Sólo por ser indios
En su libro El malón que no fue, el psicólogo e investigador del genocidio indígena argentino Marcelo Valko rescata una historia que es, literalmente, de película. El 21 de abril de 1904, en San Javier, Santa Fe, se llevó a cabo una terrible matanza de indios que se disfrazó como un intento de defensa por parte de los locales frente a una avanzada de “incivilizados”. Todo esto hubiese quedado en una nota al pie de no mediar la película que realizó el joven periodista y político Alcides Greca en 1917: El último malón es la primera cinta en 35 mm filmada fuera de Buenos Aires y un gesto pionero insólito. Rodada en las locaciones de San Javier, utiliza como actores a los mocovíes sobrevivientes, en un giro que hubiese hecho las delicias de Werner Herzog. Artefacto curioso, mudo...