FILOSOFIA CRÍTICA
La intención de este espacio es la de generar un punto de reflexión y crítica, en medio de un mundo donde las supuestas certezas son la norma, y donde el enajenado y acelerado presente signado por la eficiencia, la producción y la valorización del capital destruyen todo a su paso, no dejando lugar al pensamiento. He ahí la tarea: dar lugar a la irrupción del pensar, dar lugar a pensamientos radicalmente otros, modos de pensar y modos de ser forcluídos, oprimidos, olvidados, pero cuyo horizonte nos muestra la aurora del porvenir.
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Semiocapitalismo, aceleración y neorreacción
Entrevista a BIFO BERARDI
video: https://youtu.be/ngX2T_JN-Cs
11 marzo 2025
Bienvenidos y bienvenidos a otro episodio de filosofía crítica. En esta oportunidad tenemos a un invitado de lujo Franco Bifo Berardi …
Vamos a comenzar brevemente con las preguntas. Ante todo quería preguntarte sobre tus inicios, el joven Bifo. ¿Cómo fue que te acercaste al Partido Comunista de Italia, a los 12 13 años a la Federación Juvenil Comunista de Italia. Después tu acercamiento a la filosofía…?
– Yo he nacido en 1949 que es el año de la Revolución china. He crecido en un barrio obrero en un barrio pobre de la ciudad de Bologna. La ciudad de Bologna tiene una tradición de izquierda, una tradición socialista y comunista. Mi padre había sido partisano durante la guerra y después era un militante comunista. Entonces mi ambiente ha sido el ambiente de la izquierda popular de los años 50-60 italianos. En en el año 1964 leyendo mucho de poesía de Maiacovsky y Jlébnikov, y de todos los futuristas rusos. A un cierto punto me interesaba mucho la poesía de la vanguardia americana, la Beat generation.
A los 14 años, en 1964 me he inscripto en el Partido Comunista. Puede parecer un poco extraño esto de que un niño de 14 años se inscriba en un partido, hoy es estraño. En aquella época no lo era mucho porque a los 16-17 años ya se empezaba una vida de participación política. Esto es difícil de comprender hoy, porque hoy los chicos crecen solos, crecen en un ambiente que es esencialmente un ambiente de soledad, de relación con la pantalla, de relación conectiva. En aquella época la socialidad, la amistad y la política entraban en la vida muy pronto, muy temprano.
Y después en 1967 me expulsaron del partido comunista, 3 años después; porque tenía mucha simpatía por la revolución cultural proletaria china.
Eso hace un poco reir hoy, pero era una ruptura muy profunda interior del movimento obrero y un militante del partido comunista italiano no podía tener un retrato de Mao Tse Tung sobre su cama, como yo tenía entonces.
Pero no solo por eso, en el mismo tiempo había conocido Cuaderni Rossi Clase Operaria, la organización de Poder Obrero y en estos años 66-67 mientras participaba en las reuniones del partido, de la juventud comunista; al mismo tiempo participaba a las reuniones de los obreros autónomos contrarios a la línea reformista del partido. Entonces me expulsaron en septiembre 1967.
Pero 67-68 son años de gran activismo juvenil. Entonces me expulsaron del partido comunista. El día después hemos ocupado la Universidad de Bologna y empezó un movimiento en el cual la relación con el partido comunista no era importante, era secundaria, era más importante la autonomía del movimiento estudiantil, del movimiento de los jóvenes obreros, de los proletarios desempleados, etcétera. Entonces para mí ha sido una preparación muy natural a la militancia comunista.
-En aquel entonces tenía mucho peso Poder Obrero, ahí vos conociste a Tony Negri?
-He encontrado a Tony Negri en el septiembre de 1966 cuando yo tenía 16 años, después de conocerlo he decidido de militar en la organización que Negri estaba creando en este momento que se llamaba Potere operario. En las décadas siguentes mi relación con Tony Negri ha sido fragmentada, muy fragmentada, porque -por muchas razones- nos encontrábamos sobre posiciones muy diferentes. Antes de nada la cuestión del leninismo, para Negri en un cierto punto fue necesario, fue importante recuperar la teoría y la práctica leninista de la organización del partido.
Para mí Poter Operario no era y no tenía que devenir un partido. Era un grupo de intelectuales que desarrollaban una práctica de conocimiento y de organización que podía y que tenía que ser útil a la lucha de los obreros, pero que no tenía que transformarse en una organización de vanguardia. Esta ruptura sobre la cuestión del leninismo ha sido un factor de polémica constante entre mí y Toni Negri.
No considero Toni Negri como un maestro, lo considero como un compañero con cual he vivido un periodo muy largo de mi vida de manera solidaria y polémica. Pero no como maestro, no he aprendido nada de Toni Negri , o si, poco.
He aprendido mucho más de Mario Tronti, mucho más de Raniero Pancieri, de Sergio Bologna. En mi memoria Toni Negri ha sido un compañero, no un maestro.
-Luego de eso, o sea después de la gran agitación del del 68 fuistes a Francia y ahí conociste a Deleuzze y a Guattari…
-Cierto yo he conocido a Guattari, a Deleuzze lo he encontrado dos o tres veces, casualmente, porque Deleuzze estaba enfermo y muy aislado en un cierto sentido.
Sí después de la revuelta estudiantil de Bologna en marzo 1977 la policía me estaba buscando para arrestarme y he sido obligado a escaparme a París. Y en junio del 77 he encontrado a Félix Guattari, ya lo conocía porque había leido algunos articulos, libros, había leído El Antiedipo…
El encuentro con Guattari fue importante desde un punto de vista teórico, porque Guattari me permitió entender que el problema de la lucha de clases no es solo un problema político y social. Pero es también un problema que implica la subjetividad en sus dimensiones escondidas, profundas del inconsciente; la relación entre inconsciente y movimiento social se hizo clara en mi pensamiento leyendo y hablando con Félix Guattari. He participado también en su trabajo en la clínica de La Borde, que que era al mismo tiempo un trabajo de cura, un trabajo de creación artística, un trabajo de crítica política y teórica. Esta manera de entender la relación con el sufrimiento psíquico ha sido importante para mí siempre después. Ha sido mi manera de salir de una forma estrecha dogmática de entender la lucha social y de considerar la lucha social como una multidimensionalidad que implica el sufrimiento, el deseo, la subjetividad.
-Yendo a esa cuestión de la subjetividad, lo cognitivo, además hay una categoría de tus obras, de tu pensamiento que es semiocapitalismo. ¿Cómo se pasa o cómo se pasó de un capital más de tipo industrial a este tipo de capital semiótico?
-Semiocapitalismo es una expresión que creo me ha venido en la cabeza en los años 90, cuando me he interesado de manera muy intensa de la creación de la red telemática que en el comienzo no se llamaba internet se llamaba “la red”.
Pero para entender esta palabra “semiocapital” que ha habido una cierta fortuna en la discusión reciente tenemos que que considerar el hecho de que yo he crecido en un ambiente en que la semiología, la semiótica era importante desde un punto de vista académico filosófico y también político si quieres.
Y digo que no considero a Toni Negri como un maestro, en el sentido que no que no ha marcado mi formación de manera positiva.
Al contrario creo que Humberto Eco ha sido un maestro en una cierta medida. Tengo que confesar que Humberto Eco era muy polémico hacia mí y yo he sido muy polémico hacia Eco. Han habido momentos de conflicto, Eco era enseñante en la Universidad y yo era un organizador del movimiento estudiantil. Entonces había un contraste inevitable, pero al mismo tiempo yo he aprendido muchísimas cosas que he reconocido después. No solo Humberto Eco, también Paolo Fabri, también Algirdas Greimas. También algunos pensadores que han elaborado de manera muy continua en el tiempo, la relación entre lenguage y transformación relacional y transformación social en los años 80 cuando he empezado a viajar en los Estados Unidos, en California mucho, me he dado cuenta del hecho que el pensamiento semiológico tenía una importancia fundamental para la comprensión de una transformación que se estaba verificando en la comunicación de masas. La formación de la cultura de internet de la que podemos llamar ciber cultura se verifica en el punto de contacto entre semiología, tecnología y transformación social.
Esta conexión de diferentes formas de conocimiento ha devenido enormemente importante al comienzo de los años 90, cuando la transformación tecno-comunicacional empezaba a manifestar la posibilidad de cambiar completamente la relación social.
En el año 1994 he organizado un Congreso internacional con la Universidad de Bologna. Un congreso que se llamó “Cibernáutica”, que ha sido el primer encuentro de discusión sobre internet, lo que empezaba a existir bajo la definición de internet. Fue un congreso donde se encontraron pensadores obreristas, que venían de la tradición obrerista como Paolo Virno, como Franco Piperno y pensadores que venían de la crítica a la tecnología como el francés Pierre Levy. Pero al mismo tiempo habían pensadores sociólogos, como Arthur Kroker muy cercano con Jean Baudrillard…
Habían personas que venían de la escuela de Félix Guattari como Danielle Sivadon, etcétera. Fue un momento en que semiología, crítica social y transformación tecnológica se andaban entrelazando y creando un nuevo campo disciplina y en este punto me pareció que la forma del capitalismo estaba modificándose gracias a la semiotización del proceso productivo mismo. Entonces me pareció útil la expresión semiocapital.
-En ese sentido vos afirmás en “Futurabilidad” que: la Esfera digital -te cito- genera una mutación cognitiva que comporta el pasaje de el modo conjuntivo de concatenación al modo conectivo. Podemos llamar esta nueva condición Neo-humana. ¿Cuál es la transformación antropológica que se produce acá?
-El concepto de conjuntivo en oposición al concepto de conectivo puede parecer un poco puramente fenomenológico, pero intentamos entender de qué se trata. Durante 10.000 años o pueden ser 100.000 años los seres humanos se han comunicado a través de una relación muy cercana, de cercanía. Sí claro la revolución de la escritura ha permitido transmitir la información, el pensamiento a distancia en el tiempo y en el espacio; pero la escritura no ha cambiado en la profundidad la relación mayoritaria entre seres humanos.
La vida cotidiana, la dimensión económica, la dimensión afectiva, la dimensión sexual, la dimensión informativa, todo eso se fundaba sobre la relación entre cuerpos hablantes, cuerpos que implicaban la palabra al interior de una comunicación no verbal, la presencia del cuerpo era decisiva en la formación del sentido de la comunicación, al mismo tiempo la dimensión afectiva tenía un carácter esencial en el conjunto de la comunicación social y cuando digo comunicación afectiva entiendo la percepción del cuerpo del otro como continuación del mío. Eso es la conjunción. En un proceso de conjunción el sentido, el significado es un efecto de un compartir que es al mismo tiempo semiótico y físico, corpóreo, gestual.
Cuando se hace posible la comunicación sin presencia de los cuerpos, cuando esta forma de comunicación puramente conectiva se transforma en la forma dominante de las comunicaciones humanas, algo de muy profundo se produce en la historia misma, en la evolución, en la constitución cognitiva misma del ser humano.
Si miramos a la vida cotidiana de un niño nacido en el siglo XXI tenemos que reconocer que la gran mayoría de las informaciones y de las emociones que este niño ha conocido durante su existencia no implica el cuerpo del otro. Implica la relación con una pantalla, implica una relación que es esencialmente conectiva y no conjuntiva.
Además tenemos que considerar el hecho que la exclusión del cuerpo se hace pervasiva hasta el punto que un ser humano nacido en el siglo XXI Primero: acumula una cantidad de informaciones enormemente superior a las informaciones que podía conocer un hombre del siglo pasado.
Segundo: está expuesto a una aceleración constante del ciclo informativo
Tercero: su cuerpo no está convocado en la relación comunicacional esto produce en el tiempo una verdadera mutación que implica no solo el comportamiento pero también la forma profunda de la actividad mental, de la actividad cognitiva hasta implicar una transformación de la dimensión afectiva y psíquica. Esto es lo que yo defino como mutación cognitiva.
-¿Cómo se relaciona todo esto con fenómenos que, por ejemplo, en la “Segunda Venida” vos analizas todo este movimiento actual neo-reaccionario? ¿Cómo se vincula toda esta mutación con justamente los movimientos neo-reaccionarios, las nuevas derechas el auge de los -entre comillas- fascismos?
Lo que está pasando es al mismo tiempo un retorno de formas comportamentales ideológicas que pertenecen a la época del fascismo, del nazismo hitleriano: pero eso no significa mucho porque no es la substancia del movimiento reaccionario contemporáneo.
La substancia de este movimiento no es ideológica es esencialmente psíquica. Es esencialmente psicótico en un sentido muy preciso, estamos viviendo un momento, una época en que se verifican al mismo tiempo dos procesos: uno es el proceso que de la aceleración del circuito comunicacional que produce un efecto que los psiquiatras definen como trastornos de la atención, pero si pensamos que una persona de hoy se encuentra con una velocidad de la información, de la estimulación informativa que es miles de veces más rápida de lo que era hace años, entendemos que no hay trastornos de la atención hay un cambio radical de la infoesfera.
Es como si nos encontramos frente a la pantalla del cinematógrafo y la película en un cierto punto se pone a andar más rápida y más rápida, siendo cada vez más rápida… No entendemos nada de lo que está sucediendo. No entendemos nada porque somos trastornados? No.
Ha cambiado el ambiente de la comunicación, de la información. Un ambiente comunicacional que se ha vuelto profundamente patógeno, que ha producido efectos de pánico y al mismo tiempo va produciendo efectos de depresión, de depresión masiva.
Cuando el organismo se encuentra en una condición de depresión, una posibilidad para curar la depresión es tomar la anfetamina, es una hiperexcitación del organismo.
El fascismo es la anfetamina para un organismo deprimido, es muy peligroso. Porque el problema es que Milei funciona sobre un organismo deprimido, la descarga de aceleración extrema, la anfetamina produce un efecto de exitamiento pero la mañana después te matas, te lanzas del décimo piso.
El efecto de este exitamiento que el fascismo siempre produce es un efecto suicidario, el fascismo es una cura contra la depresión, pero no dura produce una tragedia como ya hemos visto hace años.
En el año 1919 un psicanalista que se llamaba Sandor Ferenczi, de la misma generación de Freud, dijo en una entrevista en 1919 después de la guerra mundial, después de la pandemía española, en una situación muy similar a la situación en que vivimos hoy, Sandor Ferenczi dijo: nos encontramos en una situación de psicosis de masa y nosotros psicanalistas no sabemos qué hacer cuando se trata de psicosis de masa… Hitler lo sabe.
Hitler ganó. Hitler curó la depresión de los alemanes, las consecuencias las conocemos.
Hoy nosotros los europeos, por ejemplo, estamos exactamente en la misma condición; estamos preparando lo que Hitler preparó en los años 30 pero la conclusión ha sido una tragedia inmensa. Esta vez será una tragedia 10 veces más catastrófica de aquella tragedia que fue la Segunda Guerra Mundial…
– Vos has hablado de una tercera guerra mundial…
-Pero que es la tercera guerra mundial? No hay Guerra Mundial, hay una guerra que ya existe, que no es algo de mañana. Ya se está desarrollando no solo con el genocidio nazista de Gaza. El genocidio que el estado nazista de Israel está desarrollando en Gaza. No solo con esto, no solo con la guerra en Ucraina. No, en todos los lugares esta guerra se está desarrollando. Es una guerra que tiene el carácter de una guerra caótica en que no hay dos frentes. No hay los nazistas allá y las democracias acá. No. Hay Hitler de un lado y Hitler del otro lado. Esta es la guerra que estamos viviendo.
No creo que saldremos, no creo que el género humano saldrá vivo de la guerra que ya estamos viviendo; creo que hablamos en una condición de ultimidad. Esta es mi convicción actual.
-¿Qué nos queda a nosotros hoy en día? Vos hablaste de aceleración, están los aceleracionistas que buscan de algún modo acelerar el proceso capitalista de producción y de socialización tratando de explotarlo para que de allí va a surgir una sociedad poscapitalista. Ese mismo discurso lo tienen ciertos sectores de la derecha como Nick Land que plantean un capitalismo pero con una forma política autoritaria. Curtis Yarvin por ejemplo propone cambiar los estados nación por sociedades anónimas…
-Conozco muy bien estas posiciones…
-Qué nos queda a nosotros? hay un futuro poscapitalista? estamos en una transición hacia formas completamente autoritarias de gobierno y ¿que nos queda a nosotros como personas de izquierda?
-Decimos que parte del pensamiento aceleracionista por ejemplo Nick Land tiene una origen al interior del pensamiento marxista y yo lo entiendo muy bien: si aceleramos la máquina al final podrá reemplazar el Humano permitiendo al humano no de salir de la relación de trabajo de exploción, etcétera, etcétera. Es una utopía que yo comparto hasta un cierto punto pero en esta teoría falta una comprensión de la dimensión psíquica esto es el punto central. El aceleracionismo describe muy bien la aceleración maquínica, la aceleración informativa, pero olvida que esta aceleración está produciendo una verdadera catástrofe psíquica en las generaciones que han nacido al interior de la aceleración maquínica misma. Este es el punto que Sandor Ferenczi tuvo la capacidad de entender cuando dijo una psicosis de masas, cuando la mayoría de la población se vuelve deprimida o se vuelve loca debido al pánico nosotros no podemos hacer nada, la política, el psicoanálisis no pueden hacer nada. Solo la guerra lo puede. La aceleración ha producido la psicosis, la psicosis está produciendo la guerra.
Pero esta vez si pensamos al hecho que la guerra ahora puede ser guerra nuclear, si pensamos en la coincidencia de la guerra con el cambio climático, entendemos que no hay salida de esta locura. Esta locura está produciendo la terminación del género humano…
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