Es la primera causa en donde un jurado popular efectuó un veredicto de culpabilidad en contra de un policía quien en ejercicio de sus funciones cometió un delito, en este caso la muerte de una persona.
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El 13 de febrero de 2020, Diego Barreto de 25 años, cayó desde el balcón de su departamento, en Resistencia, quedando en estado de shock.
Tres policías que pasaban por el lugar pensaron que Diego estaba bajo los efectos de estupefacientes y procedieron a reducirlo.
El joven, sin ofrecer resistencia, fue inmovilizado y esposado boca abajo, mientras que el oficial Gaston Delfino presionó su espalda con una de sus rodillas.
La autopsia reveló que Diego murió por “asfixia mecánica” debido a la compresión de su cuello. El caso de Diego Barreto, fue comparado con el de George Floyd, el afroamericano asesinado por la policía de Minneapolis-EEUU.
El abogado querellante por parte del Comité para la prevención de la tortura del Chaco, Roberto Sotelo, explicó que en un primer momento el caso estuvo caratulado como suicidio pero luego pidieron recaratularlo porque entendian que se trataba de una muerte en custodia.
Luego de varios años de investigación esta causa se elevó a juicio mediante la modalidad de juicio por jurado. El ex oficial ayudante Gastón Delfino recibió una pena de tres años y dos meses de cumplimiento efectivo.
“Los tres policías acusados por la muerte de Diego Manuel Barreto fueron sometidos al veredicto de un jurado popular en el cual declararon por unanimidad culpable al señor Gastón Iván Delfino por el delito de homicidio culposo con la pena de tres años y dos meses de prisión más la inhabilitación por ocho años para ejercer cargos vinculados a la seguridad”, explicó Sotelo.
Es la primera causa en donde un jurado popular efectuó un veredicto de culpabilidad en contra de un policía quien en ejercicio de sus funciones cometió un delito, en este caso la muerte de una persona.
Para Analía Ojeda, madre del joven, el proceso para llegar a una sentencia fue largo y doloroso, ya que tuvo que defender a su hijo de múltiples acusaciones sin fundamentos.
“El proceso fue muy duro, he pasado por muchas cuestiones, operaciones psicológicas, corporales y todo lo que una madre sufre al morir también con su hijo porque yo estoy muerta en vida”, aseguró Ojeda.
Al respecto de la condena que se le dio al asesino de su hijo, reconoció la importancia de la condena contra un efectivo policial pero aseguró: “para mí la condena es baja para una muerte de una persona, de una persona llena de vida de 25 años, obviamente que es muy baja”.
El caso de Diego Barreto, es un precedente histórico para la provincia del Chaco, ya que es la primera vez que un miembro de las fuerzas de seguridad es condenado por un jurado popular por la muerte de una persona bajo custodia policial.