Paradojas del autoengaño: La OIT se congratula por su “notable cosecha de logros”

El Director General Guy Ryder dijo a los delegados que la 110ª Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) que la misma había hecho historia con su trabajo sobre seguridad y salud, aprendizaje y normas laborales, entre otras áreas, enfatizando de que se había logrado una “notable cosecha de logros”.

Foto: Noticias Argentinas.

Por Eduardo Camin.

Más de 4.000 delegados, en representación de gobiernos y organizaciones de trabajadores y empleadores de 178 estados miembros de la OIT, asistieron a la cita. La conferencia, –a veces llamada Parlamento Mundial del Trabajo– , se celebró en formato híbrido, entre el 27 de mayo y el 11 de junio, y el componente presencial tuvo lugar en Ginebra, Suiza.

Guy Rider.

Pero más allá de la «notable cosecha de logros» con la cual se entusiasmó el Director General de la OIT, es necesario y urgente buscar el origen de todos estos problemas: no en las pandemias sino en la organización de la producción y la orientación de las políticas económicas, donde tres de­cenios de políticas neoliberales, aplicada a nivel planetario, junto con la llamada mundializa­ción, han exacerbado y profundizado las crisis.

Describiendo esta CIT como «importante, armoniosa y productiva», Ryder destacó que la decisión de «elevar un entorno de trabajo seguro y saludable a la categoría de principio y derecho fundamental en el trabajo» está «haciendo historia». Ryder dejará el cargo de Director General de la OIT en septiembre, tras 10 años en el puesto. El nuevo Director General será Gilbert Houngbo, de Togo.

Dos jóvenes vendedores informales en Quito, Ecuador, el 30 de diciembre de 2021. Foto: API.

En su intervención en la sesión plenaria de clausura, el Director General elogió la labor de la Comisión de Aplicación de Normas. Señaló con preocupación que «durante esta conferencia he recibido testimonios alarmantes, incluso desgarradores, de la situación de personas cuyas vidas, medios de subsistencia y libertad están en juego, y es… en esa Comisión de Normas donde reside nuestra capacidad para acudir en su ayuda».

A la vez que, citó los “importantes avances” en la elaboración de una recomendación sobre un marco para el aprendizaje de calidad, así como los fructíferos debates sobre la política de empleo, la economía social y solidaria y el trabajo en los países menos desarrollados.

La 110. a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo.

En la sesión plenaria de clausura de la CIT también se aprobó el informe de la Comisión de Aplicación de Normas (CAS), que es un órgano central de supervisión del sistema normativo de la OIT. La CAS examinó 22 casos individuales de países relacionados con la observancia de los convenios de la OIT, y estudió un informe de la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones sobre garantizar el trabajo decente para el personal de enfermería y los trabajadores domésticos actores clave en la economía de cuidado.

Refiriéndose a su informe sobre la situación de los trabajadores en los Territorios Árabes Ocupados, el Director General pidió un esfuerzo renovado para movilizar recursos para intensificar el apoyo, especialmente a la Estrategia Nacional de Empleo.

Esta fue la primera Conferencia desde 2019 a la que los delegados pudieron asistir en persona debido a la pandemia de Covid-19. El Director General sugirió que su buen funcionamiento se debió, al menos en parte, a «un sentido de nuestra responsabilidad colectiva. Una responsabilidad para encontrar soluciones consensuadas ante los retos dramáticos a los que se enfrenta el mundo del trabajo».

Desocupación en México tras el impacto del COVID-19. Foto: Martín Zetina.

La última sesión plenaria de la Conferencia adoptó las conclusiones de la Comisión Normativa tripartita de la CIT relacionadas con el desarrollo de una nueva recomendación de la OIT sobre el Aprendizaje de Calidad que se espera proporcione orientación sobre la promoción del aprendizaje y la protección adecuada de los aprendices. Las conclusiones del Comité incluyen una definición de aprendizaje, un marco normativo y cuestiones de igualdad y diversidad. En la CIT de 2023 se celebrará un segundo debate normativo.

Por su parte otra comisión examinó el objetivo estratégico del empleo, como parte del seguimiento de la Declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa. Las conclusiones y la resolución resultantes contienen orientaciones sobre el desarrollo de políticas de empleo coherentes, globales e integradas, y de oportunidades de trabajo decente que apoyen la recuperación y la transformación estructural inclusiva.

El Comité alentó a la OIT a desempeñar un papel de liderazgo en el apoyo al empleo, incluso a través del Acelerador Mundial de la ONU sobre empleos y protección social para transiciones justas.

Mientras tanto, el 10 de junio, los delegados adoptaron una resolución para añadir un entorno de trabajo seguro y saludable a los cuatro Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo (PRL) existentes. Los PRL forman parte de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo de 1998 , y todos los Estados miembros de la OIT se comprometen a respetar y promover estos principios y derechos, hayan ratificado o no los convenios correspondientes.

Guy Rider y Claudio Moroni.

El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, presidió la 110.a reunión de la CIT 2022 de OIT – Mundo GremialEn su intervención durante la ceremonia de clausura, el Presidente de la Conferencia, el argentino Claudio Moroni, dijo a los delegados que, juntos, habían ampliado los horizontes con el debate sobre el trabajo decente y la economía social y solidaria. Añadió que, trabajando juntos, habían conseguido reforzar el marco de los principios y derechos fundamentales en el trabajo, al incluir la salud y la seguridad en el trabajo. La 111ª reunión de la CIT está prevista del 5 al 16 de junio de 2023.

Más de lo mismo o las paradojas del autoengaño

No se trata de criticar lo pregonan los organismos internacionales, sino de comparar sus resoluciones y situarlas en la realidad a la cual está confrontada la inmensa mayoría de los trabajadores. Y es en este dramático contraste entre la teoría y la práctica, entre el derecho y la vida cotidiana, que no puede superarse tan solo mediante la gestión de los aparatos estatales y los organismos internacionales, y es donde surgen las contradicciones.

Trabajadores rurales aplicando agrotóxicos en Costa Rica.

Tal vez se viva en un momento de máxima tensión, particularmente peligroso, en el que el autoengaño es un tema cada vez más actual. El planeta enfrenta una amenaza de otros tiempos: su destrucción total. Ya sea de una muerte rápida, causada por una guerra nuclear y sus inexorables consecuencias o de una muerte ecológica lenta ocasionada por la destrucción de los bosques, la tierra fértil y el agua potable.

La tendencia del hombre a engañarse a sí mismo desempeñará un rol importante en esta aniquilación. Y este es el quid de la cuestión: vivimos sin pensar en las consecuencias que nuestro estilo de vida tiene para el medioambiente y las condiciones sociales de millones de seres humanos.

Vivimos en un mundo pleno de paradojas, y tal vez una de las más desafiantes es la contradicción entre el bienintencionado discurso sobre los derechos humanos que producen los organismos internacionales y los estados nacionales y la desdichada realidad de las libertades que prevalece en la mayor parte del mundo.

Estas resoluciones son en realidad una serie de recomendaciones, sin duda plenas de buenas intenciones, e inclusive desarrollando los mecanismos de justicia social, pero no necesariamente presuponen que la OIT –en este caso– sea competente en materia de política económica y financiera internacional.

Sin duda, la OIT, con sus resoluciones, sus reglamentos, sus convenios ha hecho posible una cierta mejora de las condiciones laborales en algunas regiones del mundo. Pero no debemos olvidar que de hecho, algunos Estados hacen letra muerta de los convenios y recomendaciones de la OIT.

Incluso en países que los han ratificado, sin olvidar que la OIT se enfrenta a la uberización del mundo del trabajo, una nueva economía basada en un sistema salvaje de derechos de los trabajadores, convertido para centenares de millo­nes de personas en un bien escaso; un sufrimiento o un peligro para aquellos que tienen “la suerte” de trabajar.

Protesta de repartidores de aplicaciones en Argentina.

Por lo tanto más allá de la «notable cosecha de logros» con la cual se entusiasmó el Director General de la OIT, es necesario y urgente buscar el origen de todos estos problemas –no en las pandemias– sino en la organización de la producción y la orientación de las políticas económicas, donde tres de­cenios de políticas neoliberales, aplicada a nivel planetario, junto con la llamada mundializa­ción, han exacerbado y profundizado las crisis.

Al poner a competir no sólo a los trabajadores sino también a los Estados entre ellos, y al excluir aún más la economía del campo político, esta mundialización neoliberal ha provocado una regresión en las legislaciones que regulan las relaciones de trabajo y ha debilitado aún más al ya desorientado movimiento sindical.

El diálogo social se asemeja mucho a la “conciliación de clases” , incluida la negociación colectiva y la cooperación tripartita, lo que es un fundamento esencial de todas las actividades de la OIT.

En este contexto, si bien el derecho laboral es conocido por todo el mundo, el derecho al trabajo lo es menos. Por supuesto, la reglamentación de las rela­ciones de trabajo es extremadamente importante, pero hay que gozar previamente de un empleo del que poder beneficiarse, algo nada fácil hoy en día.

El derecho al trabajo, que es reconocido a nivel internacional y en la mayor parte de las legislaciones, responde a esta condición previa. Como derecho humano que es, aporta al tratamiento de estas cuestiones una dimensión que rara vez se pone por delante y no es tenido en cuenta en la elaboración de las políticas y las estrategias de lucha contra el desempleo y el subempleo.

Trabajador de la feria de Santa Elena, Cali, Colombia. Foto: Juan Pablo Rueda Bustamante.

En todo el mundo, los derechos de los trabajadores están disminuyendo gradualmente. Más que nunca, es esencial luchar para garantizar que todos los que trabajan  –en cualquier lugar del mundo –  puedan hacerlo con dignidad, al tiempo que reciban un salario decente , y esto no debe ser una simple recomendación, para  el capitalismo donde predomina la rentabilidad no es mas que papel mojado .

El trabajo es esencial para todas las personas en la organización de la socie­dad actual. Contribuye no sólo a la formación de los individuos, sino que tam­bién es necesaria para que cada uno pueda hacer frente a sus necesidades y a las de su familia, entablar y mantener vínculos sociales y cumplir con sus de­beres para el resto de la sociedad.

Pero  ¿qué clase de trabajador requiere nuestra sociedad capitalista para poder funcionar bien? Al menos podemos decir que las clases dominantes ya lo tienen claro. En realidad, se necesitan hombres que cooperen dócilmente en grupos numerosos con salarios paupérrimos, que deseen consumir más y más y cuyos gustos estén estandarizados y puedan ser influidos fácilmente.

Es decir, hacer lo previsto por el sistema. La conferencia de la OIT no habló de esto. Eso sí, condenó enérgicamente a Rusia por su invasión a Ucrania, pero para la situación en los territorios árabes ocupados solo se pidió un esfuerzo renovado para movilizar recursos para intensificar el apoyo, especialmente a la Estrategia Nacional de Empleo,

No disparen al mensajero: pensemos, analicemos y después debatamos.


Por Eduardo Camin es Periodista uruguayo acreditado en la ONU- Ginebra- Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

Fuente: https://estrategia.la/2022/06/15/paradojas-del-autoengano-la-oit-se-congratula-por-su-notable-cosecha-de-logros/

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