Uruguay: UPM y la crónica del crimen del Arroyo Sauce

Uruguay

UPM y la crónica del crimen del Arroyo Sauce

José Rocca
https://twitter.com/josearocca

El arroyo Sauce, uno de los efluentes del río Negro, sufrió una invasión de soda caústica que destruyó vida y paisajes. Técnicos del Ministero de Medio Ambiente, reconocieron en clave poética, que la vida se “extinguió” en el curso de agua.

Las declaraciones sobre los hechos se fueron sumando en el tiempo de manera parcial y eventualmente contradictoria. El puzzle se fue articulando con dificultad.

El día 17 de agosto UPM emitió un comunicado informando sobre un incidente, luego que un vecino de un predio lindero a la planta de celulosa de pueblo Centenario informó de la existencia de peces muertos en el arroyo.

En la versión de la empresa una de las piletas de la zona de descarga de insumos, se había contaminado con soda caustica.

Recién el 21 de agosto, el Ministerio de Medio ambiente concurrió a la planta. El informe de los técnicos reconoció que la pileta “no era apta” para contener el producto químico. Además que el sensor del control del nivel de la pileta no funcionaba. En su versión la soda se fue filtrando hacia la tierra y desde allí a los cursos de agua.

A finales de setiembre merced a la difusión de denuncias de periodistas y militantes defensores del medio ambiente, el crimen tomó estado público. Muerte de peces, moluscos, crustáceos, plantas acuáticas, flora, dieron testimonio.

El 8 de octubre un comunicado del Movimiento por un Uruguay Sustentable (MOVUS) calificó de mentiras a los datos brindados por UPM. Señaló que el derrame de la soda fue en el sistema de efluentes y no en la zona de descarga. También acusó a la empresa de falta de controles, negligencia y de ocultar la magnitud del suceso.

El 12 de octubre el Ministro de Medio Ambiente, quebró un largo silencio dando su versión ante la Comisión de Ambiente de la Cámara de Diputados. Su discurso pretendió justificar su inspección tardía en factores climáticos. Supuestamente la lluvia postergó su presencia en el escenario de los hechos.

La presentación se pareció más a la de un abogado defensor de UPM que a un custodio del medio ambiente. Su esfuerzo se dirigió a pretender minimizar las cifras sobre la magnitud del vertido. Sin embargo quedó claro el incumplimiento del prometido plan de Gestión Ambiental por parte de la empresa, la inexistencia de medidas de prevención y de controles efectivos por parte del Ministerio.

Pese al volumen del desastre la planta siguió en funciones y la sanción de 40.000 dólares de multa se asemeja a una broma de mal gusto. El monto ni roza la “caja chica” del grupo transnacional que posee en Uruguay viveros, latifundios, enormes plantaciones de monocultivos de eucalipto, puertos, a su servicio e invierte fortunas en publicidad y marketing. Y por si fuera poco informa a sus accionistas que sus ganancias son de 1 millón de dólares diarios.

Es de temer que el crimen del arroyo Sauce sea solamente una perla más en la curricula de UPM. Un incidente que amenaza repetirse con mayor o menor intensidad y frecuencia. Una muestra del peligro que se cierne sobre fauna, flora, poblaciones, que verán pasar trenes cargados de productos químicos y pasta de celulosa para una empresa que está dando sobradas muestras de improvisación, negligencia e irresponsabilidad.

Detrás de la escena, un patrón de acumulación, jugado a grandes capitales del exterior, que saquean el territorio oriental y se burlan del pueblo.

fuente: https://joserocca.org/upm-y-la-cronica-del-crimen-del-arroyo-sauce/

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también editado en https://redlatinasinfronteras.wordpress.com/2023/10/17/uruguay-upm-y-la-cronica-del-crimen-del-arroyo-sauce/

1 Comment

  • Nelson Muñoz

    Gracias por este artículo tan interesante como claro, en el que quedan retratadas de forma muy negativa UPM, compañía internacional finlandesa, que se ufana de estar entre las más sostenibles del mundo, según la revista “Corporate Knights”, publicación relacionada con UPM que promueve “un capitalismo limpio”, y el Ministerio de Medio Ambiente de Uruguay, una institución pública muy poco creíble, como ya hemos visto, a la que le importa el medio ambiente de forma teórica, cara a la galería.

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