
El 19 y 20 sigue cargado de futuro
1. En las tripas.
Recordar las jornadas del 19 y 20 de 2001 es volver a recorrer momentos de conmoción profunda. Conmoción como movimiento sísmico, como un golpe a la cabeza, como alteración social y como inmensa emoción, de las tripas a la cabeza, que nos sacude. Un punto de inflexión para el país y también personal, por muchas razones, la primera por eso mismo: porque fue un momento de reconexión entre lo individual y lo colectivo que, además de despertarnos políticamente a muchas y a muchos como generación y de recargarnos de energía para enfrentar lo que venía, significó un quiebre en el muro hasta entonces monolítico de la hegemonía del consenso neoliberal que aplastó las conciencias de nuestro pueblo por más de una década y de cuya rotura, hasta el día de...