Estas últimas semanas revivimos los discursos racistas, estigmatizantes y violentos contra el milenario Pueblo Mapuche Tehuelche que habita este territorio.
Son los mismos discursos que se escucharon hace 140 años atrás, cuando el Ejército Argentino al mando del General Roca se aprestaba a avanzar sobre nuestros territorios comunitarios. Sobre comunidades libres y autónomas. Sobre una sociedad que hablaba otra lengua, tenía otro tipo de justicia, otras maneras de vivir y relacionarse, otra espiritualidad. Un pueblo donde el espacio territorial no era privado, era comunitario. Donde la Mapu, no tenía valor económico, porque no se compraba ni se vendía. Ese territorio nos proveía y nos permitía el desarrollo como Che (gente) junto a las otras vidas: plantas, animales, aves, cerros, ríos, montañas, mesetas, mallines.
Sin embargo a pesar de los miles de años en el territorio, de los pactos pre existentes con el Estado Argentino, del “trato pacífico con los Indios” de la Constitución de 1853 se avanzó sin miramientos. Bajo las luces del progreso y la civilización se extendió para nuestro Pueblo una larga noche de oscuridad y exterminio hasta nuestros días. Allí conocimos la violencia más despiadada del progreso. Conocimos la tortura, el traslado forzado de miles de kilómetros a pie, muertes de hambre, de frío. Mujeres, hombres, niñas, niños marcharon hacia los primeros campos de concentración de la argentina en lugares como Valcheta, Chichinales, Chimpay, Junín de Los Andes, Carmen de Patagones. Los que llegaron fueron esclavizados. Mujeres, niñas y niños fueron repartidos en Buenos Aires como servidumbre, los hombres fueron repartidos en los ingenios azucareros del norte o en las plantaciones de Mendoza.
Otros fueron presos a la Isla Martín García y al museo de la Plata como piezas de estudio. Se nos cambiaron nuestros nombres, se nos borró nuestra identidad, nos prohibieron hablar nuestra lengua, a ejercer nuestra espiritualidad y nos separaron del territorio. Algunos pocos acordaron con el gobierno de la época y se instalaron en Reservas Indígenas, pedazos de territorios acotados, que con los años se acotaron más. Los demás quedaron dispersos y sufrieron las incursiones de la sanguinaria Policía Fronteriza, antecesora de la Gendarmería Nacional con más violencia para nuestra gente, siempre violencia. Así en pocos años se concretó el primer Genocidio de la Argentina, oculto por la historia oficial. Sin Memoria, Sin Verdad y Sin Justicia.
El Pueblo Mapuche Tehuelche está vivo, al igual que más de 40 naciones que habitan a lo largo y ancho del territorio hoy conocido como argentina. Atravesados por los conflictos territoriales, con una larga historia de discriminación y racismo institucionalizados, omitidos, naturalizados. Luchando contra un estado que nos continúa invisibilizando cuando a pesar de los reconocimientos constitucionales, no discute políticamente el territorio y lo que quiere seguir haciendo en él. Cuando la Justicia desconoce el derecho indígena. Cuando no reconoce todavía un Primer Genocidio fundante del Estado que es la base de la desigualdad y la injusticia en la sociedad. Es así, que nos oponemos al progreso….
Porque para nosotrxs el progreso es sinónimo de muerte, de desplazamientos, de desequilibrios ambientales. Nos oponemos a la Megaminería, nos oponemos al Fracking, al negocio inmobiliario de las Tierras, al Monocultivo, a los Agroquímicos, a las Semillas Transgénicas, a las Forestales, a las Represas Hidroeléctricas, a la contaminación de los ríos, lagos y mares. Nos oponemos a todo esto, porque a pesar de tanta muerte, seguimos creyendo en la vida, y buscando recuperar El Buen Vivir.
Hoy, interpelamos al Estado, al Gobierno, a la Sociedad, si es cierto que en este país existe Memoria, Verdad y Justicia. Rafael Nahuel Yem, Santiago Maldonado son los símbolos más evidentes de ser una quimera para los pueblos originarios. Sin el reconocimiento de este Primer Genocidio, la Memoria nos falla como sociedad, la Verdad continúa oculta bajo las luces del progreso y la Justicia se transforma en una circunstancia que continúa convalidando las injusticias más atroces. Sin el reconocimiento de este Primer Genocidio la discusión política de fondo esta clausurada para la sociedad, sin el reconocimiento de este Primer Genocidio el Derecho a la Identidad es un privilegio de pocos, sin el reconocimiento de este Primer Genocidio es inalcanzable una Reparación Histórica.
Defendemos el territorio, porque somos parte del territorio!!!!!! Tenemos derecho a la Identidad!!!!!! Marichiweu Marichiweu!!!!!
Curru Leufú 24 de marzo de 2021
Mesa Coordinadora del Parlamento Mapuche Tehuelche de Río Negro.
Contacto. Orlando Carriqueo 2984786755
Werkén de la Coordinadora del Parlamento Mapuche Tehuelche de Río Negro
Leyendo este documento me recuerdo la campaña del gral san Martín cuando armó el ejército en Mendoza para cruzar los Andes para liberar Chile luego Perú .cuando pasaba por territorio. Que habitaban los pueblos originarios pedía permiso a los caciques de los territorios que pasaba.y esta acción le permitió formar en su ejército voluntario aborígenes mulatos y negros estamos hablando 1817 en adelante. Como se mansilla la historia de la patria. Con los poderosos de siempre. Venceremos