Incendios en Santa Fe: se llama ecocidio

La noticia tuvo repercusión recién cuando el humo y el olor molestaron a los y las porteñas. Sin embargo, en Santa Fe se está sucediendo lo que se conoce como un ecocidio. Los incendios en el Delta del Paraná y sus alrededores continúan y una parte de la población se encuentra movilizada. Las preguntas que surgen alrededor de sus orígenes y consecuencias las respondió Julieta Bernabé, integrante de la Multisectorial Humedales Rosario en su paso por el programa radial Tengo una Idea. Este tipo de incendios han sido comunes en el último tiempo y en esta época del año, sin embargo esta vez la situación está fuera de control.

Entrevista: Graciela Carballo/Nicolás Rosales. Redacción: Nicolás Rosales. Edición: Diego Adur. Foto portada: El Resaltador.

—¿Cuáles son los orígenes y las consecuencias de los incendios?

—Los orígenes es algo que, básicamente, queremos averiguar todos. Lo que nosotros estamos viendo ya hace un tiempo es la expansión productiva sobre todo en el territorio cercano donde vivo yo, que es la ciudad de Rosario y el sur de la provincia de Santa Fe. Todo lo que nosotros tenemos enfrente de zona insular  pertenece a Entre Ríos casi en su totalidad, y dentro de esta provincia al ejido de Victoria. Hay una gran irregularidad y descontrol sobre toda el área, situaciones que mediante las ordenanzas vigentes no deberían ser permitidas, se denuncian y no se avanza. La cantidad de cabezas de ganado a través de los años, y sobre todo posterior a lo que fue la construcción del puente Rosario/Victoria, se han incrementado notablemente. Había 170 mil al comienzo del año 2000 y ahora tenemos un millón y sigue aumentando. Esto se puede ver a simple vista, hay partes de la isla que parecen un campo directamente con tranqueras y alambrados, todo desmontado. Porque la actividad productiva no solo supone la quema, sino que es devastadora. Porque han quemado 1 millón 200 mil hectáreas del Delta. Lo que supone una diversidad que está cayendo alarmantemente, todas las especies por completo, incluso en las áreas que no se quemaron. Las actividades productivas también implican cortar cursos de agua, secar lagunas, terraplanear, levantar los terrenos. Es realmente muy triste.

Mis abuelos vivieron en la zona de islas, mi abuelo fundó una escuela, y la imagen que yo tengo hace unos años atrás es un lugar lleno de color verde, flores, animales, que ahora no se ven más.

—Según tu opinión, ¿cuál ha sido el accionar del Estado nacional en este caso?

—Yo creo que ha sido muy corta y tardía por decirlo de alguna manera. En el 2020 cuando acá se quemaba todo, barajaban opciones que ninguna parecía cuadrar, hasta que finalmente se decidieron por el tema por los “Faros de Conservación” a través del ministro de Ambiente, (Juan) Cabandié. Esto supuso una inversión de 150 millones de pesos y su principal objetivo era la alerta temprana. Algo que acá se da siempre, porque cuando hay un foco de incendio salimos todos corriendo a avisar, porque sabemos lo que se nos viene después. El tema es que uno daba la alerta y los brigadistas eran enviados a lo mejor uno o dos días después, cuando el foco era inmenso y poco controlable. Entonces esos faros que supusieron una inversión y que iban a venir acompañados de equipamiento que nunca llegaron; esa es otra pregunta que tenemos, qué pasó con ese dinero, porque básicamente montaron un par de postes con un par de cámaras, y no hay más que eso, y la inversión fue muy grande en su momento. Después hicieron denuncias pidiendo identificar responsables y viajaron a la zona para ampliar estas denuncias, pero esto llega cuando la situación es límite y el terreno está devastado. Esto se tendría que haber previsto, ordenado ese territorio y haber hecho muchas más cosas de las que se hizo, porque no es solo una devastación ambiental, porque acá la gente está sufriendo muchísimo las consecuencias, los alumnos y profesores de las escuelas están faltando. Porque son días y días de humo. La Universidad Nacional de Rosario (UNR) está haciendo un estudio de impacto para saber cuál es el nivel de contaminación que tenemos y lo que tendrán los niños al nacer. Esto ya no es una molestia, está matando personas asmáticas por la contaminación del aire.

—¿Cómo ha afectado el humo la cuestión de la seguridad vial?

—Ha muerto gente por accidentes de tránsito. La situación es muy grave y la visibilidad es muy mala. Acá en Rosario, cuando uno ve los mapas satelitales, la superficie en rojo que se está quemando es casi más grande que toda la ciudad. Acá hubo grandes quemas en el año 2008, después se cortó por un tema climatológico, por la crecientes durante muchos años. En el 2018 se retoman, el 2019 se frenó, no sé porque motivo, y a partir del 2020 se retoman y se desató el infierno. Si bien hay meses con más quemas, se está quemando en todo momento. Yo entiendo que lo que está pasando es que se está expandiendo esa frontera. Acá hay todo un conflicto con los ganaderos instalados en la zona, porque ellos dicen que se los señalan como los culpables sin pruebas y se ofenden. Algunos dicen que no han quemado y que podemos ir a los campos a ver. No queman, pero si desmontan, corren a la flora y fauna nativa, y hacen un desastre ambiental que es ponerle punto final a todo un humedal. Vemos en internet cómo se ofrece el humedal para actividad ganadera y agrícola aunque está prohibida, en esto de la expansión. Lo que tenemos enfrente es un área natural protegida. Hay mucho desmanejo, porque hay ordenanzas y leyes que los gobiernos le buscan la vuelta.

—¿Cómo se vienen movilizando para protestar?

—Se han hecho denuncias que no tuvieron impacto. La gente se está movilizando, no sé si por una conciencia social o por mera supervivencia. Porque no podemos respirar, y hay problemas emocionales por el humo, ansiedad, ataques de pánico, etc. A la noche pongo toallas debajo de las puertas de mi casa para que no entre el humo. No podemos vivir así. Hay que vivirlo para entenderlo, te arden los ojos, hay problemas con hemorragias nasales. A la noche se ve el fuego en las islas, los animales se están quemando vivos. No se atendió a la fauna.


Fuente: https://laretaguardia.com.ar/2022/09/incendios-en-santa-fe-se-llama-ecocidio.html

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