Medidas de fuerza por autodefensa en el subte

La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) paralizará este miércoles 26 de julio el servicio de todas las líneas de subte durante tres horas. La medida de fuerza comenzará a las 13 y se extenderá hasta las 16 hs, en reclamo de la “reducción de la semana laboral para estar menos expuestos al asbesto”.

El servicio de todas las líneas de subtes estará interrumpido entre las 13 y las 16 hs. Los trabajadores del subte llevan a cabo desde hace semanas una serie de medidas de autodefensa en el marco de un plan de lucha en el que exigen la reducción de la jornada laboral a 30 horas semanales, “para tener dos francos y disminuir nuestra exposición al asbesto”.

“El asbesto es un material prohibido en nuestro país desde el año 2003 por ser cancerígeno. La exposición al asbesto ya causó la muerte de 3 trabajadores”, detallaron desde el gremio, y agregaron que “tenemos 6 compañeros con cáncer, 87 trabajadores y una pasajera con afecciones en los pulmones y 2150 trabajadores que todos los años deben concurrir a vigilancia médica para saber si están enfermos o no”.

Los trabajadores liberarán molinetes a las 12 hs, por lo que hasta las 13, horario en que se paralizarán todas las líneas de subte y el premetro, se podrá viajar sin pagar en las estaciones San Pedrito (A); Rosas (B); Constitución (C); Congreso de Tucumán (D); Virreyes (E), Facultad de Derecho (H).

La peligrosidad del asbesto

El asbesto es una fibra mineral, irrompible, muy usada por su resistencia a la fricción y al aumento de temperatura. También es ignífuga. Fue muy popular en todo el mundo y, además de en los subtes porteños, sigue presente en la inmensa mayoría de los hogares y edificios de la Argentina.

Es uno de los cancerígenos ambientales y laborales más conocidos. Los riesgos de enfermarse están relacionados a la exposición prolongada.

El material se encuentra en varias formaciones del Subte porteño. Por ejemplo, en los viejos coches CAF 5000 y CAF 6000, comprados de segunda mano en 2011 y 2013 respectivamente por Mauricio Macri cuando era Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires al Metro de Madrid. Algunas de estas formaciones habían circulado por más de 35 años y estaban muy desgastadas, al punto tal que las que no fueron vendidas a Buenos Aires fueron usadas para pruebas de explosivos.

Durante años la gestión porteña negó que hubiera material cancerígeno en las mismas, hasta que finalmente lo reconocieron en 2022.

Otras flotas de la red en las que también se encontró el peligroso material son los CAF-GEE, Nagoya 250/300/1200, Fiat Materfer y Mitsubishi.

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