Hace años que los médicos no pueden ir a la comunidad por el estado del camino. Los guaraníes deben andar todo el trayecto con las bolsas en sus hombros.
19/05/2019
El cacique de la comunidad mbya Caramelito, Elvio Olivera, ubicada dentro de la Reserva Guaraní de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), pidió la apertura de un camino para garantizar el acceso a esa aldea. “Acá no pueden llegar los médicos de Salud Pública porque tienen que caminar seis kilómetros y nosotros tenemos que acarrear en nuestras espaldas las mercaderías desde el camino grande hasta la comunidad porque no pueden entrar autos. Únicamente una camioneta cuatro por cuatro puede entrar”, describió el cacique.
Caramelito es una de las comunidades guaraníes de Misiones más alejadas y aisladas de la ciudad. Está ubicada a 90 kilómetros de San Vicente y unos 80 kilómetros de El Soberbio, inserta en el medio de la Reserva Guaraní de la Universidad Nacional de Misiones y a unos seis kilómetros de la ruta Provincial 15.
Cinco familias casi aisladas
Según contó su cacique, Caramelito está integrada por sólo cinco familias “somos una comunidad chica porque no tenemos ni siquiera un camino bueno para entrar hasta la aldea. Para llegar hasta acá tenemos que caminar seis kilómetros, por eso muchos de los nuestros se fueron a otras comunidades”, explicó Elvio Olivera.
Para acceder a la aldea se debe transitar la Ruta Nacional 14 a la altura del kilómetro 1308 por la Ruta Provincial 15. O bien desde El Soberbio por la Ruta Costera 2, hacia los Saltos del Moconá. Después de hacer doce kilómetros por el pavimento, hay que entrar por la misma ruta provincial hacia las Colonias El Fisco, Las Flores y Dos de Abril. Entre esas dos rutas pavimentadas hay casi 30 kilómetros de colonias de cada lado por la Ruta 15 y en el medio otros 25 de pura selva donde están las reservas de Papel Misionero, de la UNaM y el Parque Provincial Caá Yarí. Justo en el medio está enclavada la comunidad.
Camino interno
Caramelito está asentada en ese lugar hace más de cuarenta años. Las familias ocupan una porción de tierra de la reserva de la UNaM a la orilla del arroyo homónimo. Allí tienen sus casas construidas con maderas que sacan del mismo monte y techos con tacuaras o plásticos, cazan, recolectan frutos del monte y cultivan una pequeña parcela con mandioca, maíz, caña de azúcar y otros productos para el consumo. El acceso obligado es a través de la Ruta Provincial 15. En un segmento del camino, un pequeño cartel indica “Aldea”. Desde allí hay que entrar por un sendero entre los árboles y malezas, donde alguna vez fue un camino transitable.
Desde hace más de tres años el cacique está gestionando la apertura del camino. Primero lo hizo ante la Municipalidad de El Soberbio y luego ante Vialidad Provincial. “Fui a hablar con el intendente Roque (Sobosiski) de El Soberbio y me dijo que no podían entrar en la propiedad de la UNaM y que tenía que tener permiso. La gente de Vialidad Provincial me dijo lo mismo. Entonces fui a Eldorado y conseguí el permiso que me pedían. Después me dijeron que necesitaba un permiso del Ministerio de Ecología y también conseguí la autorización para que entren las máquinas. De eso ya hace más o menos dos años y todavía no vinieron con las máquinas”, contó Elvio Olivera.
“Necesitamos el arreglo del camino para que puedan entrar autos para que puedan llegar los médicos hasta la aldea. Hace varios años que no vienen. También se hace muy difícil trasladar las mercaderías, tenemos que entrar con la bolsa de harina, yerba, arroz, fideos todo en el lomo porque no tenemos otra forma”, reclamó. En la actualidad, Vialidad repara los caminos rurales de Fracrán, en la Ruta 15. Según el delegado de esa entidad en la Regional IV, los próximos meses repararían el tramo entre el arroyo Tambero y Colonia La Flor. La esperanza de Elvio es que, esta vez, el Estado incluya el camino de ingreso a la comunidad aborigen.