Sólo muere alguien cuando ya no se lo nombra
En Bonn, Alemania, placas y adoquines recuerdan a los deportados durante el nazismo. Muy lejos, en Valcheta, Río Negro, o Carmen de Patagones, el silencio aún tiñe de desmemoria el calvario y la muerte en campos de concentración donde cientos o miles de mapuches fueron alojados y asesinados.
Piedras para tropezar
15/12/2018
Terminé de leer “Mi Berlín. Crónicas de una ciudad mutante” en la mañana de un sábado, temprano. Pero fue en Bonn donde me topé un par de horas después con el pequeño memorial: sobre la vereda, apenas dos adoquines informan y recuerdan que en ese lugar, vivieron Bernhard y Hermine Loew; que fueron deportados en 1942 y que en julio de ese año, encontraron la muerte, lejos de su hogar. Arriba de las inscripciones, ardía una vela dentro de un cilindro...