Monopolizar la relación con la pacha localizándola en una capital y oficializando su celebración en un día especifico significa forzar a hacer cambios culturales donde los únicos beneficiados son los empresarios.
Llegó agosto, y entre el ritual, la sahumada y la celebración, este 1 debe ser también de reflexión, de repensar y problematizar lo cotidiano, nuestra cultura.
Entre la inclusión artificial y el manoseo
Cuando en septiembre del 2013, finalmente la cámara de diputados de la nación convirtió en ley la propuesta por el entonces senador nacional Gerardo Morales de declarar a la provincia de Jujuy como Capital Nacional de la Pachamama a través de la ley N° 26891, sin duda que para su entorno significo un gran logro anhelado durante años; donde además la norma instituye el 1 de agosto como su día celebratorio e incorpora al Calendario Turístico Nacional la “Fiesta Nacional de la Pachamama”, que se realiza anualmente en Jujuy.
En su momento el senador, hoy Gobernador de Jujuy, manifestó “La Madre Tierra es una deidad femenina del mundo andino que produce, que bendice, que engendra, que protege. Y tiene una enorme centralidad en la cultura de nuestros pueblos”.
Es en esta idea de “nuestros pueblos” es que preciso preguntar: ¿fueron las comunidades indígenas consultadas sobre la necesidad de “oficializar” la relación con la pacha? ¿realmente los que se dicen representarnos, conocerán las formas en que lo indígena se relaciona con su estar en el mundo? ¿se habrán tomado los recaudos pertinentes para “darle entidad estatal” a una relación con alteridades no humanas que por lo visto no conocen? ¿se habrán dado cuenta la contradicción entre la ley, “las buenas intenciones” y la práctica publica en la que se metieron?
Por cierto, la afirmación del gobernador está lejos del significado real desde el conocimiento andino milenario. Un conocimiento que en su historia esta lleno de luchas y resistencia, donde en las practicas ceremoniales y rituales reafirman y resignifican una y otra vez la consigna de mantener y sostener la cultura a través del tiempo.
Los pueblos indígenas no piensan a la Pacha mama como “algo de que apropiarse” (como si uno podría adueñarse seguramente), sino como “alguien” con quien uno se relaciona, a la vez es sagrado y “de/para todos”, no solamente de/para los indígenas. Por lo tanto, monopolizar la relación con la pacha localizándola en una capital y oficializando su celebración en un día especifico significa forzar a hacer cambios culturales donde los únicos beneficiados son los empresarios.
Teatralizando el Ser y folklorizando las relaciones
Ver a pacha desde una ley como la mencionada anteriormente solamente tiene connotaciones turísticas, por lo tanto, de lucro, cosificando las relaciones a través de oferta y demanda.
Ahora bien, podemos proyectarnos hasta la actualidad y de como ha repercutido esto en Jujuy, en los diferentes ámbitos y se podría decir que hay algunos avances en conocer y reconocer la cultura ancestral, pero hasta ahí nomás. Una de determinaciones que implemento el gobierno de cambiemos en Jujuy fue declarar el 1 de agosto, desde el 2016, como asueto administrativo. Esto alegro seguramente a todos los empleados estatales, porque ahora “es oficial” hacer la Pachamama.
Como ya lo habían anticipado quienes se manifestaron en contra en su momento, previendo los peligros que esto conllevaría es que, al querer retomar todo de la noche a la mañana, con ideas bastante “superficiales” y sin la consulta a los poseedores de ese conocimiento, con una ley escrita en Bs As, es obvio que el resultado termina siendo un menjunje que por un lado se lo “incluye” al indígena como un pseudoprotagnista, y por otro se lo somete a cometer el error de ser parte del “folklore”.
Decía un líder indígena “hacen cualquier cosa, están cantando tonadas de carnaval en agosto, tocan erkencho, abren la pacha en cualquier momento” y agregaba “en nuestra cosmovisión hay instrumentos que tienen su tiempo para ser ejecutados, así como cada época del año tiene su tonada, y la pacha se abre en este tiempo solo para hacer la korpachada, no en cualquier momento”. Cuando se folklorizan las relaciones sociales, hacemos de las relaciones una teatralización de la vida. Donde debemos actuar como “la costumbre lo dicta” para quien paga la entrada al teatro.
Es importante mencionar y hacer memoria sobre los acontecimientos ocurridos los últimos veranos después de hacer estos “rituales” teatralizados donde los funcionarios nacionales y provinciales acuden a estas prácticas con el fin de “formar parte” del pueblo. La naturaleza no tuvo piedad, y los factores climáticos nada agradables cerca de la zona en donde se realizaron los mismos, se hicieron notar.
“Jujuy capital de la pacha-mama, pan para hoy… y el hambre de los pobres”
Los gobiernos recorren el mundo en busca de inversiones de capitales internacionales para la explotación indiscriminada de litio, oro, cobre, plata, plomo, entre tantos minerales, lo que significa: extracción en cantidades sin límites, contaminación, saqueo de bienes naturales, conflictos sociales en comunidades; comprometiendo el buen vivir de las próximas generaciones y empobreciendo a todo el pueblo de Jujuy.
“Pan para hoy y hambre para mañana” esa es la lógica. Porque todo lo que se extrae, se lo llevan afuera. Sin mencionar las miserables regalías mineras del 3% que llega de a gotitas a los municipios de la provincia, pero los capitales extranjeros extraen en grandes cantidades los bienes naturales. ¿Entonces donde esta ese cuidado, esa protección, esa conservación que se debe practicar para con la tierra, el ambiente, en “la Capital Nacional de la Pacha mama?
En la historia de Jujuy ya desde su fundación en aquel 19 de abril… hasta hoy, los sectores dominantes se han caracterizado por matar a sus pueblos preexistentes, anularlos, avasallarlos una y otra vez; y con eso romper siglos de historia andina, cultura, organización, etc.
¿Cómo puede ser “Capital de la pacha mama” cuando sus comunidades mantienen el reclamo histórico para que les restituyan sus tierras? Y el gobierno hace oídos sordos. ¿Cómo pueden abrir la tierra en épocas inadecuadas y decir “pacha mama yo te cuido” cuando les siguen mandando dakars avasallantes a las comunidades, explotaciones azucareras, tabacaleras, mineras? Todas contaminantes y destructoras de la esencia social y cultural que hoy no solo involucra a quienes son indígenas, sino a todos los que habitamos esta tierra jujeña.
Mirar hacia adelante, luchando por otro tipo de provincia, de país, de sociedad, donde las libertades y las independencias sean reales y no sigamos siendo simples consumidores culturales de algo que se impone porque se cree saber cómo deben ser tales prácticas, que al mismo tiempo avalan destrucciones masivas del territorio de las futuras generaciones.
Fuente: http://enfoquejujuy.com/el-dia-que-el-capitalismo-le-puso-capital-a-la-pacha/