Los sindicatos nucleados en las confederaciones de transporte se juntaron en una mesa nacional para decidir un plan de lucha y enfrentar las políticas de ajuste en el sector. Fue luego de las amenazas del Gobierno a los gremios aeronáuticos y el anuncio de una concesión privada para Aerolíneas Argentinas. La semana que viene, la mesa del transporte podría decidir un paro en todo el país.
Por Fernando Cibeira.
Ante una CGT que sólo observa y saca comunicados, los gremios aeronáuticos consiguieron el respaldo del resto de los sindicatos del transporte que anunciaron la creación de una “mesa nacional” que se declaró en estado de alerta y movilización ante la política de ajuste que lleva adelante el Gobierno en todo el sector y la extorsión planteada para el caso concreto de Aerolíneas Argentinas. “La semana que viene vamos a decidir un plan de lucha que seguramente arrancará con un paro de actividades”, adelantó Omar Maturano, secretario general de La Fraternidad, en diálogo con El Destape Radio. Los gremios transportistas reaccionaron así a las amenazas del vocero presidencial Manuel Adorni que habló de “piquetes gremiales extorsivos”.
La Casa Rosada encontró en los gremios aeronáuticos -en especial en la figura de Pablo Biró, de APLA- un enemigo ideal con quien confrontar en momentos que el humor social comienza a caldearse contra las políticas de ajuste. Demonizados por los medios de comunicación hegemónicos -que permanentemente califican como “salvajes” las medidas de fuerza gremiales en reclamo de aumentos salariales- y objeto de malhumor de sectores de clase media molestos porque tienen inconvenientes para viajar, los funcionarios salieron a apuntar todos sus cañones contra los gremios. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, denunció a Biró por supuesta incitación a la violencia y este jueves el Gobierno desplegó toda una ofensiva dedicada al tema.
Hubo una reunión de la que participó la plana mayor del Ejecutivo exclusivamente para tratar el conflicto y luego salió Adorni a poner un plazo -mediados de octubre- para que la paritaria aeronáutica se resolviese, de lo contrario el Ejecutivo avanzaría en un plan de concesión a una línea privada latinoamericana del servicio de cabotaje de Aerolíneas Argentinas. Aseguró que había cinco interesados. Sin embargo, los expertos dijeron que esa salida era de dudosa legalidad. Por otro lado, la bancada del PRO tiene presentado un proyecto de privatización de la empresa que prometieron darle nuevo impulso. El propio Mauricio Macri, con intereses en el negocio aeronáutico, salió en las redes a plantear alternativas para liquidar Aerolíneas.
Ante estos avances que se replican en otros sectores, las dos confederaciones sindicales del transporte CATT y UGATT decidieron unirse y crear una inédita mesa nacional del transporte. Del primer encuentro participaron los dirigentes Juan Pablo Brey (Aeronavegantes), Omar Maturano (La Fraternidad), Mario Caligari (UTA); Pablo Moyano y Omar Pérez (Camioneros), Juan Carlos Schmid (Fempinra), Pablo Biró (APLA) y Raúl Durdos (SOMU). “Nuestro eje es la defensa de la soberanía del país que está representada en las rutas nacionales, en los trenes, mares, ríos y cielos, frente al atropello cotidiano que vemos implementa el gobierno de Javier Milei en cada modo”, sostuvieron en una declaración en la que recordaron, por si hiciera falta, que el derecho a huelga está garantizado en la Constitución Nacional.
“Al movimiento obrero se lo está hostigando por parte del Gobierno”, sostuvo Maturano. Por ese motivo, la flamante mesa se declaró “en estado de alerta y movilización” y anticipó que la semana próxima tendrán su segunda reunión para definir un plan de acción, que podría contemplar un paro. Cuando se declara un paro general, el sector transportista es clave para el éxito de la medida. Aquí, explicaron su rechazo al ajuste que impulsa el Gobierno para la actividad ferroviaria, aerocomercial, transporte de carga y pasajeros, marítima y fluvial, todas actividades que podrían paralizarse en caso de medida de fuerza. Además, declararon su solidaridad con los trabajadores aeronáuticos que vienen reclamando una mejora salarial. Biró calculó en un 77% el retraso de las remuneraciones.
Un paro del transporte sería una señal dirigida a la CGT, que se mantiene a distancia de los sectores combativos que le reclaman mayor presencia en las calles en rechazo al modelo libertario. La cúpula cegetista -con la notoria excepción de Moyano- prefiere mantener los canales de diálogo con el Gobierno abiertos y sigue a la expectativa de que salga publicada la reglamentación de la reforma laboral, que atenuaría el texto aprobado en la ley Bases. También mantienen el apoyo institucional con los gremios en conflicto. Esta semana recibieron a Biró y emitieron un comunicado rechazando la denuncia que le presentó Bullrich. “Esta CGT llama a la reflexión al poder Ejecutivo respecto de lo inconducente de intentar resolver en la justicia lo que debe discutirse en una mesa paritaria”, afirmaron.