“La conducta de Víctor Basterra en la ESMA fue siempre ejemplar, la de un militante político”

Carlos “El Sueco” Lordkipanidse, sobreviviente de la ESMA, brindó su opinión sobre la película Argentina-1985. Expuso la ausencia en el relato del film del poder económico y de la Iglesia. Describió la relación que tuvo con Víctor Basterra, con quien compartió cautiverio en la Escuela de Mecánica de la Armada: “Estuvimos juntos y solos durante un año y medio, y fuimos los últimos en salir”, contó el programa radial La Retaguardia. Se enojó por cómo se muestra el testimonio de quien aportara tanta información a la Justicia. Y sumó una crítica por no haber contactado a los familiares o sobrevivientes.

Carlos “Sueco” Lordkipanidse. Foto: Natalia Bernades

Entrevista: Fernando Tebele/Pedro Ramírez Otero. Redacción: Nicolás Rosales. Edición: Fernando Tebele. Foto: Archivo Natalia Bernades / La Retaguardia.

“Lo ocurrido con el Juicio a las Juntas me llegaba por los medios de comunicación de esa época. Estaba al tanto aproximadamente. Entre otras cosas yo no conocía a Adriana Calvo todavía, la conocí recién en 1987 cuando fui a declarar en la causa ESMA. Al que sí conocí fue a Víctor Basterra, con quien compartí cautiverio en la Escuela Mecánica de la Armada, más precisamente en el “sótano” durante una año y medio, en soledad, los dos solos. O sea que lo conozco muy profundamente. Estos son los antecedentes que puedo marcar antes de ver la película”, comenzó la charla Carlos “El Sueco” Lordkipanise.

Además agregó: “También vi las opiniones a la salida del cine de las hijas de Adriana y de Víctor. O sea que ya fui a ver la película con esto también. Lo que más me impresionó es que una de ellas es Teresa Laborde, que es la nena que nace en el patrullero, y cuando sale del cine lo primero que dice es: ’Me extraña que a mí no me hayan llamado para preguntarme nada, ni siquiera para avisarme de que me iban a nombrar en la película’. Esas libertades se las puede tomar cualquier cineasta, lógicamente, pero bueno esto al tratar de ser una película de carácter documental ficcionada merecía digamos de que los partícipes directos hubiesen sido consultados”. Algo similar dijo sobre la opinión de la hija de Basterra: “En el caso de Eva Basterra, lo mismo, tampoco la consultaron en lo más mínimo. Y eso, lamentablemente se refleja en la película. Y las chicas lo dicen. Esto redunda en las inexactitudes respecto a los actores centrales en todos los juicios, que son los sobrevivientes”, continuó.

También insistió con que “Tergiversa los hechos al punto de que, no es que hace increíble al testimonio, si no que pone en duda un montón de cuestiones. Por ejemplo, la decisión de carácter político tanto de Adriana como de Víctor de no salir del país después de haber estado secuestrados en condiciones de detenidos-desaparecidos. Es de un valor inconmensurable, y lo digo yo que me fui a Suecia. Había que tener mucho ovario y mucho huevo para decir: mi decisión es quedarme. En la película esto no está reflejado en estos términos. Es más, dicen que Adriana se va fuera del país con toda su familia y eso es una falsedad”.

Lo que falta

“Creo que esta hubiese sido una película ideal para proyectar en 1986, considerando que se narran hechos de 1985. Hoy está completamente desactualizada. El hecho en sí del Juicio a las Juntas, nos costó a los argentinos en general, y sobre todo a los que en particular luchamos contra la impunidad, muchos años de lucha para revertir una situación en la que se pretendió justamente con ese juicio condenar a Massera y a Videla, penas leves para Galtieri y compañía, penas ridículas para Agosti de 4 años y excarcelaciones. Y el resto de la oficialidad joven y partícipe del genocidio como torturadores, secuestradores, y los actores que no aparecen en la película como los económicos y civiles del golpe cívico militar eclesiástico como nosotros lo llamamos. Tampoco aparece la Iglesia, no están en la película”.

El valor de 150 negativos

Por último y respecto al testimonio de Víctor Basterra en la película expresó: “Con Víctor compartí desde el momento que lo capturaron junto con el grupo “Villaflor” hasta el día que yo me fui de la ESMA.  Eso fue durante un período de 2 años, de los cuales 1 año y medio estuvimos solos. El resto de los prisioneros los habían trasladado (eufemismo de la muerte en los CCDTyE) o liberado. La conducta de él fue siempre ejemplar, dentro de los que en aquellos tiempos se pretendía de un militante político y sobre todo de uno que abrazaba un proyecto revolucionario. Muestra de ello, y que en la película no queda claro, son esas fotos que aparecen arriba de una mesa. Es que Víctor tuvo el valor de exponer su vida 150 veces, que fueron las veces que sacó 150 negativos del centro clandestino de la ESMA para ponerlo a buen resguardo afuera. Aquellas fotos que permitieron identificar a todo y cada uno de los represores de allí y que fueron a juicio. En la película muestran que Víctor hacía eso porque la Marina le pagaba, lo cual es una cosa absurda”, recordó. También señaló que se eligió mostrar la estrategia de las defensas: “Además, en los juicios, todas las defensas de los milicos hacen el mismo planteo con respecto a todos los sobrevivientes: que todos sobrevivimos porque encima nos daban un sueldo. Y eso me parece insultante, sobre todo agraviante a todos aquellos que sobrevivieron como Víctor. Y no hay réplica a lo que ahí hay expuesto”, se quejó.

Este martes 1° de noviembre, Lordkipanidse participará del Cine-Debate de la película, actividad programada por La Retaguardia junto al SiPreBA.


Fuente: https://laretaguardia.com.ar/2022/10/la-conducta-de-victor-basterra-en-la-esma-fue-siempre-ejemplar-la-de-un-militante-politico.html

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