Lock out patronal del Grupo Metropol afecta al AMBA

La empresa de transporte Grupo Metropol, que une varios puntos de CABA, La Plata y el conurbano, decidió cortar el servicio en 23 de sus líneas desde las primeras horas de este miércoles, “por falta de insumos básicos para operar debido al continuo incumplimiento del Ministerio de Transporte de la Nación a una medida judicial favorable a Metropol”, según señalaron a través de un comunicado en sus redes sociales. Los medios hegemónicos desinforman relatando este conflicto como “paro de colectivos”, herramienta de protesta de les trabajadores por reclamos puntuales de sus condiciones laborales. Mientras tanto, esta medida perjudica a miles de vecinas y vecinos del AMBA, quienes desde hace tiempo denuncian el “pésimo servicio” que brinda el monopolio.

“Está muy complicado viajar, no voy a llegar a cursar en la facultad, me da bronca, pero mejor me vuelvo a mi casa”, se lamentaba una joven en la parada del 194 en Escobar, mano a ciudad de Buenos Aires, mientras una multitud se arrimaba a la parada del 60, la otra línea que realiza ese recorrido, y sus colectivos salían abarrotados de personas por la Panamericana. Esta escena se vivió ayer, martes 11 de abril, cuando la empresa de micros Metropol anunció por redes sociales que algunas de las líneas de colectivos que la componen y recorren el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) habían reducido su servicio y otras tenían interrupción total. Desde la empresa aducen “el incumplimiento del Ministerio de Transporte de la Nación a una medida judicial” que les favorece y exigen el pago de subsidios estatales atrasados.

El lockout empresarial se profundizó y este miércoles 12 de abril los dueños de la empresa informaron que la totalidad de sus líneas de colectivos no están circulando ya que el Gobierno no acusa respuesta frente al reclamo del “atraso en el pago de las compensaciones”. En el comunicado difundido en las redes, Metropol afirma que la “quita injustificada, desde hace 16 meses, del 15% de los ingresos fue llevada a la Justicia mediante una medida cautelar con un fallo favorable ratificado en varias instancias, el cual viene siendo desobedecido por parte del Ministerio de Transporte de la Nación, privando a la empresa de recursos que son indispensables para cubrir la totalidad de su demanda”, y remarcan “esta quita ilegitima de recursos, sumada a la problemática que sufren todos los operadores del AMBA (deuda impaga de subsidios por más de $24.000 millones a la fecha; junto al atraso por el impacto de la inflación 2023 – no incluida en los subsidios), fue soportada hasta ahora con el gran esfuerzo empresarial, y el mayor endeudamiento para cumplir con el servicio”.

Creado como Grupo Metropol  en el año 2013, la empresa tiene una larga data. Fundada en 1964 por la familia Zbikoski en Posadas, provincia de Misiones, creció bastante y en 1996 adquirió la línea 65, y pasa llamarse Transporte Público de La Nueva Metropol. Ya en el año 2000 compran la empresa Chevallier de media distancia en el tramo Once-Zarate. Para 2012 compran Sargento Cabral, Vecinal, Libertador General San Martín y la Línea 90.  Por último, suman hace unos años al Expreso Sarmiento.

Cuesta creer que el Grupo Metropol, que controla el 10% del negocio del transporte público en el AMBA, haya llegado “al límite crítico” de sus recursos, como sostienen en el comunicado, donde también notifican el pago del 100% de los salarios de más de 4000 trabajadores. Justamente, la empresa se esfuerza en remarcar como un logro ese pago, cuando la misma Metropol incumplió en el mes de enero el abono de salarios y de un adelanto de $20.000 acordado en la paritaria 2022. En algunos casos, como en la líneas 176 y 448 solo pagaron el 50% de los salarios.

En momentos en donde la consternación por el asesinato del trabajador de la línea 620, Daniel Barrientos, en el partido de La Matanza conlleva a la discusión sobre las condiciones laborales, la empresa, como muchos otros grupos monopólicos no menciona en absoluto el destino de $2.500 millones que el gobierno provincial asegura haber brindado al sector empresarial para la instalación de cámaras de seguridad en las unidades, tras haber sancionado en 2017 la ley provincial 14.897 que establece medidas de seguridad para colectivos provinciales y municipales. Mientras algunas empresas niegan haber recibido ese dinero, otras, en cambio, aluden que se utilizaron para pagar sueldos, y sustentar la compra de combustibles y elementos necesarios como neumáticos y repuestos.

En tanto, en los medios masivos de comunicación, el constante señalamiento negativo sobre manifestaciones legítimas de la clase trabajadora, la estigmatización sobre la protesta social, adopta otra forma cuando se trata de empresas quienes llevan a cabo una acción. Las y los trabajadores históricamente han utilizado distintas herramientas para reclamar mejores condiciones laborales y el cambio social, como la huelga, el paro, el corte de calles, movilizaciones, entre muchas otras. Desde hace décadas, los medios masivos han atacado esta forma de organizarse y protestar que tiene habitualmente como sujetos a quienes no tienen los medios de producción, y  recurren a ciertos periodistas televisivos muy dados a expresar el “dolor de cabeza” que generan esas acciones a “la gente” (1). Sin embargo, cuando se trata de quienes sí detentan los medios de producción, jamás se pronuncian en torno a la explotación y maltrato que realizan. El lockout es la decisión empresarial arbitraria del cese de tareas, impidiéndoles a les trabajadores realizar su trabajo, con el fin de presionar el Estado o a los propios laburantes. Desde la medianoche, diversos medios apuntaron a utilizar la palabra “paro”, o a denominar “paro de colectivos” a un claro lockout patronal.

Entre las principales consecuencias de esta medida, volvemos a la escena del principio: la incomodidad y la dificultad para viajar en la región del AMBA. Muchas personas ni bien supieron de la acción buscaron alternativas para llegar al trabajo, al lugar de estudio o a un turno médico.  Muchas otras destinaron tiempo a responder y cuestionar en las redes sociales a la empresa, sobre todo en las líneas que unen las zonas del conurbano norte, como Escobar y Pilar, que sin las líneas 176 y 276 por ejemplo, se dificulta o no  pueden trasladarse, directamente. Sin embargo, lo más notorio fue que casi en su mayoría todas las personas reflejaban que, entre la medida y el servicio habitual, no había prácticamente diferencia.

Un diario local, Pilar a Diario, enumeró en una nota los mensajes llegados a sus redes sociales. Así, reprodujo la bronca de muchas vecinas y vecinos. Por ejemplo,  el lector identificado como Gerchu Buodo se preguntó “por qué no ponen otra empresa que haga su recorrido, si ya pasan a cualquier horario y pasan llenos, ahora peor. Desde que era La Isleña andaban mal ya por eso intervino la empresa Metropol y está funcionando peor”.

Para Fabián Alanis, el paro se suma a “que pasan un cada dos horas”, mientras que María Esther De Pablo ironizó: “El 276 todo el tiempo que está vive en reducción entonces, para los pasajeros que tendrían que viajar en tres unidades por lo menos, los llevan en una sola, especialista en reducir es esta empresa”.

Liliana Juárez apuntó también que el “176 es desastroso, vienen cuando quieren y a veces vienen dos juntos hacia pilar por ende los perdés y sonaste porque tenés que esperar más de 45 minutos”.

“Si así sin reducción funcionaban mal no me quiero imaginar ahora”, planteó Juan Espíndola, mientras que Liliana Cormack dijo: “El 276 lo toma el laburante, no puede reducir el servicio entre Luján y Pilar”.

“Que le saquen la concesión y que se la den a otro que quieran trabajar. Sacan la línea más importante”, propuso

El enojo es común entre vecines de Escobar y Pilar con respecto a la Metropol, al punto de que una vecina de Matheu elaboró hace un mes una petición en el sitio change.org  https://www.change.org/p/exijamos-a-la-l%C3%ADnea-276-que-regule-sus-horarios-y-frecuencia para que la línea 276 regule sus horarios y frecuencia, donde explica: “somos rehenes de la línea 276, pertenece al monopolio de la empresa Metropolita, la frecuencia de dicha línea, llega a tener desde 45 minutos a una hora y media de atraso, las personas que van a trabajar no solamente deben pagar un boleto injusto que no corresponde al servicio que nos dan, sino que también más de una vez hay que recurrir al remis para no llegar tarde al trabajo, o escuela o turno médico…”  

No es la única persona que utilizó esa plataforma para exigir un trato digno por parte de un monopolio que no  permite que otras líneas hagan esos recorridos. Encontramos muchos ejemplos más.  https://www.change.org/p/todos-que-haya-otra-linea-de-colectivo-de-pilar-escobar-la-276-es-un-desastre

 

A medida que las horas pasan, la incertidumbre entre las y los pasajeros habituales crece debido a que Metropol advierte que el corte del servicio será por tiempo indeterminado, a pesar de haber recibido el mensaje de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) que les intimaba a levantar la medida de fuerza.

 

NdR:

(1) Al momento de escribir estas líneas miro TN y en el móvil y el piso, la denigración a la lucha de les trabajadores del Subte es encarnizada.

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