¿Qué ocurre en Rusia después del Día Más Largo?

Tras la “rebelión” de Wagner -que no fue más que un flagrante intento de golpe de Estado, y un ardid de relaciones públicas demostrada por la teatralidad de primer orden de Prighozin-, el entusiasmo de la OTAN y del Occidente colectivo ante la posibilidad de que Rusia cayera en el caos y la guerra civil se convirtió rápidamente en una absoluta decepción.

Imagen: The Cradle.

El primer borrador de los extraordinarios acontecimientos que tuvieron lugar en Rusia El Día Más Largo -el sábado 24 de junio- nos lleva a toda una nueva lata de gusanos.

La Mayoría Global tiene muchas ganas de saber qué ocurrirá a continuación. Examinemos las piezas clave del tablero de ajedrez.

El Ministro de Asuntos Exteriores Sergei Lavrov va al grano: ha recordado a todo el mundo que el modus operandi del Hegemón consiste en respaldar los intentos de golpe de Estado siempre que pueda beneficiarse. Esto encaja con el hecho de que el Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia (FSB) está investigando activamente si la inteligencia occidental estuvo implicada en “El día más largo” y de qué manera.

El presidente Putin no pudo ser más inequívoco:

“Ellos [Occidente y Ucrania] querían que los soldados rusos se mataran entre sí, para que murieran soldados y civiles, para que al final Rusia perdiera, y nuestra sociedad se desintegrara y se ahogara en sangrientos enfrentamientos civiles (…) Se frotaban las manos, soñando con vengarse de sus fracasos en el frente y durante la llamada contraofensiva, pero calcularon mal.”

El Occidente colectivo -desde el Secretario de Estado Anthony Blinken para abajo- intentó frenéticamente distanciarse, incluso cuando la CIA filtró, a través de su portavoz característico, el Washington Post, que sabían de “la rebelión”.

La agenda era dolorosamente obvia: Kiev perdiendo en todos los frentes sería enterrado ritualmente por la cobertura mediática de la falsa “guerra civil” rusa.

No hay ninguna pistola humeante – todavía. Pero el FSB está siguiendo varias pistas para demostrar cómo “la rebelión” fue montada por la CIA/OTAN. El espectacular fracaso hace aún más incandescente la próxima cumbre de la OTAN del 11 de julio en Vilna.

Los chinos, al igual que Lavrov, también fueron al grano: el Global Times afirmó que la idea de que “la revuelta de Wagner debilite la autoridad de Putin es una ilusión de Occidente”, ya que la “fuerte capacidad de disuasión” del Kremlin aumenta aún más su autoridad. Esa es exactamente la lectura de la calle rusa.

Los chinos llegaron a su conclusión tras una visita crucial del viceministro de Asuntos Exteriores, Andrei Rudenko, que voló rápidamente a Pekín el domingo 25 de junio. Así es como funciona en la práctica la férrea asociación estratégica.

“La rebelión” como ardid de RRPP

Podría decirse que la mejor explicación hasta ahora de los entresijos del Día Más Largo la ha ofrecido Rostislav Ischenko.

La Mayoría Global se alegrará de que la teatralidad de Prighozin, al final, dejara al Occidente colectivo aturdido, confundido y golpeado: ¿no se suponía que todo el asunto iba a desatar el caos total dentro de la sociedad y el ejército rusos?

Incluso mientras se producía el falso y relámpago “motín”, Rusia continuó golpeando a las fuerzas de Kiev -que, por cierto, estaban haciendo circular que la fase principal de la “contraofensiva” se lanzaba exactamente el 24 de junio por la noche.Como era de esperar, se trataba de otro farol.

De vuelta a la calle rusa.”La rebelión” -incorporada en una trama muy enrevesada- al final fue ampliamente interpretada como una simple demostración militar más (del maestro de ceremonias Prighozin, no por la inmensa mayoría de los soldados de Wagner). “La rebelión” resultó ser una maniobra de relaciones públicas occidental, una serie de imágenes (en definitiva difuminadas) para consumo global.

Pero ahora las cosas van a ponerse mucho más serias.

Lavrov, una vez más, señaló el papel que está desempeñando el siempre engreído Le Petit Roi, Emmanuel Macron, junto a Estados Unidos: “Macron vio claramente en los acontecimientos una oportunidad para materializar la amenaza de que Ucrania asestara a Rusia un golpe estratégico, un mantra al que se han aferrado los líderes de la OTAN.”

Así que, al igual que Kiev y los medios de comunicación occidentales, añadió Lavrov, Macron sigue formando parte de una única “máquina” que trabaja contra Moscú. Esto se vincula con lo declarado por Putin sobre la intervención de Macron el domingo respecto a que “toda la maquinaria militar, económica y de información occidental se ha puesto en marcha contra nosotros.”

Y eso es un hecho.

Apostando a un “bloqueo económico a largo plazo”

Otro hecho se suma a los nubarrones más ominosos en el horizonte.

Mientras nadie prestaba atención, un minicongreso de funcionarios de seguridad nacional tuvo lugar en Copenhague exactamente los fatídicos 24 y 25 de junio.

Se podría decir que discutían sobre “la paz en Ucrania”. Lo presidió nada menos que el consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan.

En la reunión estaban presentes Brasil, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Dinamarca, India, Canadá, Arabia Saudí, Turquía, Sudáfrica, Japón, Ucrania… y el proverbial eurócrata de la no soberana Unión Europea (UE).

Obsérvese la mayoría del G7, codo con codo con tres miembros del BRICS y dos aspirantes al BRICS+.

“Paz en Ucrania” significa, en este contexto, el llamado “plan de paz Zelensky” de 10 puntos, que implica una derrota estratégica rusa total -completa con la restauración de Ucrania dentro de las fronteras de 1991 y el pago de colosales “reparaciones” por parte de Moscú.

No es de extrañar que China no participara en él. Sin embargo, tres BRICS -llamémoslos los nodos más débiles- estaban allí. Los BRICS y los futuros miembros de los BRICS+ componen los seis “estados pendulares” que serán cortejados sin descanso y/o sometidos a duras Guerras Híbridas por el Hegemón para que “se comporten” cuando se trate de Ucrania: Brasil, India, Sudáfrica, Turquía, Arabia Saudí e Indonesia.

Luego está el 11º paquete de sanciones de la UE, que está llevando la guerra económica contra Rusia a un nivel completamente nuevo, como atestigua el Representante Permanente en funciones ante la UE, Kirill Logvinov.

Logvinov explicó cómo “Bruselas pretende arrastrar al mayor número posible de países a esta guerra (…) Hay un claro cambio, de una fracasada blitzkrieg que se decía que causaría un daño irreparable a Rusia, a un juego de múltiples movimientos con el objetivo de establecer una especie de bloqueo económico a largo plazo contra nuestro país”.

Eso es territorio de Guerra Híbrida sin diluir – y los objetivos clave son los seis “estados pendulares”.

Logvinov señaló cómo “la UE siempre prefiere utilizar el chantaje y la coacción. Dado que la UE sigue siendo el mayor socio económico de muchos países, así como una fuente de inversión y un donante financiero, Bruselas tiene claramente suficiente influencia para ejercer presión. Así que la lucha de la UE contra la elusión de las sanciones se prevé larga e inflexible”.

Así que bienvenidas sean las sanciones extraterritoriales, versión UE, poniendo en la lista negra a las empresas de terceros países “sospechosas” de reexportar a Rusia productos prohibidos o dedicadas al comercio de petróleo sin tener en cuenta el llamado tope ruso de precios del petróleo.

Diversión bajo el sol bielorruso

Entre tanta emoción barata, ¿cuál será el próximo papel del actor protagonista del Día Más Largo (e incluso antes)? ¿Tiene importancia?

A los eruditos chinos les gusta recordarnos que durante los periodos de agitación de China -por ejemplo, al final de las dinastías Han y Tang- la razón siempre estuvo en los señores de la guerra que no seguían las órdenes del Emperador.

Los jenízaros del Imperio Otomano -su Wagner en aquella época- debían proteger al sultán y luchar en sus guerras. Acabaron decidiendo quién podía ser Sultán – tanto como los legionarios del Imperio Romano acabaron decidiendo quién sería Emperador.

El consejo chino es siempre clarividente: Cuidado con cómo usas a tus soldados. Asegúrate de que creen en aquello por lo que luchan. De lo contrario, se darán vuelta y te morderán.

Y eso nos lleva a Prighozin, una vez más, a cambiar su historia (es un especialista en la materia).

Ahora dice que los días 23 y 24 de junio fueron una mera “manifestación” para expresar su descontento. El objetivo principal era demostrar la superioridad de Wagner sobre el ejército ruso.

Bueno, todo el mundo ya lo sabía: Los soldados de Wagner llevan más de 10 años combatiendo día tras día en Libia, Siria, la República Centroafricana y Ucrania.

Y por eso podía presumir de que “Wagner avanzó 700 km sin encontrar resistencia. Si Rusia les hubiera pedido que se hicieran cargo de la guerra desde el principio, eso habría terminado la noche del 24 de febrero de 2022”.

Prighozin también está aludiendo a un acuerdo con Bielorrusia, tendiendo niebla de guerra adicional en torno a una posible transferencia de Wagner bajo jurisdicción bielorrusa. La OTAN ya está aterrorizada de antemano. Esperen más presupuestos militares inflados, a imponerse en la cumbre de Vilna el mes que viene.

Ya se están construyendo en Bielorrusia, en la región de Mogilev, campos para alojar al menos a 8.000 combatientes de Wagner, según Vyorstka.

La verdadera historia detrás de esto es que Bielorrusia, desde hace un tiempo ya, ha estado previendo un posible ataque de la rabiosa Polonia. Paralelamente, como para poner a la OTAN en modo extra enloquecido, Moscú podría estar contemplando la apertura de un nuevo frente entre Lviv y Kiev.

Wagner en Bielorrusia tiene todo el sentido. El ejército bielorruso no es precisamente fuerte. Wagner asegura el frente occidental de Rusia. Eso provocará un infierno en la OTAN, incluso en sentido figurado, y les obligará a gastar sumas aún más astronómicas. Y Wagner puede utilizar alegremente los aeropuertos de Bielorrusia para proseguir sus actividades -rebautizadas- en Asia Occidental y África.

Todo lo sucedido desde El Día Más Largo forma parte de un nuevo giro dramático en una serie en desarrollo, mucho más apasionante que cualquier cosa que pueda ofrecer Netflix.

Sin embargo, lo que realmente parece esperar la mayoría de la opinión pública rusa no es otra farcesca Cabalgata de las Valquirias. Esperan un serio desecamiento del pantano burocrático de estilo soviético, y un compromiso real para llevar esta “casi guerra” a su conclusión lógica lo antes posible.


Traducción: Indymedia Argentina.

Fuente: https://thecradle.co/article-view/26461/what-happens-in-russia-after-the-longest-day

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