Tres pilares : liberación de la mujer (Jin), ecología social (Jiyan) y democracia directa (Azadî)

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Jin, Jiyan, Azadî: ¿por qué y para qué?

LÊGERÎN AZADÎ
02/11/2022
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La consigna Jin, Jiyan, Azadî que se grita en Irán aparece en los medios desprovista de su significado. Mujer, vida y libertad es el resultado de un proyecto con raíces libertarias, socialistas, un proyecto que las mujeres kurdas llevan defendiendo 20 años.

“En esta época no hay una verdad más bella y significativa que el compañerismo entre mujeres”

Heval Çiĝdem Dogû*

Las revueltas en Irán continúan, lideradas por un movimiento de mujeres que reivindica una sociedad libre y democrática. El detonante, pero no el único motivo por el que las mujeres que viven en Irán están aún en las calles, es el asesinato de Jina “Masha” Amini, una mujer kurda de Rojhilat (la parte de Kurdistán que está en el estado de Irán), por parte de la conocida como “policía de la moral”, por no cumplir las normas de vestimenta sobre el hiyab que existen en el país.

Sabemos que no solo fue por esto, si no que Jina, su verdadero nombre en kurdo, resistía como todas las mujeres a un Gobierno y sociedad opresores de la libertad de las mujeres.

La consigna, Jin, Jiyan, Azadî que ahora se escucha en las calles de Irán se pudo leer por primera vez en ese país en las paredes de la cárcel de Evin alrededor del 2010, escrita por una presa política kurda, Şirin Alam-Holi, que junto a otros tres presos políticos kurdos fue ejecutada por el régimen iraní. La cárcel de Evin es bien conocida por sus torturas y asesinatos a presos y presas políticas, como el último incidente del 15 de octubre, en el que se produjo un incendio dentro de la prisión, donde murieron al menos seis presos y hubo decenas de heridos. La resistencia de las mujeres en Irán no es nueva, tal y como no lo es la consigna de Jin, Jiyan, Azadî.

Esta consigna de Mujer, vida y libertad (Jin, jiyan, azadî en kurdo), es difundida y defendida por el Movimiento de Mujeres del Kurdistán desde hace más de 20 años. Dentro del Movimiento de Liberación del Kurdistán (MLK), articulado a través de diferentes organizaciones políticas y civiles, desde la fundación del PKK y más especialmente desde los años 90, la liberación de la mujer se ha convertido en un pilar fundamental de la lucha del movimiento, y se desarrolla a través de organizaciones autónomas a todos los niveles, donde se reconoce la necesidad de que las mujeres tengamos nuestras propias estructuras organizativas y políticas.

Así es como podemos ver a las YPJ (Unidades de Defensa de las Mujeres), al PAJK (Partido de de la Liberación de las Mujeres del Kurdistán) y cientos de organizaciones autónomas en las cuatro partes de Kurdistán que, bajo la consigna de Jin, Jiyan, Azadî, defienden unos principios de libertad e igualdad que convierten al Movimiento de las Mujeres en la vanguardia revolucionaria del momento histórico actual. Este nuevo paradigma que propone el MLK como movimiento internacionalista se está extendiendo y desarrollando en todo el mundo, tejiendo alianzas y redes muy fuertes en Abya Yala y en Europa, así como en Oriente Medio, como podemos ver actualmente en Irán aunque los medios se esfuercen en no mostrar ni referenciar los verdaderos orígenes de estas tres palabras.

Así que Jin, Jiyan, Azadî tiene un por qué que miles de mujeres en el mundo están haciendo suyo para caminar en la dirección de la liberación de las mujeres y de la sociedad de los yugos del estado-nación y de la mentalidad masculina de dominación. La solidaridad internacionalista, los encuentros entre activistas, escritoras, artistas y mujeres de diferentes ámbitos en torno a la liberación de la mujer y la lucha de las compañeras en Kurdistán se expanden por muchos territorios y movimientos. Sin ir más lejos, el 5 y 6 de noviembre se celebra en Berlín la II Conferencia Internacional de Mujeres “Women Weaving Future”, en el que participarán unas 500 mujeres, realizada por diferentes organizaciones autónomas de Kurdistán, Abya Yala y Europa.

En la era de la neolengua y de la sobreinformación, muchos de nuestros eslóganes y principios son manipulados fácilmente por los medios y redes. Hay un gran riesgo de que las cosas dejen de significar lo que queremos que signifiquen, siendo absorbidas y borradas por las corrientes neoliberales. Incluso el Estado de Israel ha utilizado recientemente estas tres palabras en su supuesto apoyo a las mujeres en Irán, mientras las mujeres palestinas siguen sufriendo las consecuencias de ser ocupadas por un estado genocida.

Es necesario que remarquemos la importancia del significado y origen de estas tres palabras que van ligadas a una filosofía y a una propuesta política, la cual bebe de teorías libertarias y socialistas, y que significa un nuevo paradigma del que podemos ver sus frutos en la revolución de Rojava que se lleva a cabo desde el 2012 a través de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria.

Este paradigma, denominado Confederalismo Democrático, está basado en tres pilares: la liberación de la mujer (Jin), la ecología social (Jiyan) y la democracia directa (Azadî).

Jin, es el pilar de la liberación de la mujer, la primera nación oprimida según el análisis de Ocalan, el líder del Movimiento de Liberación del Kurdistán. Aquí el término nación se usa como una identidad colectiva de la sociedad, en la que se acepta e incluye la diversidad dentro de ésta.

Aunque haya una gran diversidad entre las realidades de las vidas de las mujeres, compartimos una historia común de opresión y resistencia. La lucha de la liberación de la mujer significará también la liberación del resto de la sociedad, y esto es prioritario en el camino hacia una sociedad libre. Por ello, las mujeres nos organizamos para superar los mecanismos del patriarcado y las relaciones de poder. Construimos nuestras propias organizaciones en la política, en la sociedad y para la autodefensa en un sentido amplio e integral, al mismo tiempo que adquirimos autonomía política y mayor representación y visibilidad en la sociedad.

Jiyan se refiere al paradigma de la ecología social, la vida libre. Considera la naturaleza como un ente vivo del que todos los seres formamos parte, incluidas las personas, des-jerarquizando la relación con nuestro entorno. Que generemos relaciones sanas y armónicas con la naturaleza pasa por que tomemos partido sobre el establecimiento de límites frente a su destrucción desenfrenada, entendiendo que el equilibrio es vital, tanto individual como colectivamente. La toma de partido sobre su conservación es una responsabilidad directa, organizándonos para cumplir con las medidas a las que nos comprometamos local y globalmente. Establecer caminos en los que nuestro interés tecnológico deje de ser desmedido y empecemos a relacionarnos en sintonía con el ecosistema del que formamos parte, será decisivo para la estabilidad de nuestras condiciones de vida actuales.

Azadî lo relacionamos con la organización de la sociedad a través de la democracia directa, fundamentada en la confianza de la capacidad que tenemos como sociedad para autorganizarnos sin la necesidad de estar bajo las directrices de un estado-nación. Actualmente en nuestras sociedades la palabra democracia la hemos ido corrompiendo profundamente por el uso que como estado-nación se ha hecho de la mal llamada democracia liberal. El sistema confederal lo podemos describir como una forma de organización política fuera del estado, siendo esta la base que le da autonomía a este paradigma.

Reivindiquemos el Jin, Jiyan, Azadî y su significado, su origen y el objetivo que se encierra dentro de estas tres palabras, que están significando un camino para la liberación de las mujeres de todo el mundo.

*Çigdem Dogû es miembro del KJK, la Comunidad de Mujeres del Kurdistán, organización paraguas bajo la que se articula el movimiento autónomo de mujeres del Kurdistán, así como en otros territorios como Abya Yala y Europa.

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fuente: 
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redlatinasinfronteras.sur@gmail.com
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