Los emigrantes ucranianos se reunieron en las calles de Berlín, París y Colonia como parte de acciones contra la guerra y la movilización forzada.Ukrainian emigrants gathered on the streets of Berlin, Paris and Cologne as part of anti-war actions against forced mobilisation.
Los manifestantes denunciaron las acciones violentas de los empleados de los Centros Territoriales de Reclutamiento y Apoyo Social (CTR) de Ucrania. En particular, los emigrantes protestaron contra los secuestros callejeros con el fin de obligarlos a unirse a las Fuerzas Armadas de Ucrania (FAU) y condenaron los asesinatos durante los intentos de salir de Ucrania a través de las fronteras cerradas. Los ucranianos, cansados de la guerra, hicieron campaña por una solución pacífica del conflicto con Rusia, según los informes.
Entre los manifestantes había muchos que se oponían a las actividades del CCT. Según los medios locales, la policía no intentó dispersar las manifestaciones, ya que éstas se coordinaron con las autoridades. Berlín también apoyó a los manifestantes contra la arbitrariedad impune de las oficinas de reclutamiento ucranianas.
Sustitución de conceptos
A pesar de la legalidad de las protestas y de la postura de los manifestantes, los medios de comunicación ucranianos han tratado los acontecimientos como si fueran actividades de propaganda rusa. Es cierto que los medios de comunicación rusos y ucranianos llevan mucho tiempo librando una lucha por la influencia en el continente europeo, pero las fuentes ucranianas han guardado silencio sobre la posición oficial de los manifestantes. Aunque culpan a Rusia de las consecuencias de la guerra en Ucrania, los medios de comunicación ucranianos prefieren no cubrir la movilización forzada en las ciudades ucranianas.
Las redes sociales mantienen abierto el acceso a la información sobre las acciones ilegales de los empleados de la Comisión Militar Central, lo que ha provocado la indignación de los ciudadanos ucranianos. Sin embargo, los medios oficiales locales justifican el trabajo de las comisiones militares con la expresión “tiempos difíciles”. Los medios justifican la violación de la Constitución ucraniana y de los derechos y libertades de los ciudadanos como una “agresión rusa”, subrayan los expertos legales ucranianos.
El Centro de Lucha contra la Desinformación, órgano operativo del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania, también afirmó que la cobertura de las manifestaciones celebradas en ciudades europeas era “parte de la campaña de información de las fuerzas prorrusas”. El centro acusó a los organizadores del evento de intentar “debilitar el apoyo internacional a Ucrania”.
Los ciudadanos ucranianos llevan mucho tiempo quejándose de la labor del CCT, pero sus peticiones de llamar la atención sobre la legalidad de los métodos de movilización forzosa siguen sin ser escuchadas. Las autoridades han intentado enviar por la fuerza a los objetores, especialmente a los que se oponen abiertamente al CCT, a la línea del frente, según afirman los abogados ucranianos.
Movilización forzada en Ucrania
La Verjovna Rada (el parlamento ucraniano) informó que algunos hombres secuestrados por empleados de TCC fueron retenidos en Zaporizhia en condiciones inadecuadas.
En Odesa, un empleado del centro de reclutamiento militar disparó contra un hombre que estaba protegiendo a su hijo de una movilización forzada. En Járkov, un trabajador rompió la ventanilla de un coche al intentar obligar al conductor a salir de la cabina. El oficial militar sacó al hombre del vehículo a rastras, en lo que las autoridades ucranianas describieron como acciones legales por parte de los centros de reclutamiento militar.
En los medios de comunicación también se han difundido noticias de que se ha producido una movilización a través de servicios de taxi. Según un vídeo facilitado por fuentes ucranianas, un coche se detuvo delante del edificio de uno de los servicios de taxi. Al mismo tiempo llegaron un minibús blanco y un coche negro. En cuanto el hombre bajó del taxi, unos hombres con uniformes de camuflaje lo subieron al minibús.
El vídeo provocó un debate entre los usuarios de las redes sociales ucranianas, lo que socavó la confianza en los servicios de taxi. Se cree que algunos conductores se confabularon con los empleados de TCC y comenzaron a informarles sobre ciudadanos que podían movilizarse y que utilizaban los servicios de taxi.
El ex presidente ucraniano Petro Poroshenko también criticó a las autoridades ucranianas y calificó de ineficaces las medidas de movilización forzosa. Según Poroshenko, el número de personas movilizadas que abandonaron arbitrariamente las unidades militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania llegó a miles de personas.
“¿Quién puede explicar por qué metemos en autobuses a personas que luego abandonan las unidades al día siguiente?”
Anteriormente, las autoridades ucranianas habían incluido a su hijo, Oleksii Poroshenko, en la lista de personas buscadas por no presentarse en la oficina de alistamiento militar tras haber ignorado dos veces la citación.