El ejercicio de normalización de la violencia del Estado que Patricia Bullrich ejecuta con las fuerzas federales contra la ronda de jubiladas y jubilados avanzó otro paso este miércoles: 82 personas fueron heridas y 4 detenidas, entre ellas dos trabajadores de prensa. Agentes de la Policía Federal estuvieron marcando a fotógrafos y ordenando su detención, pero la respuesta solidaria de otros periodistas evitó que fueran más los detenidos.
Fotos: Nicolas Solo ((i))
Este miércoles estaba programada una sesión para tratar un aumento a las jubilaciones del 7,2%, la suba del bono de 70 a 115 mil pesos y la prórroga de la moratoria que venció en marzo. Sin embargo, eso no ocurrió porque los legisladores del oficialismo junto a los del PRO y la UCR de Rodrigo de Loredo no dieron quórum.
Pocos días después de haber sido vapuleados en las elecciones a concejales porteños con operaciones en redes, el PRO vuelve a actuar en absoluta sintonía con el oficialismo nacional en contra de los intereses de jubilados y trabajadores.
Mientras esto pasaba dentro de las paredes del palacio legislativo, vallado y custodiado como una fortaleza, otro espectáculo bochornoso se daba afuera.
Video: Mat ((i))
Un nuevo operativo represivo de las fuerzas federales, enorme, carísimo y absolutamente desproporcionado, se desplegó para impedir el ejercicio del derecho constitucional de la protesta.
La ronda de jubiladas y jubilados se encontró imposibilitada de realizarse, debido al vallado, así que la manifestación se concentró en la Plaza Congreso.
Efectivos de las cuatro fuerzas federales -Policía Federal, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval y Policía de Seguridad Aeroportuaria- se ubicaron en distintos puntos hasta que en un momento determinado, pasadas las 15:30, una vez más la jefatura dio la orden de pudrirla y los gendarmes avanzaron golpeando a la gente.
La situación continuó en tensa calma, con las jubiladas y los jubilados, junto a manifestantes solidarios, sosteniendo la protesta hasta que Prefectura Naval comenzó a gasear masivamente.

Una y otra las fuerzas represivas avanzaron contra la gente, que no se retiraba, sólo retrocedía y se reagrupaba.
Durante más de una hora continuó esta situación, con las jubiladas y los jubilados sosteniendo la lucha en las calles pese a los gases, palos y golpes de las fuerzas represivas.
Video: Mat ((i))
Fotos: Mat ((i))
Ataques a la prensa
En este contexto de represión, se agudizó la violencia contra las y los trabajadores de prensa. Al menos dos camarógrafos, de los canales La Nación+ e IP, fueron atacados y gaseados, al igual que numerosos fotógrafos.
La Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) difundió el registro de un ataque directo de Prefectura contra fotoperiodistas.
Además, dos trabajadores de prensa fueron detenidos, el fotógrafo profesional Tomás Cuesta y el fotógrafo de medios autogestivos y trabajador judicial Javier Iglesias.
Al menos otros dos fotógrafos fueron marcados por jefes policiales y hubo intentos de detención que fueron desarticulados por colegas de prensa.
En total los detenidos fueron cuatro. Tomás Cuesta fue liberado a las pocas horas, pero Javier Iglesias junto al jubilado Pablo Luna y el manifestante Leandro Cruzado fueron trasladados a la superintendencia de la PFA y no serían liberados hasta el mediodía de hoy.
Los tres por “resistencia a la autoridad”, acusación genérica que dan las fuerzas para justificarse cuando realizan detenciones arbitrarias.
Video: Mat ((i))
Video: Mat ((i))
La violencia represiva escala sin límite: 82 personas heridas y 4 detenidas en la marcha de jubilados
Como registramos los últimos miércoles, otra vez las fuerzas de seguridad avanzaron y agredieron de manera brutal e indiscriminada a personas que se encontraban en la vereda, pic.twitter.com/iF8cXolLgd
— Comisión Provincial por la Memoria (@CPMemoria) May 21, 2025

La obscena represión de Bullrich
Por Miguel Gaya, Abogado ARGRA.
La fotografía es tapa del portal de El DiarioAR del miércoles 21 de mayo de 2025. Atribuida a Noticias Argentinas sin mención de autor. Muestra con absoluta claridad la dirección de la represión a la prensa decidida por este gobierno y ejecutada por sus fuerzas de seguridad de forma sistemática y planificada.
La mujer gaseada es reportera gráfica, y protege su equipo del gas pimienta que le arrojan a la cara. Pero si se amplía la foto se comprobará que todos y cada uno de los gaseados son reporteros gráficos profesionales, el de la izquierda lleva colgando ostensiblemente su credencial de ARGRA, todos están trabajando con sus equipos fotográficos y la mayoría lleva cascos que dice PRENSA.
Los uniformados en formación que los ataca no los pueden confundir con manifestantes y mucho menos con violentos.
Los reprimen porque están cubriendo los hechos como periodistas y porque esas son sus órdenes.
Si los medios periodísticos no reaccionan, si las asociaciones de prensa siguen mirando para otro lado, si los jueces y fiscales no actúan de oficio, si los partidos políticos no hacen oir su voz, si el intento de homicidio de Pablo Grillo sigue impune, estarán abriendo las puertas a nuestra perdición como sociedad democrática.