Perú: Lucha Indígena Año 16 Nro 187 Octubre 2022

enlace a la ediciòn completa (PDF): 

Lucha Indigena Oct Nov 2022f BUENO

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LUCHA INDÍGENA
Director: Hugo Blanco
Año 16 Nro 187 Octubre 2022

SUMARIO

-Homenaje: Recado para Hugo Blanco   …pag 2
-Editorial   …pag 3
-El agua es nuestra vida  …pag 4
-Perú: Entre la vacancia o el cierre del Congreso, el dilema de ser o no ser   …pag 6
-Alfredo Mires Ortiz 1961 – 2022   …pag 7
-Depredación: Gravísimo derrame de Petróleo en el Cuninico    …pag 8
– Pronunciamiento: La Inversión Minera no puede seguir sacrificando derechos
humanos y ambientales    …pag 9
– Política del desprecio      …pag  10
– Pronunciamiento: Rechazamos el nuevo intento de golpe de Estado orquestado desde la fiscalía    …pag  13
-HISTORIA DE La VERDADERA REFORMA en Perú    …pag 15
– 12 DE OCTUBRE, UNA FECHA SOLO PARA REPUDIAR    …pag 18
-Mapuche: La lucha mapuche en Mascardi    …pag 19
-Comandante de las YPJ: “Estamos con las mujeres en Irán”    …pag 22
-México: Resistencia y Rebeldía de los pueblos originarios frente a la guerra capitalista   y  patriarcal  …pag 24
-El régimen patriarcal está perdiendo y ahora las están matando    …pag 28
-Ecuador: Estallidos, criminalización de la pobreza y cooptación electoral
-Doctrina Monroe  …pag  35
-Perú: Moqueguanos dicen ¡No a Quellaveco, Basta ya!    …pag  35
-Elecciones en Italia: La ultraderecha avanza en Europa    …pag  36
-Israel: Estado asesino de infancias    …pag  39
-Cumbre de la ultraderecha latinoamericana en Madrid    …pag 42
-Productores de aceite de palma abusan contra comunidades indígenas  …pag 44

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Editorial

A veces simplemente nos asalta la sensación de estar contando la misma noticia una y otra vez. La muerte de un niño kukama envenenado por el derrame de petróleo viene con el recuerdo de otras muertes tan idénticas en crueldad, tan obscenas en su inhumanidad. La misma postal del río llenándose de crudo, de relave minero, de sangre una y otra vez. El mismo horroroso asesinato dentro del puesto policial, la jauría de uniformados
mordiendo furiosa la vulnerabilidad de los niños, las mujeres embaraza-das, los ancianos. Será, tal vez, porque la vida para los pueblos dignos, des- de hace más de 530 años, consiste en luchar, en resistir la muerte que viene
blandiendo sus billetes y metrallas por la carretera.

Sabemos ya, sin embargo, que esos ataques del capital -el veneno, la persecución, la prisión- no son accidentes ni casos aislados. Son estrategias, planificados actos de guerra en contra de los pueblos para sostener el crecimiento y el desarrollo capitalista; es decir, no para el desarrollo de alternativas, sino para mantener el crecimiento de sus ganancias. El pueblo mapuche y las mujeres en Irán, las comunidades del Cauca, las zapatistas, los inmigrantes de piel oscura no sufren un daño secundario, ni son afectadas por los intereses económicos.

Son verdaderos objetivos militares para alcanzar el tesoro que anhelan las transnacionales, los bancos: oro, gas, madera, agua, alimento. Dinero y Poder. A veces el objetivo militar es la conciencia y entonces desatan un saco de mentiras y sinsentidos que sin embargo terminan por convencer. Podemos llegar a creer, por ejemplo, que es una excelente idea hacerse el mayor exportador de esparragos y entonces nos matan la biodiversidad, se plantan sólo espárragos que se mandan muy lejos y nosotras nos quedamos con el hambre y la tierra estéril; o se nos hace razonable que desaparezcan los cerros, que se envenene el agua para ser el primer exportador de cobre y nosotras nos quedamos con la enfermedad y la tierra estéril.

Aunque todo eso para nosotros es de nombre nomás, porque quien exporta y quien cobra es uno que ni siembra
ni escarba por si mismo. Y a nosotros nos queda solo la cifra hinchada y otra vez la tierra estéril.

Luego nos dicen que para que todo cambie hay que votar bien; hay que participar de las elecciones, hacer campaña y votar bien. Pero es difícil creer eso cuando sabemos que allá en el poder nacional, se recupera a centímetros lo que se pierde a kilómetros en la selva. Y más difícil cuando recontra sabemos que la justicia oficial es otro mercenario a sueldo (¡Cuánta fiscalía corrupta anda por el Abya Yala, agarrada de la mano del milico genocida, abrazada del periodista servil!)

Los movimientos sociales por ladefensa del territorio (sea comunidad, barrio, cuerpo, espiritualidad o conciencia) son la esperanza que ataja el hambre, la enfermedad y la destrucción. Y es la organización, el compartir, lo que nos permitirá pasar de la exigencia de derechos a la recuperación de autonomía. Hay tantas realidades en la lucha por la vida como paisajes en nuestra madre tierra. La altitud, la latitud, el idioma, la historia son únicas para cada pueblo.

Más fácil la tenía dios, decía el poeta, que sólo tuvo que poner cosas donde no había nada. Nosotras y nosotros
debemos construir sobre el dolor, la alienación, la resignación; tenemos que curar el campo, limpiar el río, sanar nuestros propios corazones. Pero para eso estamos, para transformar y transformarnos. El sol y la lluvia han de estar ahí.

luchasindigenas@gmail.com

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