En el marco de la firma del convenio de propiedad comunitaria de Punta Querandí, la Unión de Pueblos Originarios presentó al intendente Julio Zamora sus reclamos y propuestas en el Palacio Municipal. Una agenda de políticas públicas para aplicar los derechos indígenas.
Después de muchos años de confluir en actividades, distintos sectores del movimiento indígena de Tigre y Escobar formaron a comienzos de noviembre la Unión de Pueblos Originarios, constituida por comunidades y familias de Dique Luján, Benavidez, La Paloma, Ricardo Rojas, Garín y Maschwitz.
Una de sus primeras resoluciones de la Unión fue solicitar audiencias con los jefes comunales de ambos distritos.
En el caso de Tigre, el encuentro con Julio Zamora se concretó rápidamente, el 16 de noviembre pasado, en el marco de la firma del convenio de propiedad comunitaria entre Punta Querandí y la Municipalidad, un hecho que convierte a Tigre en uno de los primeros distritos del conurbano bonaerense en avanzar hacia ese reconocimiento.
Con el objetivo de profundizar ese rumbo, representantes de la Unión pidieron al jefe comunal un espacio de diálogo y trabajo para resolver una agenda de reclamos que involucran a varias comunidades y familias indígenas.
Entre las demandas, se encuentra el pedido de un espacio para exposición y venta de producciones artesanales de los Pueblos Originarios en el centro de Tigre, así como ayuda para conseguir las materias primas necesarias para su realización.
También se propuso una política pública de reconocimiento a los idiomas indígenas hablados en Tigre a través del financiamiento de talleres, capacitaciones y campañas hacia el resto de la sociedad local.
Se planteó la necesidad de programas de financiamiento para construir salones comunitarios (como en la Comunidad Cacique Ramón Chara de Benavidez) y otros proyectos de fortalecimiento económico y cultural.
Así mismo, se solicitó apoyo logístico y financiamiento para capacitaciones internas como por ejemplo sobre derechos indígenas.
Por último, se presentó una problemática central: la necesidad de tierras aptas y suficientes para las familias indígenas que viven hacinadas sin posibilidad de desarrollar sus culturas.
En definitiva, tal como planteó la Unión en su petitorio, “es necesario que los gobiernos locales tengan organismos, programas y presupuestos específicos para atender nuestras demandas, siguiendo el ejemplo de otros distritos como Quilmes, Almirante Brown, La Plata y Moreno”.
Si bien no hubo un compromiso con un plazo determinado, el intendente reconoció la necesidad de tener un área específica con presupuesto para atender las necesidades de las comunidades y de la población indígena del distrito.
“Desde el Estado debemos garantizar los derechos de los pueblos originarios que también forman parte y enriquecen a nuestra comunidad tigrense”, expresó Zamora.
A partir de la buena voluntad manifestada, vamos a trabajar con el Gobierno Municipal cada uno de los puntos planteados para obtener soluciones concretas.
En los próximos días se solicitará una audiencia con el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk, ya que una parte de las familias de la Unión de Pueblos Originarios son vecinos y vecinas de ese distrito.
Si tomamos los datos oficiales del último censo nacional efectuado en el 2010, casi 12 mil personas se autoreconocieron descendientes o pertenecientes a los Pueblos Originarios en ambos municipios.