Enfrentar la cooptación de jóvenes por la economía delictiva tras los recortes en los programas Potenciar Trabajo y Progresar requiere el acompañamiento de los gobiernos provincial y municipales, apoyando el reclamo pero también aportando becas de estudio y ofertas laborales genuinas.
Por Eduardo Delmonte, referente de la Corriente Clasista y Combativa de Rosario, Santa Fe.
El Ministerio de Desarrollo Social de la Nación acaba de anular el pago de Setiembre a las personas que cobraban simultáneamente, trabajando y estudiando, el beneficio de los programas Potenciar Trabajo (que obliga a una contraprestación laboral) y Progresar (de estímulo al estudio).
Con este cruzamiento suspendieron (sin posibilidad de cobro retroactivo futuro) el pago en este mes de 38.861 Potenciar y Progresar.
De esta manera, tenemos que:
✓ $ 921.005.700 se ahorran con un mes de Potenciar (sin contar los nexos).
✓ $ 287.571.400 se ahorran de no pagar Progresar sólo en Setiembre
✓ Sumando esos montos vemos que son $ 1.208.577.100 lo que se ahorran, cómo mínimo, sólo en Septiembre.
Si esto no es ajuste, si esto no es parte del acuerdo con el FMI, ¿qué es?
Y es sobre los compañeros y compañeras, en su mayoría jóvenes, que además de trabajar, estudian.
A quienes, encima de quitarles la beca para estudiar, le suspenden el pago del Potenciar, generándoles una catástrofe en su economía.
¿Porqué no se avisó a las organizaciones, para que los compañeros no se vieran con el Potenciar suspendido? Porque así se ahorran de pagar casi 1.000 millones de Potenciar en Septiembre.
¿Y porqué, si de pronto descubren está “incompatibilidad”, no dieron directamente de baja el Progresar, sin suspender el Potenciar?
Porque necesitan la renuncia para que el compañero no pueda reclamarlo luego como lo que es: un derecho adquirido. El no pago del Potenciar obra como una extorsión al compañero, para que no le quede otra que renunciar al Progresar para seguir cobrando el Potenciar.
Hay un agravante: nuestra juventud está en grave peligro, jaqueada y tentada por la economía narco y la delincuencia. Esto, en Rosario, Santa Fe y otras ciudades de nuestra Provincia, se comprueba de manera brutal, con centenares de muertes violentas de jóvenes. Se toma esta medida de ajuste en momentos en que recrudece la disputa sobre nuestros pibes; en que en los barrios reina soberana la droga y el narcotráfico; en que, para competir con eso, no les sobra a las familias ni a las organizaciones ningún estímulo para lograr que nuestros jóvenes se inserten en la cultura del estudio y el trabajo.
No nos sorprende esto que pasa. Es coherente con la clausura de la inscripción en el Potenciar Trabajo, y se inscribe en la política de cumplimiento del ajuste al Pueblo impuesto por el FMI, que hoy lleva adelante la gestión de Massa.
Enfrentar esto requiere el acompañamiento de los gobiernos provincial y municipales, apoyando el reclamo pero también aportando becas de estudio y ofertas laborales genuinas.
Y a todos los sectores del campo popular nos obliga a ganar las calles con el mismo espíritu unitario con que, de diversas maneras, repudiamos recientemente el intento de asesinato de Cristina Fernández y la persecución a nuestras organizaciones.
Urge rechazar estás medidas. Porque concediendo frente a los reclamos de los poderosos de siempre, y aplicando un ajuste que aumenta las emergencias populares en lugar de resolverlas, se le está haciendo el trabajo sucio al macrismo, pavimentándole su camino de retorno.