Este miércoles 8 de octubre, el gigantesco operativo montado por Patricia Bullrich alrededor del Congreso de la Nación -un fenomenal despilfarro de fondos estatales para evitar una eternamente inminente e imaginaria “toma del Congreso”, como balbuceó a la noche en TN- sumó nuevos hechos represivos ejecutados por la Policía de la Ciudad y cinco detenciones: un trabajador de prensa, jubilados y personas en situación de calle. Todos de extrema peligrosidad para el correcto funcionamiento de las instituciones republicanas, acorde a la doctrina Bullrich.
Fotos: Nicolas Solo ((i))
Luego de una pausa, volvió en las últimas semanas la represión como ejercicio cotidiano de odio y desprecio contra las jubiladas y jubilados que se manifiestan cada miércoles ante el Congreso de la Nación.
Con la característica particular de que el gobierno nacional de ultraderecha de Javier Milei esconde a las fuerzas federales tras el vallado con el que encierra al Congreso de la Nación, y terceriza la ejecución de la violencia estatal en las fuerzas del aliado PRO Jorge Macri.
Así se reparten el costo político de la práctica neofascista que vivimos en la República Argentina desde el arribo de Milei al poder: Patricia Bullrich asume el costo de bloquear el tránsito -se escucha mucho menos en los medios adictos la alabanza al protocolo antiprotesta que ellos llaman “antipiquete”- y la Policía de la Ciudad del primo Macri la de golpear, gasear y detener adultos mayores, trabajadores de prensa e indigentes.

En este contexto cinco personas fueron detenidas -una fue aprehendida y derivada por el SAME para su atención– y otras cuatro fueron heridas.
Tras el cierre del vallado sobre Rivadavia, Hipólito Yrigoyen y Entre Ríos, una columna de jubiladas, jubilados y manifestantes solidarios avanzó sobre Callao buscando llegar a Avenida Corrientes y realizar ahí sus “semaforazos”, una práctica de protesta que implica manifestarse sobre la calle durante el breve momento que el semáforo se pone en rojo y corta el tránsito. Esto, como resulta evidente, es intolerable para la ministra Patricia Bullrich y su alineado intendente porteño.
Sobre Callao, la Policía de la Ciudad atacó y cazó, literalmente al periodista Fabricio Fisher, conocido por su trabajo en el canal de Youtube Que Crudo!. El hecho fue registrado por Agustín Dieguez de Resumen Latinoamericano.
Fuente: Facebook Resumen Latinoamericano
En este ataque represivo también fueron golpeados, gaseados, heridos varios jubilados, y detuvieron a dos personas más.

Luego, la infantería porteña bloqueó Callao y la tensión fue bajando lentamente, hasta que sólo quedó un grupo reducido de jubilados y manifestantes.
Allí uno de los jefes se acercó y anunció que se abriría el tránsito de Avenida Rivadavia -para que doblen por Callao, ya que el vallado continuaba bloqueando la continuidad de Rivadavia, así como Entre Ríos e Yrigoyen- y pidió que el remanente de manifestantes se suba a las veredas. Algunos lo hicieron y otros no, y así se empezó a tensar nuevamente la situación.
Uno de los manifestantes solidarios, una persona en situación de calle, en muy mal estado de salud, se tiró primero al asfalto y luego pareció perder el conocimiento.

Fue aprehendido primero, las fuerzas parecieron asustarse o reconocer su debilidad y fue derivado al SAME.
A su alrededor sin embargo la situación escaló nuevamente, se sumaron decenas de efectivos de la división equivalente a la guardia de infantería que posee la Policía de la Ciudad y en esos movimientos atacaron y detuvieron a una quinta persona, también en situación de calle.


Otra vez la represión como respuesta a la tradicional marcha de los miércoles.
Fotos: Mat ((i))
Otra vez la represión como respuesta a la tradicional marcha de los miércoles
Cuatro personas fueron detenidas y otras cuatro resultaron heridas en otro hecho de represión frente al Congreso. @ResumenLatino registró el momento de la detención del periodista Fabricio Fisher pic.twitter.com/7DAAqcxeOO
— Comisión Provincial por la Memoria (@CPMemoria) October 8, 2025






