Pilar: una madre busca justicia para su hija

La historia de Iris es por demás tremenda. Más de cinco años buscando paz, consuelo y por sobre todo, justicia. Cinco años sin tener respuesta alguna. Con la esperanza de ser escuchada, Iris alza la voz para denunciar que la muerte de su hija ocurrió por la desidia de quienes deberían haber velado por su salud en Pilar, al norte del conurbano bonaerense.

Iris Gerpe vive en Del Viso, partido de Pilar, a siete cuadras del Hospital Falcón. Trabaja allí como enfermera. Luego de una larga licencia retornó a su puesto de trabajo, pero aun no puede encontrar sosiego en su vida, luego de que le fuera arrebatada la vida de su hija. Hoy, Iris busca que los medios de comunicación y la sociedad la escuchen, que la justicia se haga cargo de una vez por todas y que su caso tenga un cauce judicial pertinente.

Los hechos

Iris afirma que si bien siempre estuvo con abogadas, nunca ha tenido una respuesta. “Me han plantado la causa, una abogada me pasó a otra sin consultar conmigo y ahora no me atiende los llamados”, expresa.

Y pasa a relatar con entereza los hechos que desencadenaron la prematura muerte de su hija. “Esto pasó hace cinco años, yo tenía una hija discapacitada de 34 años, que estuvo internada casi cinco meses. Los primeros tres meses ella estuvo en el sanatorio Sarmiento de San Miguel, hasta que llegó un momento que recibí una muy mala atención ahí y pedí que fuera derivada. Ella fue derivada al sanatorio San Pablo, de San Fernando. Anteriormente, había estado internada, tenía internación domiciliaria porque tenía IOMA, tenía pensión, pero nada más que siete horas.

Cuando llega internada allá en el sanatorio San Pablo,  en donde le dieron la atención que correspondía, esa misma noche entra en un respirador. Durante el mes y medio, casi dos, nunca pudo dejar el respirador. Veinte días antes del alta, los médicos de la terapia, me dicen que vaya pidiendo la internación domiciliaria y me hicieron  una lista: un bipap, que es un aparato muy similar a un respirador, un ambu, un concentrador de oxígeno, un tubo de oxígeno,  internación domiciliaria las 24 horas.

Llega el momento. O sea consigo todas esas cosas un día antes de que a mi hija le den el alta. Durante todo ese tiempo tuve que ir a EDENOR, a hacer un trámite como paciente electro dependiente. Me dieron una planilla, se la lleve a los médicos de la terapia, me la completaron, y el bipap que me dieron era eléctrico y a batería. No tenía batería, ese bipap, y el concentrador de oxigeno tampoco tenía batería.

A mi hija la traigo el lunes 17 de abril de 2017, a las 4 y media de la tarde, habremos llegado a la casa y el día miércoles, menos de 48 horas, a la 1 menos 5 de la madrugada, cortan la luz.  Estos aparatos, sin batería, la nena prácticamente se me murió en casa. Llamo a EDENOR, les explico, me dicen  ya van a ir. Vuelvo a insistir, ya van a ir me repiten, un muchacho creería yo que estaba dormido, no juzgo sin saberlo, pero me dio toda la impresión.

Llamo al SAME, explicándole mi situación, teniéndolo a ocho cuadras de casa, tardó treinta minutos. Cuando llega el SAME, la médica que venía no sabía verdaderamente qué hacer, el ambulanciero me dice que la tiene que llevar al Hospital Sanguinetti, le digo no, en un caso de emergencia la tenés que llevar al hospital más cercano y te aclaro, yo trabajo en el Falcón y la gente del Falcón, los médicos, mis compañeros, la están esperando, le dije. La cargamos en la ambulancia, llegamos al Hospital Falcón, y a los cinco minutos me dicen, que mi hija había fallecido.”

La denuncia

Luego de este este fuerte impacto, se desmorona la vida de Iris. “Quedé mal, psicológica y psiquiátricamente. Estuve siete meses internada en un neuropsiquiátrico por una depresión grave, después tuve una recaída y otros cuatro meses más vuelta a internar. Y verdaderamente hasta que no encuentre la paz que necesito creo que no me voy a recuperar y no sé si algún día me voy a recuperar, porque sé que a mi hija nadie me la va a devolver.

Estuve mucho tiempo de licencia, sin trabajar, casi dos años y pico. Retornando, me la encuentro a la Secretaria de Salud, Mirta Ortega Sanz, que estaba recorriendo el Hospital Falcón. La dejé que hiciera lo que tenía que hacer, pero no la perdía de vista. En un momento le digo: doctora, yo soy Gerpe Iris. Ay no me digas, me dice, hace mucho tiempo que te estaba buscando. Cosa que es mentira, a mí nunca nadie me notificó, me llamó, ni nada. Estoy enterada de tu caso, me dijo, a esa gente se le hizo un sumario. Yo sé, me dice, el SAME que tardó 30 minutos, en cuatro minutos debería haber estado en tu casa.

La verdad, no tengo respuestas buenas de nadie. He cambiado de abogadas, parece que se tiran la pelota unas a otras, no quieren la causa. Yo entiendo que es una causa jodida: la empresa domiciliaria es de ciudad de Buenos Aires, el que me daba el aparato por medio de la empresa domiciliaria es de ciudad de Buenos Aires, los únicos que serían de acá de la zona son EDENOR y el SAME. Pero en ese tiempo aun dependía de CABA el SAME, porque ahora veo que cambiaron las ambulancias,  pusieron que son del  municipio.”

Los responsables

Para Iris hay una nómina de responsables.  A saber: “Edenor, Juntos en Casa (empresa de internación domiciliaria), SAME (Municipalidad de Pilar), IOMA, Sociedad Avedis, Mecatronix SRL (Vital Support) (proveyó el aparato sin batería), Sanatorio San Pablo de San Fernando, Doctor Ramos Marcelo del Sanatorio San Pablo (dio el alta con el aparato sin batería).  

Desde abril pasado ya van cinco años y no tengo respuestas. Siempre trabas, un papel nuevo, un testigo nuevo, que una u otra cosa. Entonces quiero hacerlo público, a ver si puedo tener una respuesta. Quizás si alguna de esas personas se acerca a mí y me dice soy culpable te pido perdón, quizás ahí encuentro yo mi paz. Estoy destruida.”

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