
Los burdos spots de Randazzo en una elección devaluada
En el cierre de una campaña caracterizada por la falta de debates y propuestas, inundada de agresiones sin contenido, los spots publicitarios empiezan a irrumpir en los límites del respeto al prójimo/a. Desde la búsqueda de “llamar la atención” con una humorada, a la agresión a un sector de la población, que además forma parte del electorado los spots desvían la atención y evitan debatir sobre cuestiones más urgentes. El reciente spot, criticado por homofóbico o bifóbico, tiene un precedente cuando, en enero del 2017, el actual precandidato hizo declaraciones despectivas hacia la comunidad gay. “No me voy a hacer puto de grande”, había declarado en aquel entonces.
Primero, lanzó una parodia algo confusa hacia Cristina Fernández de Kirchner, sin contenido político,...