El domingo 3 de marzo, vecinos y vecinas de Villa La Ñata y los parajes cercanos volvieron a cortar intermitentemente la ruta de acceso a la localidad de Dique Luján del partido bonaerense de Tigre para protestar contra la construcción de un nuevo barrio cerrado, que “elevaría las tierras y generaría inundaciones”, denunciaron. La medida se repetirá el domingo 17 de marzo. El objetivo de fondo es lograr la prohibición de nuevos countries en la zona.
Fotos: Fernando Poggi
Repercusiones: Grupo La Provincia – Impulso Baires – Tigre al Día
“Se está levantando un terraplén de dos metros de alto frente al Automóvil Club Argentino de varias hectáreas de longitud para construir un nuevo barrio cerrado, y sabemos que detrás viene el relleno, lo que hace que ellos se eleven más de dos metros y todo el resto quedemos abajo, inundándonos más que antes”, dijo a Télam una de las manifestantes, Mona Cattáneo.
Entre las 11 y las 13, los manifestantes interrumpieron el tránsito cada cuarto de hora por cinco minutos, tiempo que aprovechaban para informar a los automovilistas sobre el desarrollo de la empresa “Eidico” -el barrio privado Santa Ana- y las consecuencias que traería para la localidad.
Se trata de la segunda protesta en lo que va del año, ya que se habían manifestado en el mismo lugar y de manera similar el pasado 10 de febrero.
“Nos vamos a inundar todos si esto sigue así porque están tapando los humedales que absorben el exceso de agua y también los desagües”, explicó Cattáneo.
La mujer advirtió además que los rellenos están avanzando sobre “sitios históricos”, como “áreas arqueológicas de pueblos originarios”.
A su turno, Alejandra Lasalle denunció que las obras incluso invaden “espacio público”, porque el movimiento de tierra alcanza “banquinas y zanjas”.
“No podemos transitar caminando ni en bicicleta”, se quejó.
Desde hace casi una década, organizaciones vecinales y ambientales de Tigre piden que se prohíba la construcción de barrios privados, que ocasionan “daños sociales, ambientales y culturales”.
El objetivo de la asamblea autoconvocada que se reactivó en febrero en Villa La Ñata, además de remediar los daños ocasionados por las obras de Santa Ana, es evitar nuevos emprendimientos inmobiliarios de este tipo en la localidad de Dique Luján. Dicho de otra manera, se busca la preservación de los humedales y el paisaje natural que hace a la identidad de la zona. Con ese fin, planifican la continuidad de estas protestas con reclamos hacia la firma EIDICO, la Provincia y el Municipio. Además, elaboran un proyecto de ordenanza para presentar en el Concejo Deliberante local.
RECLAMOS POR LOS LUGARES SAGRADOS
En el interior de Santa Ana, cuyo nombre preexistente es “La Bellaca”, se encuentran tres pequeños sectores que quedaron alambrados por contener sitios arqueológicos de los Pueblos Originarios.
Esa fue la manera que tuvo la empresa EIDICO y la Dirección de Patrimonio Cultural de la Provincia de Buenos Aires de responder a las críticas por el proyecto inmobiliario en territorio sagrado.
Sin embargo, las áreas protegidas son minúsculas y quedaron dentro de la propiedad privada del futuro country náutico.
Las comunidades indígenas, como la multiétnica Punta Querandí (de Dique Luján) y la qom “Cacique Ramón Chara” (de Benavidez), con el apoyo de los pobladores locales, reclaman la ampliación de cada uno de los espacios protegidos y el reentierro de los 7 cuerpos excavados por arqueólogos en décadas pasadas. Existe la Ley 25.517 y su Decreto Reglamentario 701 que legisla sobre este derecho.
También exigen que estos tres sectores queden fuera del dominio privado del complejo inmobiliario.
Fuente: Télam / Tigre al Día / Punta Querandi
Fuente: https://puntaquerandi.com/2019/03/05/del-hartazgo-a-la-accion-segundo-corte-de-ruta-frente-a-santa-ana/