Un hombre y dos mujeres fueron detenidos como acusados de traficar y comercializar drogas en el marco de la causa que investiga la desaparición y el femicidio de Johana Ramallo. La investigación avanza en la misma línea que siempre denunció Marta, su madre.
Un hombre y dos mujeres fueron detenidos como acusados de traficar y comercializar drogas y de explotar sexualmente a mujeres trans y cis en nuestra ciudad, en el marco de la causa que investiga la desaparición y el femicidio de Johana Ramallo.
Con estas personas ya son nueve los detenidos a disposición del juez Alejo Ramos Padilla, titular del Juzgado Federal 1 de La Plata, quien resolverá la situación procesal de los sospechosos en los próximos días.
Johana fue vista por última vez el 26 de julio de 2017, cuando salió de su casa, donde vivía con su madre y su pequeña hija con la promesa que regresaría a las 20.30 de ese día, lo que nunca ocurrió.
Los restos mutilados de su cuerpo fueron hallados en las costas de la ciudad de Berisso en agosto de 2018, aunque no fueron identificados como pertenecientes a la joven hasta el 2019.
Aunque aún no se determinó el autor material de su femicidio, la investigación trabaja sobre el contexto en el que se produjo y en la forma en que operaba una red de explotación sexual, tráfico y comercialización de drogas en la llamada “zona roja” de La Plata.
La certeza de Marta
Su mamá, Marta Ramallo, desde el primer instante en el que su hija no volvió a su casa empezó a recorrer los hospitales, preguntar a todos sus conocidos y rápidamente hizo la denuncia por desaparición. “No hubo ni un juez, ni un fiscal, ni nadie que haya escuchado que Johana no estaba perdida sino que estaba desaparecida”, afirmó Marta.
El 27 de julio de 2017 Marta radicó la denuncia en la Comisaría 16° de Villa Ponsati -donde rápidamente le dijeron que se debía “haber ido con algún machito”-; también la hizo en la sede de la DDI -a tres cuadras de donde desapareció Johana-. A partir de allí, la investigación quedó caratulada como “averiguación de paradero” a cargo de la fiscal de la UFI 2, Betina Lacki, y de la jueza Marcela Garmendia del Juzgado de Garantías N°5.
A pesar del constante señalamiento por parte de Marta sobre el funcionamiento de una red de trata en la zona roja y una posible vinculación con la desaparición de su hija, la justicia provincial hizo oídos sordos y recién dos meses después la causa pasó a manos de la justicia federal, enmarcada en el delito de desaparición por red de trata.
La causa se elevó al Juzgado Federal N° 1 de La Plata, que en ese momento estaba a cargo del juez subrogante Ernesto Kreplak; luego asumió funciones como subrrogante el juez Adolfo Gabino Ziulu. Hasta que en febrero de 2021 juró como juez titular Alejo Ramos Padilla.