Cuidado: algo anda mal en el Ejército

El exmilitar Omar Barbieri repasa en esta nota de opinión dos hechos que preocupan: las agresiones en las “fiestas de recepción”, que culminaron con un muerto y un herido grave; y los actos militares del 9 de Julio en varias provincias, que olieron a reivindicación del genocidio. Barbieri viene de declarar en dos juicios por crímenes de lesa humanidad: Vesubio III y RIM6. En ellos, acusó a sus antiguos compañeros de armas.

Los autodenominados “Veteranos de guerra del Operativo Independencia” en el acto del 9 de Julio en Tucumán.

Redacción: Omar Barbieri, Especial para La Retaguardia.

Edición: Fernando Tebele.

Dos integrantes del Ejército fueron agredidos de tal manera que Matías Chairino, de 22 años, fue asesinado en la ciudad corretina de Paso de los Libres. En Apóstoles, Misiones, Michael Verón, de 26 años, sufrió graves lesiones en su columna vertebral y fue hospitalizado. Los dos casos ocurrieronen similares circunstancias, conocidas como “fiesta de recepción”.

Se usó la misma metodología del mal: fueron torturados, alcoholizados y luego, con el frío de la madrugada, los tiraron a una pileta. A eso debe sumarse el destrato que ambas familias recibieron por parte de los jefes militares, lo que no es un dato menor. Es aterrador escuchar las explicaciones de las jerarquías del Ejército al hablar de “excesos cometidos en una actividad tradicional en la fuerza”. Parecen no comprender que actos de esta naturaleza no tendrían que haberse realizado nunca. El Estado nacional debe tomar medidas inmediatamente para que ningún integrante más sea asesinado o herido. Por orden del Ministerio de Defensa deberían ser separados de la institución todas aquellas personas que hayan participado. Los funcionarios que debían controlar que esto no ocurriera, tendrían que impartir directivas claras que eviten todo hecho de violencia y que se respeten los derechos de los integrantes de las Fuerzas Armadas, evitando el abuso de autoridad Se debería crear la especialidad de Derechos Humanos dentro de las FF.AA., colocando una oficina de Derechos Humanos en cada unidad de instrucción militar, Comando y/o dependencia. La finalidad es que vigile el estricto cumplimiento de las directivas, reglamentos y leyes. Y que sean ellos quienes reciban las denuncias correspondientes en forma directa por parte de la víctima.

Operativo memoria

En los actos del 9 de Julio en las ciudades de Tucumán, Jujuy y Salta, se hicieron presentes agrupaciones de exconscriptos cuyo estandarte decía: “Veteranos de Guerra Operativo Independencia”. Lo hicieron con banderas e identificaciones de cada Unidad a la cual pertenecieron. Muchos estaban con uniformes provistos por el Ejército, todos de las clases 54 y 55. “Realmente es la guerra que no es reconocida por los políticos nacionales”, señaló un integrante, como si alguien le hubiera mencionado lo que debía decir. En Tucumán y Jujuy eran locales de ambas ciudades capitales. En Salta fueron de la provincia, en su mayoría de Tartagal y además de Formosa. Uno de ellos nos indicó que desde el cuartel de Tartagal, a cargo del Teniente Coronel Barboza, les dieron para su pasaje de ida y vueltan, y un viático a los de Formosa, a cargo del Coronel De Senzi. Pero nada es por amor al arte. Son reunidos y nucleados con el cuento chino de su derecho a ser equiparados con los ex combatientes de Malvinas para que cobren una jubilación y beneficios sociales. Esto es parte del Operativo “Memoria” del Ejército, que abarca diversas actividades para todo 2022. Fue ordenado por su Jefe: el General de División Olegario Pereda, y ejecutado por la Dirección de Inteligencia del Ejército, con su Director, el Coronel Gabriel Adolfo Pietronave, a la cabeza. Los responsables de la puesta en escena fueron el Comandante del Primer Cuerpo, el Gral. De División Aldo Ferrari, con asiento en Curuzú Cuatia, y el Comandante de la V Brigada de Montaña Coronel Javier Palazon, con asiento en Salta. Estos hechos son aborrecibles, y una vez más nos demuestran como la cúpula del Ejército y de las FF.AA. marchan a contramano de lo que el pueblo, la Justicia y el Estado argentino ya han sentenciado en forma definitiva: No hubo una guerra. Existió un plan sistemático de exterminio aplicado con el Terrorismo de Estado. En el mismo debemos incluir sin ninguna duda al Operativo Independencia de Tucumán, porque así lo dicen las sentencias de varios juicios realizados.


Fuente: https://laretaguardia.com.ar/2022/07/__ejercito.html

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