Etiqueta: Corriendo La Voz

Fotogalería: No al cierre de las escuelas nocturnas

Fotogalería: No al cierre de las escuelas nocturnas

CABA, Trabajadoras/es
Este jueves 27 de diciembre, docentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se movilizaron desde la Legislatura Porteña hasta el Ministerio de Educación e Innovación de dicha ciudad en el marco de un paro de 24 horas convocado por la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE)  y la Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior (Ademys). La consigna principal de la jornada fue “No al cierre de las escuelas nocturnas”. Corriendo la Voz estuvo ahí y te lo muestra en imágenes. Mientras en el Recinto de la Legislatura Porteña la alianza oficialista impidió que se tratara el tema mediante una sesión extraordinaria, trabajadores y trabajadoras de los dos sindicatos docentes más importantes de la Capital Federal, junto a estudiantes y la comunidad educativa,  se pronunciaron...
El discurso del macrismo; entre la individualización y el ‘vos’

El discurso del macrismo; entre la individualización y el ‘vos’

Discusiones, Medios y comunicación, Nacionales, Sistema Político
Entre tormentas, túneles y discursos ambiguos, el macrismo profundiza su cruzada por la individualización. El macrismo permite analizar su discurso de una manera clara y pedagógica. Habla como si mostrara todos los hilos de la comunicación pero a veces de tan cerca que lo que expone se torna difuso y es por esto que se pierde de vista lo esencial. Es por esto que me propongo analizar de manera breve algunas aristas discursivas, para dar un salto sobre el marketing político y profundizar en la educación política que es, al fin y al cabo, la que nos ayudará a crecer como ciudadanos comprometidos con la realidad del país. Para comenzar analicemos las palabras más utilizadas por Mauricio Macri en la apertura de sesiones allá por el 2015: Detengámonos algunas de aquellas...
¿Qué es la Apostasía y cómo se realiza?

¿Qué es la Apostasía y cómo se realiza?

Géneros, Nacionales
No se ustedes, pero no tengo dudas de que no soy la única bautizada sin consentimiento. Tenía meses. No me preguntaron en qué creía: me bautizaron. Me mojaron con agua bendita y me perdonaron por un pecado que no cometí, al tiempo que me unieron a una religión de la cual nada sabía. No lo hicieron con la intención de faltarme el respeto, fue una mezcla de tradición y buena fe. Me convirtieron en “cordero” de una institución que, con el paso de los años, entendí que nada tiene que ver conmigo. Para ser sincera: creo fervientemente que nada tiene que ver, tampoco, con el siglo en el que vivimos. ¿Apostasía general? Un lindo y necesario paso para la lucha que ya empezó: la separación definitiva de la Iglesia del Estado. No es mi intención filosofar en torno a qué...