte del aparato de Inteligencia. Para Mahiques, Yacobucci y Ledesma, el reo Miguel Osvaldo Etchecolatz podría elegir como destino, nuevamente, El Bosque Peralta Ramos, también en Mar del Plata, donde no lo quieren los vecinos. En el juicio que se esta desarrollando por los crímenes cometidos en los centros clandestinos de detención tortura y exterminio Pozo de Quilmes, Pozo de Banfield y El Infierno de Avellaneda, donde funcionaron brigadas policiales de diferentes localidades de la Provincia y lo tiene como imputado, desconoció al Tribunal que lo juzga: “No son mis jueces naturales”, les gritó y reivindicó sus crímenes, como ya otras veces lo hizo frente a otros tribunales. “Un asesino serial”, fue la calificación que dio el testigo Jorge Julio López sobre el ex jefe de la policía de la Provincia de Buenos Aires, en el año 2006. Horas antes de conocerse la sentencia, López fue secuestrado y permanece desaparecido. Miguel Osvaldo Etchecolatz es uno de los iconos vivos del Terrorismo de Estado en Argentina.

La Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal, como si nadie lo fuera a notar, manda a los peores criminales del país a sus casas como premio para su jubilación.


Fuente: https://laretaguardia.com.ar/2022/06/casacion-continua-otorgando-beneficios-a-condenados-de-lesa.html

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