Todos los días los argentinos estamos sometidos a las distintas expresiones de la dirigencia política, donde unos critican a otros, y nadie se hace cargo de sus propias responsabilidades. Parafraseando a Sartre “el infierno son los otros”.
Lamentablemente para unos y otros los datos estadísticos siempre les juegan mal, ya que es dificil ocultarlos, y la dirigencia cuenta, con que nadie se toma el trabajo de ir a las fuentes para ver cuanto de verdad hay en lo que dicen.
Por otra parte, estamos demasiado agobiados por la inflación, el calor que no cede, y antes la pandemia, que cada uno se ocupa de aquello que le atañe y no anda buscando cifras y datos que le son ajenos.
No voy a aburrirlos con un extenso análisis que estoy haciendo para el Observatorio, pero si quiero dejarles algunas cifras que tienen que ver con la notable gestión llevada a cabo por el gobierno encabezado por el Dr. Alberto Fernandez y la Dra. Fernandez de Kirchner, ambos plenamente responsables de la actual situación de la Argentina, aunque unos y otros se cuestionen, sin hacerse cargo de sus propias responsabilidades institucionales.
Al irse Mauricio Macri en diciembre del 2019, la deuda pública total era de 323.065 millones de dólares.
La deuda cuasi fiscal del Banco Central por emisión de Leliq era de 1.041.276.339.000, y la tasa de interés de las mismas era del 55%.
A fin de febrero del corriente año, la deuda pública total subió a 394.150 millones de dólares, aunque estas cifras son estimadas como lo advierte el Ministerio de Economía en su informes. Habría que sumarle por ejemplo alrededor de 12.000 millones por los cupones atados al PBI.
En el año 2022, la deuda creció 27.578 millones de dólares y a pesar de los pagos efectuados al FMI, la deuda con esa institución es ahora de 42.839 millones de dólares.
Al 7 de marzo de este año la deuda por Leliq del Banco Central subió a 12.014.405.443.000, es decir aumentó 12 veces respecto al 2019. Pero además la tasa de interés, que hasta hace unos días era del 75%, que anualizada la llevaba al 107%, ahora es del 78%, que anualizada es del 113%. Esto significa que el costo financiero de esa deuda es de UN BILLÓN por mes que reciben los bancos e instituciones financieras que son los únicos que pueden acceder a estas letras.
Como entre abril y junio vencían 7.5 billones de pesos en letras del tesoro, el genio de Massa, hizo una especie de canje al que entraron 4.3 billones, para patear los vencimientos al proximo gobierno, pero además dolarizó la deuda, porque los nuevos instrumentos se van a ajustar por un bono dual (inflación o aumento del tipo de cambio). Pero claro en junio le quedan vencimientos por 3.2 billones y veremos como se las arregla.
Esto de patear deuda para adelante es un vieja historia lo hizo Lacunza en el gobierno de Macri, cuando en el segundo semestre pateó la deuda para el 2020.
Cuando veo que se niegan ciertos beneficios sociales y se hacen ajustes, y veo que se le están pagando a los bancos 1 billón de pesos de intereses por mes, es muy dificil conservar la prudencia, y no calificar como se debe a este gobierno, que además de endeudarnos cada vez más, ha logrado records de inflación que no se conocían desde hace 30 años, con el constante deterioro de la capacidad adquisitiva de las personas. Ni hablar de la pobreza e indigencia que han crecido desmesuradamente durante este gobierno.
Ante estas evidencias que empobrecen cada día más a los argentinos de que sirven los discursos triunfalistas de recuperación del empleo, que hemos crecido, etc etc. ¿Creerán que somos imbéciles, que vivimos en una burbuja y no nos damos cuenta?