La lucha de una colectivera conquistó el cupo femenino en el transporte

La pelea de Erica Borda, una colectivera despedida de la línea 140, logró una conquista impensada en un gremio machista: el cupo femenino en las empresas de transporte automotor. Luego de 8 años de lucha, logró que la justicia reconociera que existió “discriminación de género” en su despido y que se obligue a las empresas de colectivos a cumplir con el cupo femenino, equivalente al 30 por ciento de la planta.

Erica Borda fue colectivera de la línea 140 durante diez años, hasta que en 2010 los directivos del grupo Plaza la despidieron. De aquel tiempo a esta parte, Erica quedó desempleada, sin que ninguna otra empresa la contratara. Tampoco le dieron solución desde el sindicato, la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Luego de golpear todas las puertas posibles, y de ver que le eran cerradas por el hecho de ser mujer, acudió a la justicia.

A 8 años de aquel despido, y tras haberla peleado en todos los frentes posibles, confrontando con el machismo de un gremio misógino, Erica conquistó su derecho a trabajar en la profesión que ama: el colectivo. En el día de ayer, la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo reconoció que “hubo discriminación de género” y obligó, a tres empresas de colectivos del área metropolitana, a que contraten mujeres hasta alcanzar el cupo femenino de la planta, equivalente al 30 por ciento del personal.

Además, el amparo conquistado por Erica exige que se renegocie el convenio colectivo de la UTA, una exigencia histórica de las trolebuseras cordobesas. El actual convenio no contempla el día femenino ni los periodos por maternidad. La UTA, un gremio históricamente conducido por varones, viene de desaforar a las delegadas del Trolebús en Córdoba, luego de que participarán de una huelga que exigía, entre otras cuestiones, que se contemple a las mujeres en el convenio colectivo de trabajo.

Si bien hay pocos, existen antecedentes de mujeres al volante. En Vicente López, una línea municipal está conducida íntegramente por conductoras; lo mismo sucede en Córdoba, donde los colectivos son manejados por trolebuseras; y desde noviembre pasado, varias empresas rosarinas han optado por contratar mujeres. En el servicio de larga distancia, hasta hace poco tiempo, también había mujeres manejando los micros.

De acuerdo a la información brindada por la Defensoría General de la Nación (DGN), el fallo insta a las “autoridades ejecutivas y legislativas” a establecer una “reglamentación específica para compensar las ilegítimas desigualdades” a fines de revertir la discriminación por género en el acceso de las mujeres a los puestos de conducción. La conquista de Erica no solo permitirá que las mujeres puedan manejar un colectivo, sino que, también, puedan participar dentro de uno de los gremios más machistas de la Argentina.

Fuente: http://www.anred.org/?p=105451

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