Durante la tarde del viernes declaró la bioquímica Jorgelina Garrote, del laboratorio de Toxicología de la Policía bonaerense, quien estuvo a cargo de analizar en septiembre de 2019 las muestras de sangre de las víctimas de la Masacre de Monte en búsqueda de presencia de alcohol. Su testimonio fue revelador frente al inusual registro de 3,26 gramos de alcohol por litro de sangre detectado sobre la muestra de Aníbal Suárez –el joven de 23 años que conducía el Fiat 147-. Según Garrote un cuerpo en estado de putrefacción experimenta un desarrollo microbiano con bacterias que pueden fermentar la glucosa de la sangre y transformarla en alcohol. Y ese proceso es inevitable si la muestra de sangre de un cuerpo sin vida se extrae y envasa sin conservantes, como ocurrió en este caso de acuerdo a la rotulación médica.
La bioquímica Jorgelina Garrote explicó a los jurados que, en los casos de cadáveres, los médicos de la autopsia son los encargados de tomar las muestras de sangre de la vena femoral, las cuales se envían al Laboratorio de Toxicología en bolsas termoselladas y rotuladas. Entre otros datos, se consignan número de causa, fecha de la muestra y si se han utilizado conservantes.
“En general a las muestras cadavéricas se les agrega conservantes para frenar el desarrollo microbiano. Ocurre que las bacterias de la putrefacción pueden fermentar la glucosa del cuerpo y transformarla en alcohol”, detalló. Esto significa que en un estudio puede aparecer un determinado nivel de alcohol pero de origen bacteriano, y no necesaria o exclusivamente por el consumo que hubiera realizado la persona antes de morir.
Con estos argumentos científicos podría entenderse cómo fue posible que la muestra de sangre de la víctima Anibal Suárez -dueño del Fiat 147 y conductor del vehículo aquella noche del 19 de mayo de 2019- haya registrado 3,26 gramos de alcohol por litro. Cabe destacar que las bolsas termoselladas con muestras correspondientes a las víctimas de la Masacre de Monte estaban rotuladas con la siguiente aclaración: sin conservantes.
“El alcohol por fermentación de glucosa no se puede diferenciar del alcohol ingerido en vida por una persona, y de allí que es difícil o imposible determinar de dónde proviene el alcohol que se detecta en un análisis. Por otra parte, hay que tener en cuenta el paso del tiempo desde que se toma la muestra hasta que se realiza el estudio; la temperatura y las condiciones generales de conservación”, amplió la bioquímica.
Sobre esto último detalló que las muestras de sangre fueron recibidas en junio de 2019 y que inmediatamente fueron guardadas en freezers hasta septiembre del mismo año, cuando se realizaron los análisis propiamente dichos.
Por las bajas temperaturas en las que fueron guardadas se frenó el desarrollo microbiano durante esos tres meses, pero nada asegura que entre el 20 de mayo y el día en que las muestras fueron enviadas al Laboratorio de Toxicología se hubieran respetado las condiciones óptimas de temperatura para evitar la acción de las bacterias y la transformación de la glucosa en alcohol.
Faltan -en el comienzo de la cadena de custodia- elementos fundamentales para poder afirmar o descartar que aquella noche el joven Aníbal Suárez consumió alcohol y cuánto.
Y si bien la presencia o no de alcohol por consumo no modifica la responsabilidad de los cuatro policías que emprendieron la brutal persecución con disparos, descartar tal extremo respecto a Aníbal Suárez echa por tierra la endeble y absurda teoría de la defensa que pretende responsabilizar al conductor del Fiat 147 por haber causado un “accidente” producto de “su estado de ebriedad”.
Otro de los testimonios fundamentales de la jornada del viernes fue el de la única sobreviviente, Rocío Quagliariello. Su declaración fue realizada hace algunas semanas en cámara Gesell por sugerencia de la Asesoría Pericial de La Plata con el objeto de no exponer a la víctima al interrogatorio de las partes en una sala de juicio sino que pudiera expresarse ante psicólogos, en un contexto cuidado y seguro para la joven que hoy tiene 17 años y que al momento de la masacre tenía apenas 13.
Sobre este punto, la psicóloga María Andrea Hernández, del fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, explicó al Jurado que mantuvo una primera entrevista con la joven en 2021 y que pudo constatar un nivel intelectual acorde a una adolescente de su edad aunque con un discurso poco fluido.
“Le costaba expresarse a pesar de que se esforzaba. Su discurso era carente de afectividad, con mucha angustia y como ausente, algo que se puede relacionar con la experiencia que vivió en mayo de 2019. Se trata de mecanismos defensivos como la disociación: eso que fue muy doloroso se guarda en alguna parte de la mente y queda como en reposo para que la persona pueda reconstruir y continuar con su vida”, amplió la testigo Hernández.
En cuanto a la propia Rocío, su testimonio en video fue proyectado en la sala de audiencias del TOC 4 de La Plata: “Ese día voy a la plaza con Camila (López) y vino Danilo (Sansone) y dijo de ir a dar una vuelta. Después de ahí no me acuerdo más hasta que desperté en el hospital (…) La policía nos venía siguiendo pero no sé por qué. Después recuerdo que Gonzalo (Domínguez) se agarra la rodilla y dice ‘me arde, me arde’ y no me acuerdo más”.
Por otra parte, también declaró el testigo Pablo Luis Taffarel,perito criminalístico de Gendarmería Nacional que el 22 de mayo de 2019 fue convocado por la fiscalía de Cañuelas -a cargo de la instrucción de la causa- para realizar un estudio de daños en el Fiat 147, posibles impactos de bala y cualquier otro ítem de interés para la causa penal.
Según el perito, al menos dos proyectiles habrían impactado sobre el vehículo con trayectoria de atrás hacia adelante. Uno de los impactos habría ingresado por una de las micas de freno traseras y el otro por el piso del vehículo (posiblemente por rebote en la calle).
Por su parte, otro perito de Gendarmería Nacional, José Alberto Gutiérrez, brindó su testimonio respecto a las imágenes de cámaras de seguridad municipal que registraron distintos momentos de la persecución y otras secuencias de interés.
El próximo lunes desde las 10 comenzará la última jornada de producción de prueba ya que el martes se presentarán los alegatos finales de las partes y el miércoles llegará el veredicto del jurado popular.