La pobreza es política

Las organizaciones territoriales que componemos la FeNaT-CTA-A, adherimos a la jornada de lucha contra el presupuesto de Macri y el FMI, porque el hambre de nuestro pueblo no es materia de negociación.

Bajo el objetivo de “déficit cero”, el ajuste que prevé la actual gerencia de un gobierno para ricos, estima una fuerte caída en los subsidios de transporte y energéticos para 2019, siendo los usuarixs quienes pagaremos tarifas aún mayores que las actuales de luz, gas, agua y transporte. Lo que implica la continuidad de los tarifazos durante el 2019.

Pero la austeridad es solo para lxs pobres, porque se proyecta un aumento del 82 % del presupuesto destinado a pagos de intereses de deuda pública.

Para no ponernos tecnicistas, alcanza con decir que lo destinado a los pagos de deuda multiplica por mucho a los gastos previstos en Salud, Educación, Jubilaciones y todo aquello que afecta a la vida cotidiana de nuestro pueblo. Entre 2018 y 2019 con este panorama puede implicarse una reducción del gasto real en educación y cultura de casi 30 %, y convalida un recorte de 18 % real en materia de salud pública, en sólo dos años.

Si lo personal es político, como nos enseñó el feminismo, entonces la pobreza no es un problema individual o familiar, sino político.

De otra forma, que quienes nos gobiernan nos expliquen cómo es posible que en este país hecho de trigo, el pan no llegue a la mesa de quienes lo producen.

Según los últimos informes la pobreza ya superó el 30% y uno de cada diez argentinxs es indigente. Si, indigente. Y por si hiciera falta traducir, la indigencia nos dice que nuestrxs pibxs, nuestrxs laburantxs, hoy no acceden siquiera a los alimentos básicos para sustentar la vida. Además de ser pobres, son indigentes de aquella riqueza que originan.

Decimos que la pobreza es política, porque el hecho de que hoy falte carne, leche, frutas y verduras en la mesa de nuestrxs compañerxs, en las escuelas de lxs pibxs, en nuestros comedores comunitarios (obligados a ser hoy la mesa diaria de muchas familias) es un ineludible resultado del programa político y económico que este gobierno vino a instalar.

La brutal transferencia de recursos económicos hoy vacía los changuitos del supermercado y destina nuestros salarios a la cada vez más engordada ganancia de empresas cómplices y parte del gobierno.

Por tal motivo, denunciamos y alertamos que en un país donde contamos ya con 8 millones de niñxs pobres, donde la desocupación vuelve a alcanzar números que nos hielan la memoria de lo ya vivido y donde nuestrxs abuelxs quedan a la deriva de un estado ausente; el ajuste que pretende implementarse profundiza en todos sus cauces la emergencia social en la que ya se encuentra nuestro pueblo.

Hay quienes dicen que el sistema que rige a la humanidad no cambia y que este es el fin de la historia. Que los usureros están, los burgueses están, y que lxs que no tenemos nada, es cierto, también estamos. Pero estxs ultimxs, no creemos en ese destino inexorable de la historia que pretenden vendernos como viejos espejitos de colores ya rancios.

Sabemos que la pobreza es política y como tal, puede y debe ser revertida.

Denunciamos y rechazamos este avance porque en nuestras barriadas entendimos que el hambre no espera, y que el hambre del pueblo es un crimen de Estado.

Hay que torcer la historia.

Hay que pararlos.

El 24 de Octubre, Todxs al Congreso

FeNaT-CTA-A

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