Estalló la interna en la CGT: gremios amenazan con renunciar al consejo directivo ¿Arman otra central obrera?

La Confederación General del Trabajo quedó al borde del quiebre. Unos 22 gremios advirtieron que abandonan el consejo directivo. Las razones.

Por Alejandro Di Biasi.

Lo que parecía un simple encuentro de debate puso a la Confederación General del Trabajo (CGT) al borde del quiebre. La unidad, conseguida con fórceps el año pasado, parece que llega a su fin y unos 22 gremios advirtieron que abandonan el consejo directivo. Las razones van desde ciertas actitudes de uno de los secretarios Generales, Pablo Moyano, al documento de respaldo a Cristina Fernández de Kirchner en la causa de vialidad.

Entre las organizaciones que renunciarían se encuentran los empleados de Comercio liderados por Armando Cavalieri y los municipales porteños de Amadeo Genta. También saldría del triunvirato el barrionuevismo representado por Carlos Acuña junto con los gremios que conformaron la CGT Azul y Blanca y los ferroviarios de La Fraternidad y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), dos organizaciones con alto poder de fuego.

Los reproches terminaron de estallar con el documento donde la central obrera hizo una encendida defensa de la vicepresidenta. “Esos comunicados deben estar firmados por los tres titulares y no por el consejo directivo”, señaló una fuente a iProfesional y agregó: “Toman decisiones sin consultar al conjunto de los integrantes cuando ya se discutió que estos temas deben estar consensuados”.

En realidad, los ánimos de algunos dirigentes llegaron a punto de ebullición cuando se llevó a cabo la movilización del 17 de este mes. La idea era marchar desde el Obelisco por la 9 de Julio hasta la avenida de Mayo y terminar frente al Congreso donde se leería un documento cuestionando a toda la clase política y al empresariado por la creciente inflación. “Nada de eso pasó”, explicó el vocero consultado y amplió: “Moyano hizo su propio acto en la 9 de Julio; montó un palco e hizo su discurso cuando se había acordado que nadie iba a hablar”. De hecho, la columna del Sindicato de Camioneros apenas avanzó por avenida de Mayo para luego retirarse.

El barrionuevismo reparte críticas

El gastronómico Luis Barrionuevo y los gremios que lo acompañan (Maestranza, Carga y Descarga, Perfumistas y Guardavidas, entre otros) ya venían expresando su malestar por las posturas de Moyano, a quien acusan de “tener agenda propia”. Este espacio le recriminó a otro de los cotitulares de la central, Héctor Daer, y a distintos referentes como Gerardo Martínez (construcción, UOCRA) y Andrés Rodríguez (estatales de UPCN) de ser “funcionales” al camionero.

El vocero barrionuevista indicó: “Se les advirtió que las cosas se estaban yendo de las manos; que no hay debate ni discusión. Se le pidió que se contengan las gestiones particulares pero parece que cada uno juega su juego sin importar lo que está pasando con la CGT y con el país”. El documento de apoyo a Cristina Fernández de Kirchner fue otro de los capítulos de la interna pero, a esta altura del partido, algunos lo consideran un hecho menor.

Como ya adelantó iProfesional, también hay cierto malestar con la gestión de Sergio Massa al frente del ministerio de Economía. “La gran mayoría lo veía como un hombre cercano al sindicalismo, pero en lugar de venir a la CGT, en una señal a la clase trabajadora o hablar de empleo y producción, parece estar más preocupado por hacerse calmar las variables económicas”, indicaron. “Sabemos que Massa se reunió con miembros de la llamada mesa chica de CGT; es lo mismo que pasaba con Daer, que se cortaba solo y lo iba a ver a al Presidente”, apuntaron.

Primero fue la división de los gremios del Transporte

Acuña fue uno de los primeros dirigentes en celebrar el desembarco de Massa en el gabinete. Antes, lo había puesto como candidato a Presidente. Ahora habrá que confirmar si se queda en la CGT o decide refugiarse en el gremio de Estaciones de Servicio, donde es secretario general. Lo mismo sucede con Cavalieri y Genta, quienes además deben revalidar sus respectivos mandatos en próximas elecciones. Una cosa es abandonar el cargo de una secretaría y otra es hacer rancho aparte.

Distinto es el caso del titular de La Fraternidad, Omar Maturano, y su par, Roberto Fernández, secretario general de la UTA. Ambos fueron los artífices de la división de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) con el armado de la UGATT. Maturano denunció una alianza entre Pablo Moyano y el líder de la Unión Ferroviaria (UF), Sergio Sasia, quien se quedó con la jefatura de la CATT. A la interna en los gremios del transporte, Maturano le venía agregando leña a la fractura en la CGT. De hecho, la UGATT no se movilizó el 17 de agosto, señalando que había que darle tiempo al plan Massa.

El otro punto relevante de la historia es el reclamo de asistencia financiera a las obras sociales. Las fuentes consultadas revelaron que “hasta ahora no tenemos noticias” de la promesa del Presidente Alberto Fernández de comenzar a liquidar unos 35 mil millones de pesos de gastos que se destinan para atender los servicios de salud y transporte de sus afiliados discapacitados, uno de los rubros más  costosos del sistema. Añadieron que “cuando parecía que estaba todo resuelto, el tema se congeló y no hay novedades”.

Reclamo por los fondos de las obras sociales

En este punto, las recriminaciones cayeron sobre José Luis Lingeri, líder de Obras Sanitarias y referente del denominado sistema solidario de salud que atiende a más de 15 millones de argentinos. Los dirigentes sospechan que Massa estaría estudiando  una reforma del sistema sanitario de largo alcance tendiente a integrar los subsectores público, privado y de la seguridad social para eficientar las prestaciones y abaratar los costos. Un proyecto del kirchnerismo que fue combatido por la dirigencia gremial en su conjunto.

El año pasado Fernández aseguró que inyectaría 11.400 millones de pesos al Fondo Solidario de Redistribución (FSR), la caja que se financia con parte de la recaudación impositiva entre las prestadoras sindicales y con la que se las asiste con reembolsos frente a servicios de alto costo y complejidad.

Tras el anuncio, hubo un primer desembolso autorizado por el exjefe de Gabinete Santiago Cafiero a partir de un rebalanceo presupuestario de unos 7.390 millones de pesos. La central obrera sostiene que sólo se ejecutaron $6.400 millones como aporte extraordinario del Tesoro al FSR. En cualquier caso quedó del compromiso inicial un saldo nunca cubierto y que los funcionarios habían informado que pagarían a comienzos de este año. Eso no sucedió, y el Ejecutivo tampoco dio solución al financiamiento por discapacidad para 2022, calculado en los mencionados 35 mil millones de pesos.


Fuente: https://www.iprofesional.com/politica/368305-interna-caliente-en-la-cgt-se-arma-otra-central-obrera

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *